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Medio cerebro hace guardia cuando duermes en una cama ajena

La mayoría de las personas, cuando está de viaje, se lamenta porque no logra dormir bien. No importa si hemos elegido una confortable habitación de hotel o la tranquila casa de un familiar, dormir en una cama ajena nos resulta complicado, al menos hasta que nos acostumbremos. De hecho, aunque logremos dormir, al otro día nos despertamos con una pesada sensación de modorra y cansancio, la cual se debe a que no pudimos descansar lo suficiente.
Ahora investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia han descubierto cuál es la causa de este problema. Todo parece indicar que cuando dormimos en una cama extraña, fuera de casa, uno de nuestros hemisferios permanece alerta, sin desconectarse por completo, para vigilar y protegernos de los posibles peligros que pueden acecharnos en un entorno desconocido.

El Efecto de la Primera Noche

Los investigadores reclutaron a 35 personas jóvenes y monitorizaron su actividad cerebral mientras dormían en el laboratorio utilizando técnicas avanzadas de neuroimagen. Estos neurocientíficos hicieron que las personas escucharan un pitido en el oído derecho, que normalmente las despertaba. Sin embargo, las personas no notaban ese mismo pitido emitido cuando este se transmitía en el oído izquierdo. Esto nos indica que un hemisferio se mantiene alerta, mientras que el otro se desconecta.
Estos resultados apuntan que durante la fase de sueño profundo, el hemisferio izquierdo no estaba completamente desconectado. De hecho, no es la primera vez que se documenta este tipo de asimetrías cerebrales. Se conoce que algunos animales, como los delfines, son capaces de descansar desconectando alternativamente cada lado de su cerebro. De esta forma, mientras un hemisferio se desconecta, el otro toma las riendas y se encarga de vigilar.
Este experimento desveló otro dato curioso: este fenómeno solo se aprecia durante la primera noche. Una vez que las personas se acostumbran a la nueva cama y al entorno, logran dormir plácidamente y ambos hemisferios se desconectan. Es lo que se conoce como el Efecto de la Primera Noche.

¿Por qué el hemisferio izquierdo no se desconecta?

Los investigadores piensan que se trata de una estrategia evolutiva, pues hace siglos dormirse por completo podía suponer un grave peligro. Por tanto, se trataría de una herencia de nuestros antepasados, una especie de sexto sentido nocturno que se activa cuando estamos en una cama ajena, en un entorno que no nos resulta familiar.
Además, en el experimento se pudo constatar que ese “vigilante nocturno” realmente es eficaz ya que ante la presencia de señales auditivas inusuales, el hemisferio izquierdo daba la señal de alarma para que la persona despertara y se pusiera a salvo del supuesto peligro.
En este punto es probable que te preguntes: ¿por qué es el hemisferio izquierdo el encargado de vigilar nuestro sueño?
Los neurocientíficos creen que la explicación se encuentra en la red neuronal por defecto, la cual recluta una serie de regiones del cerebro para que este siga trabajando cuando no somos plenamente conscientes, como cuando dormimos, estamos anestesiados o dejamos que la mente divague libremente.

Esta red se encargaría de asegurarse de que estamos listos para reaccionar ante situaciones peligrosas. En práctica, se activa para protegernos cuando nos desconectamos de la realidad o bajamos la guardia conscientemente.

Y se conoce que las conexiones del hemisferio izquierdo con la red neuronal por defecto son más fuertes que las que establece el hemisferio derecho, razón por la cual es comprensible que esta parte del cerebro permanezca alerta, ya que sería más eficaz para despertarnos en caso de peligro.

¿Cómo evitar el efecto de la primera noche?

Los investigadores apuntan que este efecto no se puede evitar completamente, pero existen algunos trucos para intentar engañar al cerebro y lograr que baje la guardia. Por ejemplo, puedes llevar tu almohada y dormir con ella o utilizar una fragancia que te recuerde el olor del hogar. Estos detalles te transmitirán la sensación de familiaridad, por lo que tu cerebro se sentirá más cómodo y seguro.

Si viajas con frecuencia, una solución es elegir siempre que sea posible habitaciones similares. De esta forma disminuyes la sensación de novedad que tanto alarma al cerebro y que te impide descansar.

Fuentes:
Tamaki, M. et. Al. (2016) Night Watch in One Brain Hemisphere during Sleep Associated with the First-Night Effect in Humans. Current Biology.
Liu, H. et. Al. (2009) Evidence from intrinsic activity that asymmetry of the human brain is controlled by multiple factors. Proc. Natl. Acad. Sci.; 106: 20499–20503.

Rincón de la Psicología

Cómo sentir paz en este mundo lleno de problemas

HOY día son muy pocas las personas que disfrutan de una vida tranquila. Muchas viven en zonas donde las guerras, los disturbios políticos, la violencia étnica y el terrorismo son cosa de todos los días. En otros casos, lo que perturba la paz son los delitos, las actitudes hostiles y los problemas en el trabajo o entre vecinos. Y por si fuera poco, es muy común ver que muchos hogares, en lugar de ser remansos de paz, son verdaderos campos de batalla.

En vista de esto, hay quienes se concentran en hallar paz interior y, por eso, recurren a la religión, asisten a seminarios de meditación o hacen yoga. Otros creen poder encontrarla en la naturaleza, por lo que deciden pasar sus vacaciones en centros terapéuticos de aguas termales o practicando excursionismo. Sin embargo, muchos de ellos no tardan en darse cuenta de que la paz que han encontrado es meramente pasajera.

Entonces, ¿dónde podemos hallar verdadera paz? La Biblia indica que esta proviene de nuestro Creador, pues lo llama “el Dios que da paz” (Romanos 15:33). Además, se muestra que muy pronto todos disfrutaremos de “abundancia de paz” cuando el Reino de Dios gobierne la Tierra (Salmo 72:7; Mateo 6:9, 10). No será una paz efímera, como la que se obtiene con la mayoría de los acuerdos de paz, sino que tendrá un carácter permanente: Jehová Dios eliminará de raíz los sentimientos y actitudes que causan las guerras y los conflictos. Nadie volverá a participar jamás en una guerra (Salmo 46:8, 9). ¡Al fin viviremos en paz!

Sin duda, nos anima conocer esta maravillosa perspectiva para el futuro, pero ¿verdad que también nos gustaría disfrutar de un poco de paz ahora? ¿Habrá alguna forma de tener paz interior en estos tiempos tan difíciles? La Biblia nos asegura que sí. De hecho, en la carta a los Filipenses, capítulo 4, versículos 4 a 13, nos dice cómo hallarla. ¿Por qué no lee estas palabras del apóstol Pablo en su propia Biblia?

“La paz de Dios”

En el versículo 7 leemos: “La paz de Dios que supera a todo pensamiento guardará sus corazones y sus facultades mentales mediante Cristo Jesús”. Como esta paz proviene de Dios, nadie la puede alcanzar por sí mismo meditando o tratando de mejorar su personalidad. Además, es tan poderosa que “supera a todo pensamiento”. En otras palabras, se impone sobre nuestros temores e inquietudes, que muchas veces se deben a una visión limitada o errónea de las cosas. Incluso cuando no vemos la salida a nuestros problemas, la paz de Dios puede darnos tranquilidad, pues tenemos plena confianza en la promesa bíblica de que pronto desaparecerán todas nuestras dificultades.

Claro, el único que puede brindarnos una paz como esta es Dios, ya que para él, “todas las cosas son posibles” (Marcos 10:27). Además, la fe y confianza que tenemos en Dios evitará que nos preocupemos en exceso. Piense, por ejemplo, en un niño que está perdido en el supermercado. Como confía en que su mamá lo va a buscar, no se desespera. Sabe que cuando lo encuentre, lo tomará en sus brazos, y todo volverá a la normalidad. Igualmente, nosotros tampoco nos desesperamos, pues sabemos que siempre podremos contar con la protección y el cuidado amoroso de Jehová.

Muchos cristianos han visto que la paz de Dios los ha ayudado aun en las situaciones más difíciles. Ese fue el caso de Nadine, quien sufrió un aborto. Ella nos cuenta: “Me resulta muy difícil expresar mis sentimientos y siempre trato de dar la impresión de que todo está bien. Pero tengo que admitir que perder a mi bebé fue un golpe terrible. Casi todos los días le abría mi corazón a Jehová suplicándole ayuda. Y he visto la respuesta a mis oraciones, pues cuando creía que ya no podría soportarlo más, entonces me invadía una gran paz que me hacía sentir segura y tranquila”.

Nos protege el corazón y la mente

Volvamos a Filipenses 4:7. Allí se dice que la paz de Dios guardará nuestro corazón y nuestra mente. Dicho de otro modo, la paz de Dios actúa como un guardián: nos protege, entre otras cosas, contra las preocupaciones innecesarias provocadas por la búsqueda incesante de bienes materiales. Veamos un ejemplo.

Hoy día mucha gente piensa que para alcanzar la felicidad es necesario tener mucho dinero. Por eso, siguiendo las recomendaciones de los expertos en finanzas, algunos invierten parte de sus ahorros en el mercado de valores. ¿Se sienten más tranquilos y seguros a partir de ese momento? No siempre, pues muchos viven pendientes de los cambios en el precio de las acciones para saber si les conviene vender o comprar. Y a esto se suma la angustia que sufren cada vez que hay una caída de los precios. Aunque la Biblia obviamente no condena que invirtamos nuestro dinero, sí nos da esta advertencia: “Un simple amador de la plata no estará satisfecho con plata, ni ningún amador de la riqueza con los ingresos. Esto también es vanidad. Dulce es el sueño del que rinde servicio, sin importar que sea poco o mucho lo que coma; pero la abundancia que pertenece al rico no le permite dormir” (Eclesiastés 5:10, 12).

Filipenses 4:7 concluye diciendo que la paz de Dios nos protegerá “mediante Cristo Jesús”. Ahora bien, ¿qué relación hay entre Cristo y la paz de Dios? Jesús desempeña un papel fundamental en el cumplimiento de los propósitos de Dios. Él dio su vida para liberarnos del pecado y la muerte (Juan 3:16). Además, hoy ocupa la posición de Rey del Reino de Dios. Al comprender todo esto, nuestra mente y nuestro corazón se llenan de paz. ¿De qué manera?

Para empezar, nos sentimos más tranquilos al saber que, gracias al sacrificio de Jesús, Dios perdonará nuestros pecados si estamos sinceramente arrepentidos (Hechos 3:19). Y puesto que comprendemos que solo disfrutaremos completamente de la vida cuando Cristo gobierne sobre la humanidad, no llevamos una vida frenética y desesperada como mucha gente (1 Timoteo 6:19). Nada de esto impide que hoy tengamos problemas, pero, sin duda alguna, nos consuela saber que lo mejor está por venir.

Cómo conseguir la paz de Dios

En Filipenses 4:4, 5, la Biblia nos dice cómo obtenerla: “Siempre regocíjense en el Señor. Una vez más diré: ¡Regocíjense! Llegue a ser conocido de todos los hombres lo razonables que son ustedes. El Señor está cerca”. Pablo escribió estas palabras mientras estaba injustamente encarcelado en Roma (Filipenses 1:13). En lugar de lamentarse por su situación, animó a sus hermanos cristianos a ‘regocijarse en el Señor’, como de seguro él también lo hacía. Así indicó que su felicidad no dependía de las circunstancias, sino de su relación con Dios. Igualmente, prescindiendo de los problemas que tengamos, cualquiera de nosotros puede aprender a disfrutar del servicio a Dios. ¿Cómo? Esforzándose por conocer mejor a Jehová y por hacer su voluntad. De este modo, tendrá una vida más feliz y tranquila.

Pablo también anima a los cristianos a ser razonables. Esto implica no esperar demasiado de uno mismo. Debemos entender que no somos perfectos y que es imposible ser los mejores en todo. Así pues, ¿para qué perder horas de sueño tratando de sobresalir? Tampoco esperaremos perfección de las personas con quienes tratamos. Como resultado, mantendremos la calma cuando alguien haga algo que nos moleste. Es interesante que la palabra griega que se vierte “razonables” también se traduce “dispuestos a ceder”. Si somos flexibles y cedemos en cuestiones de preferencia personal, evitaremos entrar en polémicas, que lo único que hacen es perturbar nuestra paz y la de los demás.

