¿Recuerdas aquella persona que destacaba entre las demás? ¿Esa que siempre parecía querer llamar la atención? No dudes en que era especial, hacía mucho ruido, es verdad. Lo que no sabías es que por dentro estaba vacía. Porque cuando nosotros mismos hacemos mucho ruido, en realidad hay un vacío, un gran agujero en nuestro interior.
Las personas vacías son aquellas que no escuchan a los demás, como si todos los mensaje exteriores fueran por sistema meras interferencia carentes de información. Pero, además, se rodean de mucha gente, algo que puede mostrar un gusto muy arraigado por el intercambio social, cuando lo único que buscan es escapar de la soledad.
“Como los cántaros, cuanto más vacíos están más ruido hacen… así son ciertas personas vacías.”
-Alexandre Dumas-
Entre tanto ruido se delata nuestra inseguridad
Cuando hacemos mucho ruido creemos que nadie podrá notar la inseguridad que llevamos por dentro. Una inseguridad que quizás tú te niegues porque no la quieres ver, pero que aún así existe dentro de ti.
¿Has sufrido problemas de autoestima? ¿Cómo los has sobrellevado? Las personas con baja autoestima y mucha inseguridad a veces hacen mucho ruido para intentar camuflar el vacío que llevan por dentro, para que su atención no se desvíe ni por equivocación hacia su interior.
Es cierto que tomar la decisión de la relativizar la realidad no siempre es mala idea, pero una vez que hemos sido conscientes de ella, de manera que estemos preparados para actuar frente a los cambios que se produzcan. Este alivio pasajero y engañoso puede echarnos una mano de manera puntual, pero será un potencial cuchillo si lo aplicamos de manera sistemática y continua en el tiempo.
¿Te has sorprendido hablando demasiado, interrumpiendo y queriendo ser el centro de atención? Si es así, ¿por qué no has mirado en tu interior? Da miedo descubrir que no eres tan fuerte como quieres aparentar ser, da miedo descubrir que eres frágil, pero debes hacerlo. La imagen que muestras nunca será real hasta que te cures por dentro.
“La búsqueda de la perfección es un disfraz para la inseguridad.”
-Paulo Coelho-
Piensa que todos nos hemos sentido vacíos en algún momento, todos hemos sido frágiles en alguna ocasión. Lo importante no es intentar llenar ese vacío con cosas que realmente no nos llenan, sino aceptarlo para empezar a solucionarlo desde el momento en el que empezamos a ahogarnos en él.
La ruta de la humildad
Aunque no lo creas, ser humilde es mucho mejor que querer ser alguien al que admiran con un poso de falsedad, de amargura. La humildad nunca tendrá una respuesta negativa, sino todo lo contrario, ya que parte desde abajo mirando de frente y sin descuidos a los posible peligros que aparezcan.
Hay personas que tienen miedo a ser humildes porque piensan que de esa forma pasarían desapercibidas. Si tu miedo es este, algo está fallando. Probablemente estés inseguro de ser quien eres, tengas algún problema de autoestima o hayas pasado por alguna experiencia dolorosa y esta es tu forma de afrontar el dolor que has sufrido.
“Si te crees demasiado grande para las cosas pequeñas, quizás seas demasiado pequeño para las cosas grandes. Sé humilde.”
-Anónimo-
Confundimos la humildad con la simpleza, cuando realmente es la sencillez dentro de la grandeza. Además, dentro de la humildad está la capacidad de saber escuchar, ser maduros y empatizar con los demás. Todo esto significa humildad y, aunque no destaques como cuando hacías ruido, al menos no estarás vacío.
Empieza a introducir poco a poco la humildad en tu vida. Descubrirás que empezarás a saber escuchar a los demás, ya no solo tu palabra importa. También, lograrás aprender de tus errores, dejarás de querer ser el mejor y empezarás a crecer.
Encuentra tu verdadera esencia
Si has descubierto que eres inseguro, que tu autoestima no está tan alta como debiera, que tienes miedo y que intentas suplir todas estas carencias haciendo mucho ruido, es el momento de que empieces a buscar en tu interior tu verdadera esencia.
Cada uno de nosotros es único y debemos dejar de refugiarnos en las apariencias que no sanarán nuestro interior. Te darás cuenta de que hacer mucho ruido no te ayuda a suplir ese vacío que sientes, asimismo tampoco te ayuda el hecho de estar rodeado de mucha gente.
Y fue entonces cuando me di cuenta de que a pesar de estar rodeada de mucha gente me sentía terriblemente vacía por dentro
Hurgar en tu vacío puede ser doloroso, pero necesario. No podremos ser completamente felices si no solucionamos los problemas que tenemos en nuestro interior. Solo nosotros podemos mirarles a los ojos, es el momento de destapar ese lugar en el que hemos ido guardando todo aquello que nos asustaba, todo eso que no se ha marchado con el tiempo ni se marchará, aunque nosotros le demos falsamente esa naturaleza por miedo a la angustia que puede provocar el hecho de considerarlo.
Cuando seas consciente de todo esto y estés dispuesto a crecer, comprenderás que ya no necesitas hacer ruido porque eso no soluciona tu problema, sino que tan solo lo enmascara. ¿Estás preparado para reparar ese vacío que sientes en tu interior?
Raquel Lemos Rodríguez
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