El versículo 5 concluye diciendo: “El Señor está cerca”. Tal vez parezca que dicha declaración está fuera de contexto, pero no es así. Por un lado, nos da la seguridad de que está muy cerca el día en que Dios elimine este mundo malvado y establezca su Reino en la Tierra. Y por otro, nos anima al garantizarnos que, aun hoy, él está cerca de todos los que lo buscan (Hechos 17:27; Santiago 4:8). Saber esto nos ayudará a seguir el consejo de Pablo de regocijarnos y ser razonables. Además, tal como recomienda elversículo 6, no nos inquietaremos demasiado ni por los problemas que tenemos ahora ni por el futuro.

Al leer los versículos 6 y 7, nos damos cuenta de que la paz de Dios es el resultado directo de la oración. Para algunos, la oración es simplemente una forma de meditación que les infunde tranquilidad. Sin embargo, la Biblia explica que, en realidad, es el medio que tenemos para comunicarnos con Dios. Esta es una comunicación real, tan estrecha como la que tiene un niño con su padre, a quien le cuenta sus penas y alegrías. ¡Qué tranquilizador es saber que ‘en todo podemos dar a conocer nuestras peticiones a Dios’! Así es, podemos expresarle a Jehová todo lo que llevamos dentro.

El versículo 8, a su vez, nos anima a concentrarnos en pensamientos positivos. Pero no basta con eso: como indica el versículo 9, también tenemos que poner en práctica los buenos consejos que da la Biblia. De este modo, disfrutaremos de la tranquilidad de tener una buena conciencia, pues como dice el refrán: La mejor almohada es la conciencia sana.

En efecto, todos podemos sentir paz interior, pues Jehová se la da a quienes lo buscan y siguen su guía. Claro está, antes hay que conocerlo, y eso solo se consigue examinando su Palabra, la Biblia. Y aunque seguir sus normas no siempre es fácil, el esfuerzo bien vale la pena. Si así lo hacemos, “el Dios de la paz estará con [nosotros]” (Filipenses 4:9).

http://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/2009485

No aceptar el Autoritarismo y ser Disconforme será considerado una Enfermedad Mental

El Nuevo Orden Mundial, es astuto, sus planes solo pueden llevarse a efecto dentro de una sociedad dócil, pusilánime y débil, es por ello que en los años 80-90 emprendieron lentamente un plan para que se considerase la desobediencia al poder establecido como una enfermedad mental.

Para ello, utilizaron una serie de estudios efectuados en 1994 en los que aquellos niños que se consideraban desobedientes, lo hacían sencillamente debido a un trastorno mental, lamentablemente, a finales del 2015, esos estudios se han consolidado e incluso afirman que ciertos medicamentos como larisperidona, mejoran ese comportamiento.

En resumidas cuentas, tratan de hacer dóciles a los niños para crear adultos maleables.

Reconozco que hay niños con comportamiento agresivo, he tenido la oportunidad de conocer a algunos que cuando estaban cerca, te daban ganas de salir corriendo, pero sospecho que eso es debido exclusivamente a factores ambientales como por ejemplo una familia con problemas, un entorno social duro o unas condiciones de vida desfavorables, para mejorar esta actitud, deberíamos vivir en un “ecosistema” favorable en el que la escasez no fuese la pauta impuesta por nuestros nefastos y corruptos gobiernos.

Asimismo, puedo ver que la mayoría de los niños, suelen tener un grado de respeto y educación muy aceptable.

Pero para no confundir el ODD (Trastorno negativista desafiante) con la agresividad infantil, debemos pensar que la idea es que alguien dócil, sumiso y pusilánime será como decía la canción de Pink Floyd “Another brick in the Wall”, -otro ladrillo en el muro-, por el contrario, aquellos niños que han desafiado desde jóvenes ciertas reglas, cuando han alcanzado la madurez, son personas únicas que han cambiado el mundo en la ciencia, la economía, la política y en resumidas cuentas, aquellos que nacen con un toque de rebeldía serán los que realmente cambien el mundo.

Pero claro, la pregunta es, ¿le interesa al NOM (Nuevo Orden Mundial) personas que cambien el mundo…? la respuesta es cerrada, NO, a ellos solo les interesa destruir esos espíritus rebeldes cuando son jóvenes, que es el momento propicio, siempre es más fácil arrancar un pequeño tallo que cortar una sequoia.

JL

http://www.mundodesconocido.es/no-aceptar-el-autoritarismo-y-ser-disconforme-sera-considerado-una-enfermedad-mental.html

Adriana – Las tres vertientes del yoga

Ahora que muchas corrientes de lo que podríamos llamar “yogas” modernos han traicionado la esencia del verdadero yoga, es más necesario que nunca recordar las tres vertientes básicas del verdadero yoga e indagar un poco en las mismas.

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Como señalara Mircea Eliade, el yoga es el eje espiritual de Oriente. Es método, práctica, adiestramiento psico-espiritual. Es el primer método de mejoramiento humano del orbe y no es ni gimnasia, ni deporte, ni una religión, ni un culto, ni un dogma. Es un procedimiento especifico para la evolución consciente y el desarrollo interior.
Una vertiente es el yoga como una técnica espiritual; otra, como un método de saneamiento psicológico; otra como un sistema de control psicosomático.

Si el occidental ha optado sobre todo por la vía del control psicomático es porque padece de muchos desórdenes físicos y psíquicos, que se traducen como trastornos psicosomáticos. Se ha relegado así, muy a menudo, el yoga como técnica espiritual, que es por cierto la médula de las primeras manifestaciones yóguicas hace más de 5.000 años.
Hay una propensión a servirse del yoga como una técnica de control psicosomático o de purificación y armonización psicológica, a fin de irse liberando de complejos, traumas, torturadores internos, agujeros psíquicos, frustraciones y represiones que fragmentan, desgastan y roban lo mejor de los potenciales del alma.
Lo idóneo es unificar las tres corrientes o vertientes del yoga, pues no deben excluirse sino complementarse. Cuando hablamos de la vertiente espiritual, no nos referimos a un tipo de espiritualidad asociada a alguna religión o culto, a ningún sistema religioso institucionaliado. Son respetables todas las creencias, pero el yoga se mueve por experiencias y no por creencias.

El papel de la meditación
Como el ser humano es un conjunto de planos, hay que trabajar sobre todos ellos, desde el somático al espiritual, sin dejar de lado el energético, el mental y el emocional. Lo necesario es, finalmente, una mutación de la consciencia que nos permita percibir lo que escapa a lo sensorial y a lo intelectual. El pensamiento es insuficiente, y él mismo debe comprender que tiene que rendirse para que surja el conocimiento más allá del simple intelecto. O sea, que hay que ir más allá del pensamiento. De lo manifiesto, a lo inmanifiesto; de lo que es con forma, a lo informe. Es el viaje de la servidumbre a la libertad.
Hay que cultivar el pensamiento correcto para servirnos del mismo en la vida diaria, pero el viaje hacia los adentros no se sustenta solo en el pensamiento, sino en un tipo especial de intuición que realmente transforma. Tenemos que aprender a desenvolvernos en la vida diaria y en nuestro universo interior.

La meditación juega un papel esencial en las tres vertientes del yoga. Ayuda espiritualmente, por supuesto, y también coopera en sanear y equilibrar la psique y en armonizar la unidad psicosomática, previniendo trastornos en este sentido. El alcance de la meditación es enorme, y no solamente hay que tomarla como una técnica de tranquilización, porque su fin último es la transformación interior para poder conectar con nuestra naturaleza real. No se puede convertir la meditación en un analgésico espiritual. Su propósito es darle un vuelco a la mente que nos permita experimentar “golpes de luz” o especiales intuiciones para obtener otra manera de percibir y ser.

Ramiro Calle
http://www.yogaenred.com/
http://mauandayoyi.blogspot.com.ar

5 errores nefastos que cometen los padres al elogiar a sus hijos

Todos los padres quieren que sus hijos crezcan sanos y felices. También quieren que tengan una buena autoestima y que sean resilientes. Sin embargo, en muchos casos las estrategias que utilizan son contraproducentes. De hecho, nuestra tendencia a elogiar a los niños puede ser muy dañina, a menos que sepamos cómo hacerlo.
Psicólogos de la Iowa State University y la Case Western Reserve University han encontrado que, al contrario de lo que creemos, cuando los elogios se convierten en una necesidad constante de afirmación, no alimentan una autoestima infantil sana sino que potencian la aparición de características narcisistas. Los elogios inadecuados terminan contribuyendo a la formación de niños demasiado preocupados por sí mismos, en vez de desarrollar pequeños capaces, seguros y empáticos.

Los tipos de elogios que los padres deben evitar

1. Elogiar de forma desmesurada y sin sustancia
Sin darse cuenta, muchos padres ofrecen elogios desmesurados para el logro que ha alcanzado el niño. Por ejemplo, hay quienes pueden pasarse todo el camino a casa alabando al pequeño por un buen tiro al cesto o por un gol en el partido. Los elogios desmesurados a menudo incluyen palabras como “excepcional”, “perfecto” y “mejor”. Sin embargo, lo cierto es que esos elogios excesivos no dan buenos frutos.

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«Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis en Psicología» Fabián Maero.

http://www.lifeonthecouch.com/wp-content/uploads/2012/04/4_Horsemen_of_the_Apocalypse_by_suetlilanglz.jpg
Seamos honestos: algunas explicaciones en psicología se merecen el infierno. La psicología es un campo fértil para especulaciones a la violeta, explicaciones descabelladas y teóricos de entrecasa (la grande y calurosa legión de los muypsicólogos). Pero esto no es patrimonio exclusivo de los amateurs psicológicos, tampoco la psicología “seria” se salva de merecer algún infiernito de tanto en tanto.

Para mantenerlos lejos del Averno psicológico –allí donde se expían las teorías psicológicas más abyectas y en donde las almas de los condenados reciben como castigo la obligación de corregir citas en formato APA para toda la eternidad– es que vamos a considerar algunos errores graves en las explicaciones psicológicas, errores que no sólo se cometen en los libros de texto sino también en el quehacer diario del psicólogo. Conozcan a los cuatro jinetes e intenten mantenerse a salvo.

Primer jinete: Falacia Nominalista

Ésta es una de las formas más engañosas de irse al infierno. La falacia nominalista en pocas palabras, consiste en confundir el explicar algo con ponerle nombre.

Para muestra, citemos Les Luthiers:

En caso de que no puedan verlo, Mundstock, oficiando de psicólogo, le dice a Rabinovich, quien está haciendo de paciente: “Bueno, en realidad la mente influye mucho sobre el cuerpo; usted está… somatizando”, tras lo cual festeja como si hubiera dicho algo genial. No está diciendo nada nuevo, no está identificando causas, procesos ni formas de intervención, sino que le pone nombre y se da por satisfecho (justamente eso es lo divertido del fragmento).

Esta falacia es particularmente engañosa porque puede proporcionar la sensación de que hemos dicho algo útil, esclarecedor o explicativo de alguna forma, cuando en realidad todo lo que hemos hecho ha sido ponerle una etiqueta. Pero una etiqueta es sólo eso; un resumen, un atajo para referirse a algo más extenso, no es una explicación. El físico Richard Feynmann en esta anécdota recuerda cómo su padre le enseñó a distinguir entre saber el nombre de algo y saber acerca de ese algo:

La traducción del texto del video sería: “Mi padre me enseñó algo; señalando un pájaro me dijo “sabés qué es ese pájaro? Es un tordo de garganta marrón, pero en portugués es un hunto la, pero en italiano un chutto la pittida, en chino es un chung Wong tah, etcétera”, dijo. “Ahora bien, podés saber en todos los lenguajes que quieras cuál es el nombre de ese pájaro y cuando termines de aprenderlos todos, dijo, no sabrás absolutamente nada en absoluto sobre el pájaro”. Él sabía la diferencia entre conocer el nombre de algo y conocer algo.”

Hacemos esto en psicología cuando en lugar de dar una explicación sólo le ponemos nombre al fenómeno:

*– ¿Por qué el cielo es azul?
– Porque entre las varias propiedades del cielo, una de ellas es la de ser azul.
– ¿Por qué este paciente piensa que es incapaz de hacer algo bien?
– Porque tiene baja autoestima.*

Ahora bien, antes de que me salten a la garganta: por supuesto que es útil conocer el nombre de las cosas y usarlo. Como mencionamos anteriormente, el nombre es una etiqueta, un atajo y en tanto tal sirve para el intercambio y para el pensamiento. Nos vamos al infierno cuando usamos el nombre como si fuera una explicación.

Segundo jinete: Explicación teleológica

El segundo jinete es el que proporciona explicaciones teleológicas. No estamos hablando aquí de lo que para Aristóteles eran las causas finales, sino de las explicaciones a partir del efecto. Por ejemplo: “Mi sobrino hace X y la gente le presta atención, por lo tanto hace X para llamar la atención”.

Este tipo de explicación nos expone a una modesta perplejidad: pone la acción antes que la causa. En palabras de Eacker(1972): “es enigmático cómo algo que aún no ocurrió, un evento futuro, podría influenciar algo que está ocurriendo ahora, un evento presente. Más aún, es bastante posible que el propósito sean menos una característica de la conducta y más una característica de quien sea que observa la conducta; esto es, quizá sea impuesta sobre la conducta más que observada en ella”.

Donde más he visto este jinete es en la clínica del trastorno límite de la personalidad, en donde algunos terapeutas “explican” la conducta a través de una consecuencia: “se corta para manipular” o “se corta para llamar la atención”, etc.

Quizá les cause extrañeza que diga esto en un blog que suele publicar sobre conductismo, modelo en el cual las consecuencias de las conductas son causa principal de la acción. Sucede que en el análisis de la conducta las consecuencias están siempre en el pasado. En palabras de Hayes, “el futuro del cual estamos hablando es el pasado en tanto el futuro en el presente” (suena complicado, pero tiene sentido).

No es que “grita para llamar la atención”, sino algo así como “cuando ha sido seguida de atención por parte del entorno social, la conducta de gritar se ha sostenido” (noten de paso cómo el cambio de formulación, incluso en algo tan pequeño, ya sugiere una intervención posible, incluye el contexto de la conducta y elimina la connotación patológica).

Tercer jinete: Expansorreduccionismo

Bien, acabo de inventar una palabra tan horrible como un jinete del apocalipsis, así que debe ser adecuada. El engendro terminológico se refiere a que si bien este jinete tiene dos caras se trata de una misma práctica: el explicar algo psicológico utilizando otro nivel de investigación.

La cara más conocida es la del reduccionismo: explicar un fenómeno psicológico por medio de otro campo de investigación de nivel inferior. Somos reduccionistas cuando explicamos un fenómeno psicológico en términos de sustratos biológicos, por ejemplo. Pero este jinete tiene otra cara, un poco menos usual, pero igual de perniciosa, que podríamos llamar “expansionismo”, consistente en explicar los fenómenos psicológicos a través de un campo de investigación de nivel superior: explicar la psicología a través de la sociología, por ejemplo.

Esta persona se deprimió por un déficit de serotonina” o “esta persona se deprimió porque la sociedad está enferma”, tienen algo en común: parecieran dar por explicada la cuestión. Claro, luego queda explicar qué es lo que genera el déficit de serotonina en primer lugar, o de qué manera el ambiente social generó una depresión en esa persona y no en la que está al lado, por ejemplo, pero las explicaciones reduccionistas y expansionistas generan la apariencia, la ilusión, de que hemos resuelto algo.

La forma más reciente de este jinete es el neurocentrismo, por supuesto. Me refiero a la práctica de explicar lo psicológico a través de lo neuronal: “el cerebro hace esto, el cerebro hace aquello”, como si el cerebro fuera un señor que uno tiene dentro. Miren, por ejemplo, la versión de Estanislao Bachrach.

El cerebro trata de que no pensés, que no hagás nada nuevo y de que no cambies porque si así estás bien no le importa si sos feliz. Al cerebro no le importa si te peleás con tu marido, si tenés un sueldo bajo o si sos bajita. A él lo único que le importa es que sobrevivas. Y si hasta hoy estás viva el cerebro dice “Repitamos todo, que todo el día de hoy sea idéntico al de ayer” Hablarle a tu cerebro sería pensar “esto me funcionó ayer, hoy quiero hacerlo diferente”: quiero estudiar otra cosa, quiero tener otra relación… Si no te detienes a hablarle, a hacer la pausa, a ver dónde estás hoy y qué quieres para mañana el cerebro no lo va a hacer nunca.”

Es una muy buena descripción de la idea “el cerebro es un señor que tenemos dentro”. La parte de hablarle al cerebro es fantástica. Yo estoy tratando de convencer a mi hígado de que no me genere resaca, pero no parece funcionar mucho. Chiste aparte, vuelvan a leer el fragmento y noten la aplicación práctica, por llamarla de alguna manera, que sugiere: está recomendando autoafirmaciones positivas como si hubiera descubierto la pólvora (y como si no hubiera un cúmulo de investigaciones psicológicas que señalan que son una mala idea).

Nuevamente, les pido mesura con este jinete. Hay, por supuesto, interesantísimas contribuciones y polinizaciones cruzadas entre distintos ámbitos de investigación. Los aportes de la genética, biología, neurología, sociología, economía, etc., pueden resultar tremendamente valiosos para la psicología, en tanto se utilicen para enriquecer, no para reemplazar una explicación o investigación psicológica.

Cuarto jinete: Reificación

Este jinete es el causante de incontables calamidades conceptuales y teóricas. Digamos, si uno fuera a enfrentarse a estos cuatro jinetes del apocalipsis con un revólver con cuatro balas, yo sugeriría darle cuatro tiros a la reificación, sólo para asegurarnos de que muera.

Si bien el término tiene otros usos, en psicología se refiere a la práctica de convertir un concepto abstracto en una cosa. Skinner(1953), describe excelentemente cómo “inteligencia” pasa de ser un concepto abstracto a ser una cosa:

Los nombres de rasgos usualmente empiezan como adjetivos – “inteligente”, “agresivo”, “desorganizado”, “enojado”, “introvertido”, “nervioso” y así por el estilo– pero el resultado lingüístico casi inevitable es que esos adjetivos se convierten en sustantivos. Las cosas a las cuales esos sustantivos refieren son tomadas como causas activas de esos aspectos. Comenzamos con “conducta inteligente” y pasamos primero por “conducta que exhibe inteligencia” y luego a “conducta que es el efecto de la inteligencia”. Similarmente, empezamos observando una preocupación con el espejo que nos recuerda la leyenda de Narciso; inventamos el adjetivo “narcisista” y luego el sustantivo “narcisismo”; y finalmente afirmamos que aquello a lo cual refiere el sustantivo es la causa de la conducta de la cual partimos”.

Por supuesto “alguien se mira mucho al espejo porque es narcisista (término que refiere a la persona que se mira mucho en el espejo)”, es también un caso de la falacia nominalista, pero dicha falacia se refiere al uso de conceptos reificados, no a la reificación en sí.

La reificación genera enormes problemas. En primer lugar, suele llevar a explicaciones de tipo circular. Usando un ejemplo extremo (no se lo tomen muy en serio): “una persona se deprime porque tiene un esquema de abandono; la evidencia de que tiene un esquema de abandono es que se deprime”. En este blog hemos llamado a esa tendencia “el mago desmemoriado”, aquel mago que pone un conejo en la galera y luego se sorprende muchísimo al sacarlo.

Y por supuesto, esta tendencia suele ser funesta para la investigación: “Cuando los eventos son asignados a alguna entidad interna oculta, no sólo la investigación científica se desvía hacia la tarea imposible de comprender la entidad oculta, sino que la curiosidad tiende a descansar. La investigación es obstaculizada no sólo por la dificultad de la tarea, sino por la aparente explicación que es tomada por la cosa real” (Baum, 2005).

Estén atentos y la próxima vez que lean algo de psicología, noten si el autor está hablando de constructos hipotéticos como si fueran cosas. Si es así, sigan leyendo, pero tomen todo con un grano de sal y hagan nota mental de poner al autor en el círculo del infierno que le corresponde.

Evitando el infierno

Vale la pena insistir en esto: los cuatro jinetes no son siempre nocivos. Cuando conversamos con otros profesionales, puede ser más rápido decir “el paciente hace X porque tiene el complejo de Ricardo Fort”, “tiene pensamientos automáticos” o “se corta para regularse” antes que hacer una explicación detallada. A veces construir una ficción explicativa es un recurso útil para socializar un concepto o para una psicoeducación.

Lo único necesario para evitar el infierno en estos casos es esto: recordar que no son explicaciones propiamente dichas. Parafraseando a Sagan, es una buena manera de engañarse a sí mismo y a los demás lo menos posible.

*Artículo previamente publicado en Grupo ACT y cedido para su publicación en Psyciencia.
Imagen: LifeonthecouchReferencias

Baum, W. (2005). Understanding Behaviorism: behavior, culture, and evolution (2nd ed.). Blackwell Publishing.

Eacker, J. N. (1972). On some elementary philosophical problems of psychology. American Psychologist, 27(6), 553–565. http://doi.org/10.1037/h0033108

Skinner, B. F. (1953). Science and Human Behavior (1st ed.). Macmillan Pub Co.


www.psyciencia.com

La Psicología Científica y las pseudopsicologías

Por Carlos J. Álvarez Glez (*)

 

La Psicología científica.

La Psicología nace como ciencia en el siglo XIX. Es un momento apasionante donde sesudos filósofos del conocimiento y de la mente convergen con eminentes fisiólogos, intentando despojar al estudio de lo mental de la especulación y la metafísica, para así colocarlo junto a las otras ciencias objetivas. La psicofísica, representada por investigadores como Weber y Fechner intenta medir cuantitativamente lo mental y establecer un puente entre lo físico y lo psicológico. Se rompía de esta forma el viejo dualismo cartesiano según el cual la mente era inabordable por la Ciencia. Llegaron a establecer leyes y fórmulas matemáticas que indicaban cuánto debía aumentar o disminuir una magnitud física concreta (vg. el peso de un objeto) para que el sujeto notara el cambio (la sensación). Es probablemente la primera vez que un proceso mental se mide objetivamente y de forma cuantitativa. Muchas de sus ideas y métodos continúan vigentes en la actualidad.
Luego sería Wilhelm Wundt el que establecería el primer laboratorio de Psicología en Leipzig, Alemania, y daría nombre y “certificado de nacimiento” a la nueva disciplina científica. Desde ese momento, los avances en el conocimiento empírico de nuestros procesos mentales y nuestra conducta fueron imparables. Desde un enfoque correlacional, diferente al experimental de Wundt, surgen los tests y la psicometría, que cuantifican y miden numéricamente factores que hasta ese momento pertenecían al ámbito de lo especulativo, tales como la personalidad o la inteligencia. Los avances estadísticos realizados en este periodo por psicólogos como Pearson o Galton alcanzaron a todas las disciplinas científicas.

La aventura continúa en el siglo XX, donde la Psicología Conductista norteamericana (previamente influida por Darwin y la teoría de la evolución) y la Psicología soviética coinciden en sus planteamientos experimentales y epistemológicos positivistas para alinear a la disciplina dentro de las ciencias naturales. La influencia de un fisiólogo como Pavlov, quien descubrió el reflejo condicionado por casualidad cuando estudiaba los jugos gástricos animales, es innegable. A pesar de los avances del siglo anterior, se niega en este momento la posibilidad de estudiar todo aquello que no se pueda observar y medir, reemplazando como objeto de estudio la mente por la conducta. La introspección como técnica para el análisis de los procesos mentales había entrado en crisis, llevando a la Psicología Experimental a un callejón sin salida.

A mitad de siglo, sin embargo, y debido en buena parte a la aparición de los ordenadores y la computación, aparece la Ciencia Cognitiva, fruto de la convergencia multidisciplinar entre psicólogos, matemáticos, técnicos en computación, ingenieros, neurofisiólogos, filósofos de la mente y lingüistas. En este momento, y gracias a la noción de cómputo, la Psicología Cognitiva recupera el estudio de los procesos mentales pero heredando del Conductismo sus métodos experimentales y la idea de que sólo se puede hacer ciencia a partir de lo empírico y objetivo.
Y así llegamos a nuestros días, donde la Psicología Cognitiva, de mano con las Neurociencias, dibuja un futuro cercano donde los avances en la comprensión de nuestra mente y de nuestro cerebro serán espectaculares. En el campo aplicado, la convergencia de planteamientos conductuales y cognitivos ha dado lugar a técnicas para resolver problemas individuales o sociales y a terapias científicamente probadas, de forma similar a como se hace en farmacología o en la medicina (vg. metodologías de doble ciego, asignación al azar de sujetos y análisis estadísticos inferenciales).

Las pseudopsicologías

En paralelo con esta emocionante empresa, asistimos perplejos a la proliferación de multitud de pseudopsicologías o “psicologías alternativas”, de tintes posmodernos y New Age que, por un lado, niegan y rechazan el método científico, y por otro, intentan hacerse pasar por “ciencias”. Algunas de estas pseudopsicologías son las siguientes:

1) Parapsicología. El hecho de que la palabra psicología se encuentre en el mismo puede llevar a engaños, algo muy similar a lo que ocurre con los términos astronomía (ciencia) y astrología (pseudociencia). La parapsicología no es ninguna rama ni especialidad de la psicología, ni se imparte como materia en ninguna universidad española. Es cierto que se han realizado experimentos, sobre todo en EE.UU. y en el Reino Unido (en Edimburgo existe un laboratorio de parapsicología en la propia facultad de Psicología), que supuestamente han encontrado evidencia de ciertos fenómenos paranormales como la telepatía o la telequinesis (mover objetos con la mente). Entre ellos cabría citar a Rhine, uno de los fundadores de la parapsicología, Levy, Targ, Puthoff y muchos otros, incluyendo a los más actuales, por ejemplo Honorton y sus experimentos ganzfeld. El ganzfeld es un campo visual y perceptivo homogéneo bajo el cual los sujetos intentan usar sus poderes psíquicos para describir un dibujo u otro estímulo visto por el “remitente” en una habitación distante. De acuerdo siempre a sus autores, parece que esta nueva técnica está dando resultados prometedores. Sin embargo, son muchas las críticas de tipo metodológico y estadístico realizadas por investigadores escépticos como los psicólogos Stokes, Hyman, Alcock y Wiseman.

Lo que diferencia a la parapsicología, incluso a la crédula, de otras pseudociencias es que comparte con la ciencia en general y con la Psicología en particular la idea de que el método científico es la mejor vía para la comprensión del mundo, incluidos los supuestos fenómenos paranormales. Y también es preciso reconocer que algunos parapsicólogos son honrados y poseen una buena formación experimental y estadística. Otra cosa bien distinta es que su deseo y ansia por encontrar evidencia de poderes extrasensoriales muchas veces les pierda. Y es que su objetivo de establecer una base científica para la fenomenología paranormal sigue igual ahora que hace veinte años. La mayor parte de sus resultados son imposibles de reproducir (algo fundamental en ciencia) y han sido puestos en entredicho por la Psicología científica debido a sus sesgos y errores metodológicos. Algunos han sido simplemente fraudes. Por otro lado, no existen modelos teóricos para explicar los datos. La definición misma de Percepción Extransensorial o de cualquier otro supuesto fenómeno paranormal es puramente descriptiva (no explicativa, algo también fundamental en ciencia) y se basa en una negación: aquella percepción que NO se realiza a través de los sentidos. Por otro lado, y esto resulta lamentable, la mayoría de personas que se autocalifican como parapsicólogos no poseen ninguna titulación universitaria ni formación investigadora alguna.
2) La terapia de regresión tiene influencias de corte psicoanalítico y fue creada en el siglo XIX por Pierre Janet y hoy es célebre gracias al psiquiatra Brain Weiss. La denominada regresión terapéutica es una técnica según la cual podemos volver hacia atrás en nuestros recuerdos, acceder a experiencias pasadas, para poder cambiar contenidos de tipo inconsciente que penetraron en nuestra mente y que son la causa de muchos males presentes. Según defensores de esta terapia, lo que recordamos no es necesariamente lo que ocurrió, algo constatado de sobra por la Psicología científica, sino una representación de nuestro inconsciente. Resulta curioso que una terapia de corte psicoanalítico como ésta reconozca la falsedad de los recuerdos. Sin embargo, su explicación de lo que se recuerda es aún más curiosa: contenidos inconscientes. Resulta mucho más parsimonioso hablar de falsos recuerdos susceptibles de ser inducidos por la propia terapia que de contenidos inconscientes, como ha demostrado en multitud de experimentos la Psicología Cognitiva y que veremos posteriormente. Éste es, a mi modo de ver, uno de los peligros mayores de este tipo de terapias: confundir recuerdos reprimidos con recuerdos inducidos o falsos.

3) Pero la lista de psicologías alternativas que nada tienen que ver con el estudio responsable de la mente es interminable. Algunos ejemplos actuales y que podemos encontrarnos con cierta frecuencia son los siguientes: la anteriormente mencionada terapia holística, la psicología holística, el análisis transaccional y la psicología transpersonal. Estos tres casos constituyen un grupo de sistemas de diagnósticos y tratamientos en los que se mezclan conceptos psicológicos con otros absolutamente esotéricos, pseudocientíficos, irracionales cuando no delirantes. Estas pseudopsicologías se caracterizan por el empleo de términos ligados a la Nueva Era como crecimiento personal, espiritualidad, el verdadero Yo interior, etc. así como su capacidad para relacionar todo con todo. Sus conexiones con el esoterismo y lo paranormal quedan patentes cuando, en sus publicaciones y páginas web encontramos que es normal hablar de ceremonias chamánicas, conexiones cádmicas, vidas anteriores, etc. En fin, se trata de un cóctel que produce vértigo, donde se mezcla la reencarnación, la influencia de los astros, los poderes mentales, la parapsicología y curiosamente, casi nada de Psicología.

4) Otra pseudopsicología es la programación neurolingüística (PNL), cada vez más popular. Este caso es especialmente delicado desde nuestro punto de vista ya que su nombre suena a disciplina científica: igual que la neuropsicología es una disciplina científica que estudia el sustrato biológico o neurológico de las capacidades mentales, se podría pensar que la PNL tiene algo que ver con la neurolingüística, que estudia las bases biológicas del lenguaje. Nada más lejos de la realidad. La PNL surge en los años setenta de la mano de un profesor de lingüística, John Grinder y de un estudiante de Psicología, Richard Bandler. Uno de sus postulados fundamentales es que los movimientos del cuerpo y la manera de respirar son indicadores claros de cómo las personas piensan. Por ejemplo, un pensador visual (signifique eso lo que signifique) respira a la altura del pecho, mientras que uno auditivo lo hace entre el pecho y el abdomen. La forma en que miramos también refleja lo que pensamos. Otra premisa básica de la PNL es que las palabras que usamos reflejan la percepción interna e inconsciente de nuestros problemas. Si estas palabras y percepciones son inadecuadas y las seguimos utilizando, los problemas persistirán. Si elimináramos lo referente a lo inconsciente y a las palabras, esta última premisa no sería descabellada, y de hecho es la base de las terapias conductual-cognitivas, que emplean tratamientos empíricamente validados y que constituyen la orientación mayoritaria en Psicología clínica. El problema es que enseguida comprobamos cómo se mezclan procesos mentales que son psicológicamente distintos y que la PNL utiliza de forma indiscriminada: hablan de aptitudes, de percepciones, de palabras y frases, de imágenes mentales o de procesos cerebrales como si todo fuera lo mismo. Pero, de nuevo, lo que termina de ubicar a la PNL es el empleo de conceptos y términos Nueva Era como cómo ser felices, desarrollo personal, la magia del cambio, despertando el poder, etc. Sus conexiones con las orientaciones “holísticas” son explícitas, como puede verse en sus links con parapsicología, medicinas alternativas, reiki, shiatsu y todo el entramado genuinamente New Age. Algunos psicólogos científicos, como Cross y colaboradores, sometieron algunos de los postulados fundamentales de la PNL a comprobación empírica. Los resultados de uno de los experimentos no mostraron ninguna correlación significativa entre movimientos de los ojos y verbalizaciones, una predicción de la PNL. En un segundo experimento, llegan a la conclusión de que no existe la más mínima evidencia de que pueda predecirse el sistema de representación preferido por un sujeto a partir de la observación de sus gestos y movimientos.

5) Rebirthing o renacimiento. Este sistema está relacionado con el anterior por la importancia que conceden a la respiración. Según sus proponentes, la respiración está íntimamente relacionada con el subconsciente. Por ello, es importantísimo saber respirar (¡cómo si nos tuvieran que enseñar a ello!), y una de las cuestiones en las que se enfatiza es en la realización de ejercicios llamados Respiración Circular Consciente. A través de estos ejercicios se somete a la respiración a un control voluntario, con lo cual se convierte en un puente entre las funciones conscientes e inconscientes de nuestro cuerpo-mente (¿?), pudiendo así solucionar todos nuestros males y tener una vida próspera. Hace tiempo, algunos socios de ARP asistimos a unas charlas informativas de esta terapia en Tenerife. Aparte de lo que se nos contó, hicimos ejercicios de respiración en los que se nos pedía al público que inspirásemos y expirásemos muy rápido y fuerte. Muchas personas reportaron luego sentirse “distintas” y “raras”. Tuvimos que ser nosotros los que explicáramos que eso se debía simplemente a la hiperventilación. O sea, que no sólo no son buenos esos ejercicios sino que pueden ser perjudiciales para la salud.

Aparte de la respiración también trabajan la regresión. Los lectores recordarán el caso acaecido hace unos años de la niña de 10 años que murió asfixiada bajo mantas y que llevó a los tribunales tanto a la madre como a las terapeutas del rebirthing. Intentaban hacerla renacer a través de una regresión cuyo objetivo era llevarla al útero materno. Aparte de que esta terapia cuenta en su haber hasta con asesinatos infantiles, huelga decir que el entramado en el que se sostiene se cae por su propio peso y los problemas son obvios: un cúmulo enorme de despropósitos y postulados sin la más mínima base, e indeterminación en toda la teoría. Por ejemplo, qué es el subconsciente, por qué se relaciona éste con la respiración y cómo, etc.

Una de las características de estas pseudopsicologías es el eclecticismo, es decir, la facilidad para mezclar todo con todo, como ya hemos visto. Normalmente, los grandes maestros de la psicología transaccional también son muy buenos en PNL, en parapsicología, etc. Y el rebirthing no es una excepción. En el mismo seminario se nos habló de cursos de milagros, y de la respiración fuimos pasando a planteamientos religiosos y místicos, así como de libros escritos por Jesucristo reencarnado.

6) Grafología. Muchas personas creen que la técnica mediante la cual puede conocerse la personalidad de una persona a través de su escritura está probada científicamente. Sin embargo, los estudios empíricos realizados son contundentes: no existe ninguna relación sistemática entre escritura y características de personalidad. El estudio de Beyersteins en 1992, por ejemplo, analizó 200 estudios grafológicos, llegando a la conclusión de que la grafología no es válida ni fiable. En otros estudios, se ha pedido a diferentes grafólogos que analicen una misma muestra de personas. Curiosamente, todos llegan a conclusiones distintas sobre las personas estudiadas, como expone Tripician en un artículo reciente del Skeptical Inquirer. Por otro lado, existen muchas escuelas de grafología que hacen predicciones contrarias, y se ha comprobado que la interpretación depende mucho de la persona concreta que la realice.

7) Como último ejemplo de utilización ilegítima de conceptos y términos psicológicos no podemos olvidarnos de la larga lista de supercherías y teorías irracionales sin la más mínima base: astrología, lectura del tarot, brujería, quiromancia, etc. Pueden ser consideradas pseudopsicologías porque todas pretenden ser sistemas de psicodiagnóstico, es decir, tienen la pretensión de poder diagnosticar características de personalidad, temperamento y problemas/patologías. Sus practicantes no dudan en acudir a términos psicológicos para ganar más dinero y aumentar la credibilidad de sus prácticas fraudulentas. Es frecuente escucharles sin el más mínimo pudor que lo que ellos hacen es científico con el fin de investir de cierto rigor y fiabilidad a sus prácticas.

VIII) Es cierto que existen teorías y terapias de tipo psicológico que no pueden denominarse científicas, como el psicoanálisis. Sin embargo, desde mi punto de vista, sería injusto por diversos motivos meter en el mismo saco a esta orientación y a las anteriormente mencionadas. Primero, el psicoanálisis surge dentro de la tradición médica y de la noción de enfermedad mental del siglo XIX. Tanto su nacimiento como su posterior desarrollo transcurren en paralelo y sin ningún contacto con la evolución de la Psicología resumida en el primer epígrafe. En sentido estricto podría afirmarse que el psicoanálisis no es Psicología. Segundo, las teorías psicoanalíticas fueron inicialmente propuestas por eminentes pensadores con una sólida formación para la época, como el psiquiatra Sigmund Freud. Sus contribuciones e influencia, tales como el concepto del subconsciente, de la represión, del superego, etc. son evidentes en el pensamiento moderno en general. De hecho, la influencia del psicoanálisis ha sido mayor en psiquiatría y en otras disciplinas sociales y humanistas que en la propia Psicología, donde como hemos dicho, nunca ha conformado un paradigma en sentido estricto usando la terminología de Kuhn. Como ya se ha comentado, es una escuela que proviene de la medicina, no de la Psicología. Las orientaciones psicoanalíticas han estado representadas de forma marginal, cuando no ausentes, en la Psicología académica, exceptuando algunos países sobre todo latinoamericanos. En tercer lugar, muchas de sus ideas sobre la sexualidad humana probablemente estaban justificadas en los pacientes que Freud trató (mayoritariamente mujeres adultas en plena época victoriana y puritana) y subyacen a muchos problemas psicopatológicos. Conceptos como el de los mecanismos de defensa, la proyección, la negación de un problema o la importancia relativa de la sexualidad se encuentran frecuentemente en la praxis clínica, aunque los términos y las explicaciones puedan ser diferentes desde una óptica científica. Sin embargo, uno de los errores de Freud fue generalizar sus conclusiones a todo ser humano, además de que la mayor parte de sus interpretaciones de lo consciente con respecto a lo inconsciente son absolutamente discutibles y carecen de constatación empírica. Ningún psicoanalista se ha caracterizado por sus simpatías hacia el método científico.

Es probable que algún colega que trabaje en Psicología clínica o aplicada en general argumentaría que es muy fácil hacer una crítica a aquellas ramas de la Psicología no científicas, como el psicoanálisis, desde una perspectiva académica, desde la investigación de laboratorio. Que tendría que salir a la calle y que no es lo mismo los experimentos sobre microprocesos en contextos controlados realizados por los científicos cognitivos que la vida real y la Psicología aplicada, donde lo importante es que las cosas funcionen y se resuelvan los problemas de las personas. Sin embargo, la historia del conocimiento ha demostrado que el método científico es la mejor forma de avanzar sobre seguro y que ha supuesto el mayor aporte de cosas que funcionan. En este sentido, son muchas las investigaciones sobre la eficacia de los tratamientos psicológicos que ponen en duda el valor terapéutico del psicoanálisis y otras orientaciones no científicas. Entre ellos cabría destacar el amplio estudio llevado a cabo en 1995 y 1996 por la División de Psicología Clínica de la Sociedad Americana de Psicología. En esta investigación se evaluaron un gran número de tratamientos para muchos desórdenes mentales. Las conclusiones de su publicación sobre tratamientos psicológicos empíricamente validados son contundentes: los más efectivos son, sin ningún género de dudas, los conductuales y los cognitivo-conductuales. Es decir, precisamente aquellos que se basan en teorías científicas sobre el comportamiento y que están rutinariamente sometidos a validación empírica. Aún así, el psicoanálisis continúa vigente, siendo la orientación predominante en algunas facultades de Psicología, sobre todo latinoamericanas. Por otro lado, los desvaríos de algunos neo-psicoanalistas como Lacan y su interpretación errónea de conceptos científicos han sido expuestos por Sokal y Bricmont, en su excelente obra Imposturas intelectuales. Pero repito: a pesar de no ser una orientación científica creo que al menos algunas ideas psicoanalíticas no merecen el mismo tratamiento que las terapias alternativas aquí expuestas. Por lo menos habría que considerar al psicoanálisis como una teoría filosófica curiosa y no carente de interés sobre la mente humana, además de reconocer su influencia en el pensamiento moderno en general. Las críticas de la Psicología científica a esta teoría deben encuadrarse en otro contexto distinto de la crítica a las paraciencias. Lo mismo podría decirse de muchas tendencias fenomenológicas y humanistas, algunas emparentadas con el psicoanálisis, las teorías del niño interior, algunas tendencias mínimamente serias del análisis transaccional o las terapias gestálticas. Por cierto, de éstas últimas hay que destacar la nula relación que tienen con la escuela de la Gestalt, desarrollada a principios del siglo XX en Alemania por psicólogos como Wertheimer, Koffka o Köhler, una de las orientaciones explícitamente científicas dentro de la Psicología, y cuyos trabajos sobre la percepción visual o sobre el pensamiento son ineludibles en cualquier libro de texto de Psicología. Entre estos trabajos habría que destacar las investigaciones con primates no humanos de Wolfgang Köhler sobre el insight y la resolución de problemas en chimpancés, realizadas en la primera estación primatológica del mundo en el Puerto de la Cruz (Tenerife) a principios del siglo XX.

Psicología “transpersonal” e hipnosis regresiva

Aunque anteriormente hemos aludido a la psicología transpersonal y a las terapias de regresión, para finalizar nos detendremos un poco más en el empleo de la hipnosis regresiva.

Resulta sumamente peligroso cuando los pseudocientíficos de la mente, estos elementos reaccionarios que reivindican una vuelta al oscurantismo, a la superchería y a la incultura, son psicólogos/as titulados/as. Es obvio que en todas las profesiones hay garbanzos negros, bien sea por oportunismo o por incapacidad. La formación científica no es fácil, y hacer ciencia requiere, aparte de una licenciatura, muchos años de preparación en metodología, matemáticas, diseños de investigación, etc. Es mucho más fácil leerse unos pocos libros de opiniones sin atisbo de crítica sobre hipnosis, poderes paranormales o astrología, como hace la autodenominada psicología transpersonal. Hace poco, uno de estos psicólogos transpersonales, quien además suele salir en programas de asuntos paranormales en televisiones locales, impartió unas conferencias en Santa Cruz y en el Puerto de la Cruz. Uno de los temas que trató fue la regresión hipnótica, según la cual podemos regresar al pasado o…¡a otras vidas! Aparte de engañar al público e ir en contra del código ético del psicólogo (según el cual sólo se aplicarán técnicas empíricamente comprobadas), el conferenciante fue más allá: la regresión hipnótica puede curar o ayudar a curar el cáncer. Afirmaciones como ésta no requieren más comentario sino una actuación judicial. No es ya sólo una cuestión de mantener hipótesis falsas y absurdas, sino de un peligro enorme contra la salud pública. El problema es que la hipnosis es uno de los temas que más mitos, creencias erróneas o leyendas urbanas sobre la mente humana ha generado.

El uso de procedimientos similares a la hipnosis para cambiar el comportamiento se remonta a la más remota antigüedad, y existe evidencia de su uso en el antiguo Egipto, en la Grecia clásica o en la antigua China. El comienzo de la evolución del concepto de hipnosis moderno habría que situarlo en Mesmer, un médico vienés del siglo XVIII y padre del magnetismo animal, quien creía que los trances hipnóticos que observaba en sus pacientes eran debidos al magnetismo irradiado por su persona. Había descubierto, sin saberlo, el poder de la sugestión. En el siglo XIX, la hipnosis sería vista por Charcot (maestro de Freud) como un producto de la enfermedad mental que él llamaba histeria. Posteriormente, la hipnosis sería utilizada por Freud para recuperar experiencias traumáticas, aunque la abandonaría más tarde al descubrir que no era necesaria.

Existe la creencia generalizada de que la hipnosis es algo así como un estado especial de consciencia, diferente al sueño o la vigilia, en el que la persona pierde su voluntad convirtiéndose en una especie de marioneta. Además, se piensa que a través de la hipnosis se puede viajar al pasado y recuperar nítidamente recuerdos ocultos, reprimidos, pudiéndose revivir situaciones pasadas. Ésta es también la visión que de la hipnosis tienen las pseudociencias de la mente. Pero la evidencia aportada por las investigaciones científicas de la hipnosis nos dice que todo esto es sencillamente falso. El llamado trance hipnótico no existe.

Por ejemplo, la Psicología científica ha demostrado que la regresión hipnótica no es real, no existe como tal. La hipnosis es un estado donde personas sugestionables lo son aún más, provocando que el sujeto hipnotizado actúe según sus creencias y aquello que el hipnotizador le dice. Se establece así una situación de role-playing donde cada uno desempeña su papel. Por ejemplo, se sabe que nadie haría cosas bajo hipnosis que no haría en un estado no hipnótico o que no quisiera hacer. En el caso de la regresión, no está viajando literalmente al pasado, sino recreando o imaginando que está allí, porque así le ha sido sugerido por el hipnotizador y porque desea hacerlo.

Como se dijo anteriormente, se ha comprobado de sobra en multitud de experimentos que la hipnosis no incrementa el recuerdo ni su precisión, y que sin embargo, aumenta la posibilidad de generar y recuperar recuerdos falsos. Científicos cognitivos como Loftus o Spanos han demostrado que es relativamente sencillo inducir recuerdos falsos mediante hipnosis (y también sin hipnosis). Éstos y otros investigadores han denunciado y demostrado empíricamente la recuperación mediante hipnosis de recuerdos de rituales satánicos que jamás sucedieron, abusos sexuales que no existieron, abducciones por seres extraterrestres, contactos con fantasmas y espíritus, “visitas” a vidas pasadas, etc. Por tanto, podemos afirmar de acuerdo con la más que amplia bibliografía científica, que la regresión hipnótica no existe, y que el uso de la hipnosis no tiene sentido más allá de su empleo como método de relajación o con el fin de inducir una sugestión que puede ser beneficiosa, como hace minoritariamente la Psicología clínica cognitivo-conductual (aquella que utiliza procedimientos empíricamente validados).

Conclusión

El camino desde el ancestral “estudio del alma” hasta las actuales ciencias de la mente, la conducta y el cerebro ha sido largo, intenso y apasionante. No ha sido una senda fácil. Pero los avances que están teniendo lugar en la actualidad y los que se perciben para un futuro cercano son estimulantes. Por eso, creo que es fácil entender que no podamos permanecer impasibles ante aquellos oscuros personajes que, movidos por intereses de enriquecimiento personal a costa de la salud de los otros, pretenden hacernos retroceder a una nueva edad media de superstición, sinrazón e irracionalidad, desdeñando así la auténtica aventura del conocimiento.

(*)  Dr. Carlos J. Álvarez Glez.
Profesor Titular de Psicología Cognitiva
Universidad de La Laguna

La Psicología Científica y las pseudopsicologías

Aida. Agradezco las noches que se hicieron mañanas por amigos que se hicieron familia

amigos de noche tumbados

No podemos elegir la música que la vida va a hacer sonar para nosotros, ni que aquella canción que tanto nos gusta vuelva a sonar una y otra vez cada día. Pero, sí podemos dirigir el baile, decidir acompañantes que luego serán amigos y vestir el corazón para interpretar nuestra coreografía personal.

Es cierto que el baile, a veces, exige un solitario porque siempre es positivo mejorar los propios pasos y conocernos dentro de la pista, pero hay coreografías en las que seguro vamos a necesitar el número de una pequeña mano de personas que sientan el estribillo igual que lo hacemos nosotros.

En esos casos la elección del grupo de baile que te va a acompañar es una de las decisiones más importantes: juntos pasaréis fatigas, superaréis baches, ganaréis resistencia y, sobre todo, aprenderéis a no dejar de bailar bajo ninguna circunstancia. Lafamilia, incluida la que uno encuentra, forma este equipo: amigos gracias a los cuales las noches son el momento del día en el que salen más estrellas.

Corazones que empujan a no dejar de bailar

La voluntad y el coraje son las dos armas principales que consiguen que un bailarín supere todos sus obstáculos: que le digan que nunca lo logrará, que se mueva peor en unos determinados estilos de danza, que haya momentos en los que expresarse con el cuerpo le resulte más sencillo…

Amigas sentadas en la cama tomando café

Los amigos son algo así como el coraje, la voluntad y la fuerza que nos falta con algunos de nuestros monstruos: aquellos que nos dirán que sí, que podemos; los que nos darán la mano en las situaciones más complicadas que nos hacen quedarnos quietos, esos que entenderán que no hablemos y que lo harán por nosotros si es necesario.

“Quizás es bueno tener una mente maravillosa, pero un regalo incluso mayor es descubrir un corazón maravilloso.”
-Película Una mente maravillosa

Los amigos son esos corazones que empujarán a no dejar de bailar cuando aparecen las primeras señales de cansancio y en nuestra mente aparece la tentación de parar. Ellos son esas personas maravillosas que hacen valer más un abrazo que cualquier otra acción: un regalo que convierte nuestras caídas en pasos escénicos.

Sus risas son agua en un desierto

Al pensar en mis amigos yo no puedo separarlo de un poema de Luis Alberto de Cuenca, en el que se recoge el verso original de este subtítulo. Esto me pasa, quizá, porque el infierno se asocia con un lugar dónde alguien va a pasarlo mal y la risa de los amigos son capaces de hacernos salir de los peores lugares.

“A veces el tesoro te desentierra a ti.”
-Benjamín Prado-

Amigos en una piscina al amanecer

Las noches más frías gracias a ellos tienen significado y valor, porque te hacen ver lo que no ves y llegar a la mañana siguiente con valentía. Las noches más duras gracias a ellos son más débiles o, al menos, nos lo hacen parecer. Las mañanas, cuando llegan, gracias a ellos lo hacen llenas de primavera y dejando atrás todo el invierno.

En ocasiones, el baile es lento, sombrío, muy duro e incluso triste pero tu equipo de baile sigue estando ahí: interpreta la coreografía hasta el final y a tu lado, te ayuda a hacer las acrobacias más complicadas y espera hasta que la música acabe.

Amigos, el “rocanrol” de la vida

Siguiendo con la metáfora del baile, a todo bailarín se le obliga a tener un oído perfecto para escuchar el ritmo que se le marca, una disponibilidad de su tiempo plena para hacer crecer lo que va recogiendo de su aprendizaje y una coordinación exquisita que mantenga siempre a sus compañeros concentrados, a golpe de mirada.

Por ello, los amigos son los mejores bailarines que podríamos querer en nuestra escuela de baile: nadie mejor que ellos para escuchar, aunque sea tu silencio; nadie mejor que ellos para guiar tu ritmo y ser tu ejemplo; nadie mejor que ellos para ofrecerte su tiempo, ese que hace crecer amistades y fortificar el cariño. Nadie mejor que ellos para coordinarse contigo, en las buenas y en las malas.

Amigas bailando en una discoteca

Los amigos son el rock and roll de nuestra vida, ese espíritu rebelde y a la vez sofisticado y variado que anclará tus pies a la pista y solo dejará que los levantes para seguir bailando. Los amigos son, en definitiva, aquellas personas a las que puedes agradecer que tus noches se hayan convertido en mañana, la razón del baile.

“Si no tienes algo por lo que bailar,

encuentra una razón para bailar.”

-Melody Carstairs-

Aida. Simbología y función del obelico…

Simbología y función del obelico + Entrevista a David Topí

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Un obelisco es una columna de base cuadrada, que se va estrechando conforme sube, hasta llegar al extremo que se corona con una pequeña pirámide llamada piramidión, la cual, en sus orígenes, estaba hecha siempre de oro o bronce, con el propósito de que reflejara los rayos del Sol, ya que, originalmente, los obeliscos se relacionaban con el culto al dios asociado a nuestra estrella.

El orígen y significado de los obeliscos puede rastrearse hasta la cultura egipcia, donde empezaron a ser usados. En aquel entonces, los lados del monumento se tallaban con jeroglíficos que indicaban que faraón lo había erigido, cuál era el nombre del dios al que se dedicaba, y cual era el acontecimiento militar o político por el que se erigía. Así, se cree que los obeliscos surgen en la quinta dinastía egipcia, aproximadamente del 2494 a.C. al 345 a.C. y que se levantaban con el propósito de rendir culto principalmente a Amón Ra, a Baal, a Nimrod, y a las diferentes deidades que, con el tiempo, se han asociado al astro rey.

Por otro lado, los obeliscos son también claramente símbolos sexuales, ya que el falo, órgano reproductivo masculino, fue también reconocido (igual que el Sol) como un símbolo de vida y, por ende, un símbolo del mismo dios Sol. Hoy en día, este es el significado más extendido y compartido a la hora de analizar su simbolismo, y se entiende que, allá donde exista un obelisco, es sinónimo de fuerza, energía sexual y poder masculino.

Torres de emisión de energía

Sin embargo, simbolismo aparte, el uso de obeliscos hoy en día, en la arquitectura de nuestras ciudades, obedece a otras razones, superpuestas y complementarias quizás al simbolismo pagano y al culto por nuestras élites a las mismas deidades de hace miles de años, pero con motivos muchos más prácticos, y es que, por su forma y funcionamiento, un obelisco es básicamente una torre de captación y emisión, una antena, que puede concentrar desde su base cantidades ingentes de energía y emitirla desde su punta hacia algún otro lugar situado en los alrededores. Este es el uso que se le da en la actualidad, o se le ha dado, por aquellos que han planificado las grandes urbes del planeta, a través de los conocimientos de la geometría sagrada y/o simplemente haciendo caso a aquellos que, desde otros niveles de poder, sugerían que poner y dónde poner formas arquitectónicas concretas.

Por lo general, y si dais una vuelta por vuestra ciudad lo observaréis de primera mano, los obeliscos en nuestras urbes se sitúan en puntos clave donde, en las cercanías, existe algún tipo de estructura que necesita y se nutre de esa energía emitida para potenciar su funcionamiento. Están cerca de iglesias y lugares de culto importantes, están cerca de instituciones y lugares de poder legislativo, jurídico, económico, etc., y están cerca de puntos donde existe la posibilidad de “enchufarse” a alguna toma de energía natural del planeta. Y es que, normalmente la energía que se recoge puede ir desde las fuerzas subterráneas que discurren por las llamadas líneas Ley, Hartmann, Curry, etc., hasta la energía de las personas que se concentran en cantidades masivas en lugares específicos, sea en manifestaciones, en congregaciones puntuales, eventos multitudinarios, etc.

Normalmente el receptor de este tipo de emisión desde la antena que representa el obelisco, será algún tipo de construcción que termine en cúpula o en pirámide, estructuras que conducen también muy bien la energía, esta vez como receptoras de la misma. Hay obeliscos famosos en Washington, París, Lóndres, Nueva York, Estambul, Florencia, etc. y salen con frecuencia en películas y series, muchas veces asociados a símbolos como los descritos anteriormente o a los movimientos energéticos que producen.

El obelisco del Vaticano

Ejemplos de este último uso es el obelisco situado en la catedral de San Pedro en el Vaticano, donde, siempre en medio de una plaza circular (como están la mayoría de obeliscos del mundo), es usado para concentrar y redirigir la energía de las masas hacia la propia catedral y los poderes que allí se mueven. En este caso, no se trata solamente de una copia de un obelisco egipcio, sino que es el mismo obelisco que era adorado en Egipto tiempos atrás, y que, Calígula, en los años 37-41 d.C., hizo transportar desde Heliópolis hasta su circo de las colinas del Vaticano, donde actualmente yace la catedral de San Pedro.

Tesla pensó en ello

Muchos sabéis que Nicola Tesla pretendió crear una red eléctrica inalámbrica, para ello quería construir torres por todo el mundo que difundieran la electricidad como lo hace una emisora de televisión o de radio. Según sus trabajos, transmitir por el aire o a través del terreno, sin cableado, era posible aprovechando la conductividad de ambos medios para transportar la corriente eléctrica, de forma limpia y gratuita. La razón es que, en el aire, si aplicas suficiente voltaje, se obtiene un arco voltaico, al igual que se crea en las bombillas fluorescentes. En la tierra, hay agua, minerales y sales, que también hacen fluir los iones y, como consecuencia, transportan corriente eléctrica. Bajo este principio, los obeliscos son la perfecta antena emisora, en este caso estando construidos de granito, como una pieza de cristal macizo, y cortados a tamaños específicos y sintonizados como un diapasón. Al menos sobre el papel, estos funcionaban como torres emisoras de la electricidad, para transportarla de punto a punto, creando una red eléctrica completamente gratuita.

Este mecanismo es conocido por aquellos que dirigen los hilos desde hace milenios, y ha sido puesto en práctica ornamentando nuestras ciudades con obeliscos, en miles de puntos del planeta, creando así una red de transmisión de energía, la humana y la natural de la Tierra, hacía aquellos lugares donde se puede usar para cualquier fin que se desee. Todo funciona con energía, sea lo que sea, así que cuanto más tengas, más fácilmente puedes alcanzar, crear, o manifestar lo que quieras, sea con la que sacas de la Tierra, sea con la que coges de las personas cuando estas se concentran en masa en algún punto. Nada más que otra vuelta de tuerca al uso de pilas para la matrix en la que nos encontramos.

un abrazo,
David Topí

Entrevista en el programa de TV TR3INTA y TR3S: Mira que me han hecho entrevistas, pero nunca en un entorno virtual tan futurista e impresionante. Aquí teneís la primera entrega del programa de TV TR3INTA y TR3S, en el que estuvimos charlando sobre el ser humano, su estado actual evolutivo, sus programas y su psique, etc. La entrevista a partir del minuto 18.20 para los que queraís ir al grano.

Aida. Un Nuevo Pensamiento de Vida

Mark Twain es considerado por muchos como uno de los escritores más importantes en la historia de la literatura Norteamericana, y creemos que no se equivocaban, ya que este hombre no solo fue un escritor de lujo, sino también un libre pensador que, aún hoy, nos sigue sirviendo como fuente de inspiración para ver y vivir la vida de una forma completamente nueva y distinta.

1. La edad está en la mente antes que en cualquier otro lugar.
“La edad es una cuestión de mente sobre materia. Cuando no te importa, simplemente no te importa.”

 
Con estas palabras, Twain nos intenta decir que la edad es solo un número, algo material, algo que no nos define ni define la vida que debemos vivir. Esto quiere decir que una persona de edad avanzada puede tener un espíritu joven, y que las limitaciones que imponemos sobre algunas edades, con excepción de las físicas, solo están en nuestra cabeza.

Este consejo no solo tiene que ver con la edad sino también con la confianza en uno mismo. Cuando tenemos un problema o un conflicto interno, es imposible no reflejarlo y transmitirlo a las personas que están a nuestro alrededor. Recuerda que cuando nos sentimos bien con nosotros mismos, podemos dar y recibir también lo mejor de los demás.
2. El humor es una de las cosas más importantes

“El humor es la bendición más grande de la humanidad.”
“Nada se resiste a un ataque de risa.”
Algo tan simple como la risa puede ser una de las experiencias más gratas del ser humano. Sin humor y sin sonrisas, la vida perdería sentido, y aunque es verdad que existen otras cosas agradables más allá de la risa, todo es mucho más lindo y positivo cuando viene acompañado de una buena dosis de ellas. Además de mejorar nuestro humor y nuestras relaciones interpersonales, la risa es excelente para la salud.

3. El enojo trae más daños que beneficios

“El enojo es un ácido que puede hacer más daño al recipiente que lo contiene que a cualquier cosa sobre la que sea derramado.”
¿Quién no ha experimentado enojo alguna vez en su vida? Lamentablemente, éste es un sentimiento que todos hemos vivido en algún momento. Sin embargo, existen formas de controlarlo para evitar que se interponga en nuestro camino. Cuando pensamos constantemente en nuestro enojo, lo único que logramos es alimentar ese círculo vicioso de negatividad y opacar todas las cosas buenas que nos han pasado durante el día. Por eso, la próxima vez que te enojes con alguien, deja que el tiempo pase y concéntrate en las cosas positivas que te hacen feliz.
4. El mundo no nos debe nada

“No vayas por la vida diciendo que el mundo te debe algo. El mundo no te debe nada, estaba aquí primero.”
Muchos de nosotros en ocasiones tendemos a pensar que el mundo y la vida nos deben algo: dinero, un buen trabajo, felicidad, etc. Sin embargo, estos sentimientos solo causan frustración, amargura, enojo y resentimiento. Olvídate de estas expectativas, nada en la vida es regalado, recuerda que todo lo que nos sucede en la vida es producto de nuestras decisiones, nuestro trabajo y nuestro esfuerzo.
5.  Tener una idea nueva no es un crimen

“Una persona con una idea nueva es un loco hasta que triunfa.”
Cuando tu visión y tu opinión difieran con las de la mayoría de las personas, espera diferentes reacciones. Algunos te apoyarán, otros te ignorarán y otros tratarán de tirarte abajo. Por lo general, las personas que tienen problemas para admitir opiniones o posturas contrarias a las suyas, tienden a reaccionar de forma agresiva porque sienten que sus ideas están siendo amenazadas. No dejes que las opiniones negativas te afecten y recuerda que lo que hoy parece una locura, en un futuro puede ser un éxito, la única forma de saberlo es probando.
6. No dejes que tus pensamientos se vuelvan negativos

“Elimina los problemas de tus pensamientos… por las orejas, por los tobillos o de cualquier otra forma que puedas.”
Si lo único que hacemos es pensar en nuestros problemas y preocupaciones en vez de apreciar todas las bendiciones que tenemos, rápidamente adoptaremos el hábito de la negatividad. !y qué mal hábito!  La actitud positiva es una de las mejores cualidades que una persona puede tener, ya que de esta forma nuestros proyectos y las relaciones con el mundo que nos rodea se vuelven mucho mejores. A pesar de que la vida está llena de desafíos y obstáculos que ponen a prueba nuestra fortaleza e integridad, con una actitud positiva, puedes estar seguro de que nada te vencerá.
7. También preocúpate por los demás

“La mejor forma de levantar nuestro ánimo es levantando el ánimo de alguien más.”
Ayudar a los demás no solo nos hace mejores personas, sino que también atrae energía positiva y buena voluntad por parte de las personas que nos rodean. No somos los únicos con problemas, y definitivamente debemos estar agradecidos con la vida que nos tocó vivir. Ayudar a los demás nos dará fortaleza y un sentimiento  tan gratificante que nos dejará sonriendo todo el día.
8. Prueba todo y no te arrepientas de nada
“Dentro de 20 años estarás más decepcionado por lo que no hiciste que por lo que hiciste. Así que suelta las amarras, navega lejos de los puertos seguros, atrapa los vientos alisios en tus velas. Explora, sueña, descubre…”
Siempre es más fácil postergar las cosas que queremos hacer, ya sea por miedo, por falta de tiempo, o porque nos excusamos bajo la respuesta »es que no es el momento adecuado», sin pensar que el tiempo de actuar es ahora y no mañana. A medida que pasa el tiempo, las oportunidades se vuelven cada vez más escasas, y las cosas de las que terminamos arrepentiéndonos son aquellas que nunca hicimos.

Debemos entender que el fracaso es parte de la vida, y que nunca debemos dejar pasar una oportunidad por miedo a fracasar. La próxima vez que quieras hacer algo… hazlo, es mejor intentar antes que quedarse toda la vida con la duda de lo que hubiese pasado.
La Enfermedad viene de ti mismo y no te das cuenta

Somos las únicas criaturas en la superficie de la Tierra capaces de transformar nuestra biología mediante lo que pensamos y sentimos. Nuestras células están constantemente observando nuestros pensamientos y siendo modificadas por ellos. Un ataque de depresión puede arrasar nuestro sistema inmunológico; serenarse, al contrario, puede fortificarlo tremendamente. La alegría y la actividad armoniosa nos mantienen saludables y prolongan la vida. El recuerdo de una situación negativa o triste, libera las mismas hormonas y sustancias biológicas destructivas que el estrés. Sus células están constantemente procesando todas sus experiencias y metabolizandolas de acuerdo con sus puntos de vista personales.

No se puede simplemente captar datos aislados y confirmarlos con un juzgamiento. Usted se transforma en la interpretación cuando la internaliza. Quien está deprimido proyecta tristeza por todas partes del cuerpo. La producción de neurotransmisores a partir del cerebro se altera, el nivel de hormonas varía, el ciclo del sueño es interrumpido, los receptores neuropeptídicos en la superficie externa de las células de la piel se modifican, las plaquetas sanguíneas se tornan más viscosas y más propensas a formar grumos y hasta sus lágrimas contienen trazos químicos diferentes al de las lágrimas de alegría.

Todo este perfil bioquímico será drásticamente modificado cuando la persona se sienta tranquila. Estos hechos confirman la gran necesidad de usar nuestra consciencia para crear los cuerpos que realmente necesitamos. El proceso de envejecimiento puede ser neutralizado cada día. Shakespeare no estaba siendo metafórico cuando a través de su personaje Próspero dijo: “Nosotros somos hechos de la misma materia que los sueños”

¿Usted quiere saber cómo está su cuerpo hoy? Entonces recuerde lo que pensó y sintió ayer. ¿Quiere saber cómo estará su cuerpo mañana? ¡Observe sus pensamientos y emociones hoy!

Recuerde que al abrir su corazón y su mente evitará que algún cirujano lo haga por usted. La medicina está en ti y tú no la usas. La enfermedad viene de ti mismo y no te das cuenta. (Hansrat Ali)

fuente del texto/ivanjimenezmanimez.blogspot.com

Los problemas de esperar que los demás actúen como lo harías tú

Una de las peores trampas en las que podemos caer es esperar que las personas actúen como lo haríamos nosotros. De hecho, ese es precisamente el origen de muchos de nuestros problemas, y a menudo también de nuestras mayores decepciones. Esperamos que las personas muestren nuestro mismo grado de sinceridad, compromiso o madurez, y nos sentimos mal cuando constatamos que no es así.

La trampa mortal de las expectativas

Todos tenemos expectativas, sobre todo en lo que se refiere a las relaciones interpersonales. Los padres y las madres esperan que sus hijos sean solícitos y respetuosos, las parejas esperan que su compañero sentimental les ame y les sea fiel y los amigos esperan que les apoyemos en cualquier situación. A lo largo de los años hemos ido formando un entramado de expectativas que hemos depositado sobre los demás. Y por supuesto, también cargamos con las expectativas que los otros han puesto sobre nuestros hombros.
De hecho, a veces estamos tan metidos dentro de la tela de araña de expectativas que hemos construido que creemos que lo que pensamos, sentimos o hacemos es la norma. Creemos que todos deben actuar, a grandes rasgos, como lo hacemos nosotros, y si no lo hacen les juzgamos duramente, nos enfadamos o nos sentimos profundamente decepcionados.
El principal problema de poner el listón tan alto o pensar que todos deberían actuar como lo haríamos nosotros es que terminamos frustrados cuando nos damos cuenta que la realidad no se corresponde con nuestras expectativas. Por tanto, alimentar desmedidamente las expectativas es el camino más directo y rápido hacia la infelicidad.

Las expectativas son como una apuesta que estamos seguros que vamos a ganar

Las expectativas no son más que una suposición de cara al futuro, es como si estuviéramos apostando a que algo sucederá. Sin embargo, al igual que en las apuestas, existe la posibilidad de que lo que tanto ansiamos no ocurra. El problema es que al amasar nuestras expectativas no calculamos esa posibilidad, por lo que nos sentimos defraudados cuando descubrimos que hemos hecho una apuesta perdedora. Sin embargo, no podemos culpar a los demás por decepcionarnos, en todo caso, debemos «culparnos» por esperar demasiado de ellos.
Obviamente, no podemos deshacernos por completo de nuestras expectativas. Ese tampoco es el objetivo. De hecho, existen ciertas expectativas que son “comprensibles”, como esperar que nuestros hijos nos respeten o nuestra pareja esté comprometida con la relación. Estas expectativas son, de cierta forma, pilares sobre los que se sustentan las relaciones sanas y positivas.
No obstante, hay ocasiones en las que las expectativas son irreales, demasiado altas o prácticamente sin ninguna base. En ese caso, hay que aprender a minimizarlas ya que cuanto menos esperemos, más podremos encontrar y recibir. Esta idea sienta sus bases en la filosofía budista, la cual hace referencia a la “mente expectante” para indicar el sufrimiento que se autoinfligen las personas cuando llenan su mente de ideas preconcebidas y expectativas irreales.
A primera vista esta idea puede parecer pesimista, algunos pueden pensar que se trata de no esperar nada de la vida ni de las personas que nos rodean, pero en realidad implica asumir una actitud diametralmente opuesta. Cuando reducimos nuestras expectativas pero nos mantenemos abiertos al mundo, sin anticiparnos a lo que sucederá de manera expectante y hasta angustiosa, aprendemos a disfrutar más del aquí y ahora.
Minimizar nuestras expectativas es, en el fondo, darle una oportunidad al mundo y a las personas para sorprendernos. Implica asumir una actitud menos demandante y más abierta. A la larga, también nos permitirá ser más felices ya que nos evitará continuas decepciones y frustraciones.

¿Cómo dejar de esperar demasiado de los demás?

En vez de esperar demasiado de los demás, sería más inteligente esperar más de nosotros mismos. Las personas son muy complejas y a veces actúan de forma impredecible, por lo que pueden fallarnos, de la misma manera en que nosotros podemos fallarles a ellas por mil motivos diferentes. Por eso, es conveniente asumir una actitud más abierta y menos expectante, ganaremos en tranquilidad y felicidad.
1. Asume que nadie es perfecto, tampoco tú lo eres. No tienes por qué asumir el rol de juez, nadie es perfecto ni tiene la verdad en la mano. Asume que todos somos personas, intentando hacer las cosas como mejor podemos, y que los errores forman parte del aprendizaje, aunque a veces sean dolorosos. No juzgues a los demás usando tu propia vara, sobre todo si no has caminado con sus zapatos.
2. Respeta la individualidad. Disminuir las expectativas sobre los demás también implica respetar su identidad, dejarles cierta libertad para que actúen según sus valores y deseos. Las personas no tienen por qué comportarse como tú, ni seguir tus normas. Lo que es válido para ti, no tiene que ser válido para los demás. De hecho, cuando dejamos de esperar que las personas sean perfectas, comienzan a gustarnos por lo que realmente son.
3. Acepta que no siempre debes recibir algo a cambio. En muchas ocasiones vamos por la vida como si fuéramos acreedores, pensamos que porque hayamos hecho algunos favores, los demás están en deuda con nosotros. Sin embargo, si vamos a hacer el bien, es mejor que lo hagamos porque ello nos complace, no esperando recibir algo a cambio. De hecho, la verdadera felicidad no consiste en recibir, sino en dar.
4. Asume que tu felicidad depende de ti. En ocasiones, poner las expectativas en los demás significa responsabilizarles por nuestra felicidad. Condicionamos nuestra felicidad a sus comportamientos, de manera que nos volvemos dependientes de sus reacciones. Sin embargo, solo nosotros somos responsables de nuestra felicidad, por tanto, asegúrate de que tus expectativas no sean una excusa para ser infeliz.
5. Céntrate en la lección. Si en algún momento te has sentido mal porque tus expectativas no se han cumplido, aprovecha esa señal de alarma para hacer un examen de conciencia. ¿Se trataba de expectativas irreales? ¿Qué puedes aprender de esa situación? Aprovecha ese “revés” para desarrollar la resiliencia y adoptar una actitud menos expectante.
En todo caso, haz tuya esta frase de Denis Waitley: “Espera lo mejor, planea para lo peor y prepárate para sorprenderte”.

Rincón de la Psicología

Aida. Los niños amados se convierten en adultos que saben amar

Niños sentados de espaldas mirando el atardecer

Nuestras primeras experiencias con el mundo marcan nuestro desarrollo emocional. En los niños se entreteje una red que conectará su mente y su cuerpo, lo que determinará en gran parte el desarrollo de la capacidad de sentir y de amar.

En este sentido, nuestro crecimiento emocional dependerá de nuestros primeros intercambios emocionales, los cuales no enseñarán qué ver y qué no ver en el mundo emocional y social en el que nos encontramos.

Así, el campo de nuestra infancia nos permite sembrar las semillas del amor de manera natural, lo que determinará que la capacidad de amar y ser amados crezca de manera saludable y nos ayude a desarrollarnos.

“Somos seres emocionales que aprendimos a pensar, no máquinas pensantes que aprendimos a sentir”
-Stanisla Bachrach-

El significado de la nostalgia

Si alimentamos a los niños de amor, los miedos morirán de hambre

Las muestras de cariño y afecto elevan la autoestima en los niños y les ayudan a construir una personalidad emocionalmente adaptada e inteligente. Es decir, nuestro amor les ayuda a manejar los miedos naturales que surgen en las diferentes edades, fomentando un grado de sensibilidad saludable.

Los niños tienen una confianza natural en sí mismos. De hecho, nos asombra que ante desventajas insuperables y fracasos repetidos no se rindan. O sea, que la persistencia, el optimismo, la automotivación y el entusiasmo amistoso son cualidades innatas.

En este sentido, es el mundo o, mejor dicho, los adultos, los que vamos mermando esa inteligencia emocional con la que todos nacemos.

Darnos cuenta de esto nos ayuda a ser conscientes del papel tan relevante que tiene amar a nuestros hijos y educarlos desde el respeto, la empatía, la expresión y la comprensión de sentimiento, el control del enfado, la capacidad de adaptación, la amabilidad y la independencia.

el mundo azul

¿Qué podemos hacer para criar niños felices y saludables?

El temperamento de un niño refleja un sistema de circuitos emocionales innatos específicos en el cerebro, un esquema de su expresión emocional presente y futura, y de su comportamiento. Estos pueden ser o no adecuadas, por lo que la educacióndebe convertirse en apoyo y guía para ellos.

Para lograr una salud emocional óptima, debemos cambiar la forma en la que se desarrolla su cerebro. La idea es que a través del amor y de la educación emocional fomentemos ciertas conexiones neuronales saludables en los niños.

O sea, todos los niños y todos los adultos parten de unas características determinadas que tienen que gestionar juntos para lograr su bienestar físico y emocional.

Por ejemplo, el hecho de que un niño sea tímido por naturaleza, suele provocar que los adultos que nos encontramos a su alrededor lo sobreprotejamos, haciendo que se vuelva ansioso y perturbable con el paso del tiempo.

En este sentido, con lo que hoy en día conocemos, la educación emocional requiere de cierto desaprendizaje adulto. Un niño tímido debe aprender a poner nombre a sus emociones y a enfrentar lo que le perturba, no debe sentir que le cortamos las alas porque es vulnerable.

Un adulto tiene que mostrarse empático sin reforzar sus llantos y sus preocupaciones, proponiéndole a su vez nuevos desafíos socio-emocionales que le permitan evolucionar. Es decir, hay que proteger su salud emocional a través del desarrollo de sus características naturales.

que te importe quien te aporte (2)

Las claves básicas de una educación emocional saludable

Algunas de las claves básicas de una educación emocional saludable son:

  • Los especialistas suelen recomendar ayudar a los niños a hablar de sus emociones como una manera de comprender a sí mismos y a los demás. Sin embargo, las palabras solo dan cuenta de una pequeña parte (un 10%) del verdadero significado que obtenemos a través de la comunicación emocional.

Por esta razón, no podemos quedarnos solo en la verbalización, sino que tenemos que enseñarles a comprender el significado de la postura, de las expresiones faciales, del tono de voz y de cualquier tipo de lenguaje corporal. Esto resultará mucho más efectivo y completo para su desarrollo.

  • Desde hace años se viene promocionando el desarrollo de la autoestima de un niño a través del elogio y los refuerzos constantes. Sin embargo, esto puede hacer mucho más daño que bien. Los elogios solo ayudarán a nuestros niños a sentirse bien consigo mismos si están relacionados con logros específicos y con el dominio de nuevas aptitudes.
  • El estrés es uno de los grandes enemigos de la niñez. Sin embargo, es un inconveniente con el que tienen que vivir, por lo que protegerlos en exceso es una de las peores cosas que podemos hacer. Ellos tienen que aprender a enfrentar estas dificultades naturales de tal forma que desarrollen nuevos caminos neurales que les permitan adaptarse al medio en el que viven.
No podemos tratar de criar a nuestros niños en un mundo Disney de inocencia e ingenuidad. El estrés y la inquietud forman parte del mundo real y de la experiencia humana tanto como el amor y el cuidado.
Si tratamos de eliminar estos obstáculos, impediremos que tengan la oportunidad de aprender y desarrollar capacidades realmente importantes que les ayuden a enfrentar desafíos y decepciones que son inevitables en la vida.

La Mente es Maravillosa

Quienes lloran con las películas son más fuertes emocionalmente

Hay personas que lloran fácilmente con las películas, otras se avergüenzan de mostrar esas emociones, sobre todo los hombres, porque piensan que las lágrimas les hacen más débiles. Sin embargo, lo cierto es que llorar con un filme no es una señal de debilidad sino todo lo contrario, indica que estas personas son más fuertes emocionalmente.
En realidad, no hay nada de vergonzoso en llorar. Llorar es humano e indica simplemente una emoción, que puede ser tristeza, nostalgia o incluso felicidad o ira. De hecho, llorar durante una película es un indicador de empatía. Y las personas empáticas también suelen ser más exitosas a nivel social.


Lloramos con las películas porque somos empáticos

Cuando los personajes de una película están bien representados, podemos ponernos en su piel y ver la realidad a través de sus ojos. De hecho, estudios realizados con neuroimagen funcional han desvelado que nuestro cerebro prácticamente se conecta con el del personaje con el que nos sentimos identificados, hasta tal punto que se activan las mismas áreas cerebrales que necesitaríamos para realizar las tareas que le vemos hacer en la película, como caminar, saltar o aplaudir, por ejemplo.

Esta capacidad también nos permite comprender su situación y puntos de vista, así como experimentar sus mismos estados emocionales. Obviamente, la empatía está estrechamente vinculada con la forma en que está estructurado nuestro cerebro, sobre todo con las neuronas espejo, que son las principales encargadas de que podamos ponernos en la piel de los demás.

Por otra parte, cuando vemos películas con un elevado contenido emocional nuestro cerebro también libera oxitocina, un neurotransmisor muy potente que nos ayuda a conectarnos con otras personas y nos permite ser más empáticos, amables, confiables y desinteresados. Así lo ha demostrado una investigación muy interesante llevada a cabo en laClaremont Graduate School.
En este experimento, los psicólogos les pidieron a los participantes que vieran un vídeo del Hospital Infantil de St. Jude. La mitad de las personas vieron un segmento del vídeo en el que aparecía un padre hablando del cáncer terminal de su hijo pequeño. La otra mitad vio un segmento donde el niño y el padre visitaban el zoológico y no se hacía mención a la enfermedad.
Como era de esperar, el segmento en el que aparecía el padre hablando del cáncer de su hijo generó una respuesta emocional más alta: los participantes mostraron un aumento de un 47% de sus niveles de oxitocina en sangre.
A continuación, cada participante debía tomar una serie de decisiones relacionadas con el dinero y otras personas. Los resultados mostraron que quienes vieron el vídeo de contenido más emocional eran más generosos con los desconocidos y eran más propensos a donar dinero para la caridad. Por si fuera poco, quienes donaron el dinero también reportaron sentirse más felices.
Esto significa que la empatía, y las conductas que esta desencadena, como llorar cuando nos identificamos con los personajes de una película, en realidad no es una debilidad sino todo lo contrario, es una capacidad que nos permite conectar con los demás y que, a la larga, nos convertirá en personas más fuertes y felices.
De hecho, la empatía es uno de los caminos que nos conduce a la resiliencia. Cuando somos capaces de comprender a los otros, nuestro universo emocional se expande. De cierta forma, vivir esas experiencias a través de los demás nos ayuda a ser más fuertes y nos prepara emocionalmente para cuando tengamos que atravesar momentos similares.
La incapacidad para ponerse en el lugar de los demás es una desventaja social, mientras que la sensibilidad emocional, la capacidad para comprender a los otros y para experimentar sus emociones, nos permite ampliar nuestro horizonte emocional, convirtiéndonos en personas más fuertes.

Llorar también mejora el estado de ánimo

Si necesitas más razones para no reprimir tu llanto durante una película, he aquí otro estudio, esta vez desarrollado por psicólogos de la Universidad de Tilburg, en el que se apreció que los filmes tristes realmente puede mejorar nuestro estado de ánimo, pero solo si le damos rienda suelta a las lágrimas.
Estos psicólogos estudiaron el efecto emocional del llanto en 60 participantes mientras miraban una película y descubrieron que las personas solían sentirse mejor después de haber llorado. Al principio se sentían tristes, después recobraban el equilibrio y luego mejoraba considerablemente su estado de ánimo, un efecto positivo que se mantuvo durante unos 90 minutos.
De hecho, solo quienes lloraron reportaron sentirse mejor. Quienes reprimieron sus emociones se sintieron peor después de ver la película. Y es que las lágrimas tienen un efecto catártico, que a la larga mejora nuestro estado de ánimo ya que nos hace sentir más relajados, reduciendo la frecuencia cardíaca y respiratoria.
Por tanto, la próxima vez que veas una película y tengas ganas de llorar, hazle caso a la poeta uruguaya Sara de Ibáñez: “Voy a llorar sin prisa. Voy a llorar hasta olvidar el llanto y lograr la sonrisa”.
Fuentes:
Gračanin, a. et. Al. (2015) Why crying does and sometimes does not seem to alleviate mood: a quasi-experimental study. Motivation and Emotion; 39(6): 953-960.
Barraza, J. A. & Zak, P. J. (2009) Empathy toward strangers triggers oxytocin release and subsequent generosity. Ann N Y Acad Sci; 1167:182-189.

Rincón de la Psicología

«El Triple Yugo de Esclavitud de la Humanidad» Gary ‘Z’ McGee.

«Es tan difícil y peligroso
tratar de liberar a la gente que quiere vivir en la esclavitud
como lo es tratar de esclavizar a un pueblo
que quiere vivir en libertad
«.
Nicolás Maquiavelo

  • ¿Ha notado la gruesa capa de síndrome de Estocolmo que encierra el espíritu de la época actual?
  • ¿Puede usted oler el aroma de la fatalidad flotando hacia arriba de una cultura en decadencia?
  • ¿Puede usted ver cómo se hacen las cosas, no por consentimiento, sino por obligación? 
  • ¿Ve usted cómo la ley no protege su libertad, sino que protege a los poderes fácticos de hacerlo libre a usted? 
  • ¿Ve usted cómo está siendo recompensada la corrupción y la honestidad se ha convertido en auto-sacrificio?
  • ¿Ve usted que votar por el mal menor es seguir votando por el mal?
  • ¿Puede usted oír los gritos de las otras ratas en la jaula, corriendo en círculos a pesar de toda su rabia?
  • ¿Puede usted ver cómo

«La contaminación del medio ambiente es un reflejo directo de una contaminación psíquica interior de millones de individuos inconscientes que no toman la responsabilidad de su espacio interior?»

(Eckhart Tolle)

 

Si es así, entonces siga leyendo, con los ojos abiertos y con el corazón lleno. Si no es así, es el momento de abrir los ojos y luego levantarse con el corazón lleno.

La historia de la esclavitud del hombre hasta el momento, es como dio a conocer el anarquista Emma Goldman:

«La religión, el dominio de la mente humana;
la propiedad, el dominio de las necesidades humanas;
y el Gobierno, el dominio de la conducta humana,
representan la fortaleza de la esclavización del hombre
y todos los horrores que conlleva.»

Vamos a analizarlo.

1. Propiedad

«Sois cautivos de un sistema de civilización que más o menos os obliga a ir a destruir el mundo con el fin de vivir… sois cautivos – y habréis hecho del mundo mismo un cautivo.

Eso es lo que está en juego, ¿verdad? – El cautiverio y la cautividad del mundo».

Daniel Quinn

La propiedad es uno de esos 22 conceptos que consiguen enredar y anudar totalmente nuestro cerebro.

Es un choque de

«Necesito espacio que sea mío en el cual sobrevivir ‘con’. Yo no sobreviviré para siempre, así que el espacio no es realmente mío. ‘

Deliciosamente paradójico. Deliciosamente absurdo.

Nuestras mentes van de ‘esto es mío!’ estallando con la propiedad orgullosa de

‘algún día voy a morir, así que mi propiedad es una ilusión’

…que se sale en espiral hacia el nihilismo.

Es de esta manera que el concepto de propiedad está proporcionalmente enredado con el concepto de la mortalidad. Y cuando la mayoría de la gente está inconsciente viviendo sus vidas en la negación de su propia mortalidad, tenemos una situación en la que la propiedad se convierte en un proceso de superioridad de orgullo de acaparamiento y ego sobrevaluado.

Lleve la economía y una cultura que pone un precio a todo en la ecuación y usted tiene una situación en la que la mayoría de las personas tienen una malsana visión del mundo, de que todo se compra, todo puede ser contenido y convertido en un producto, cualquier cosa puede sostenerse cautiva, y donde la propiedad y un sentido de derecho van a la cabeza de la gente.

Es entonces que el dominio de las necesidades humanas es completo, convirtiendo a los hombres en esclavos utilizando la ilusión de su propiedad:

un tipo particularmente insidioso de esclavitud conocida como la esclavitud por deudas …

Solución – El préstamo

«El dos por ciento de la gente piensa; el tres por ciento de las personas piensan que piensan; El noventa y cinco por ciento de la gente prefiere morir antes que pensar».

George Bernard Shaw

Entonces, ¿cómo hacemos encajar ese aparentemente no encajado círculo?

En primer lugar, debemos asegurarnos de caer en este

«Dos por ciento de Shaw, de las personas que piensan.»

Es muy fácil permanecer en la ignorancia.

Es cómodo ir con el flujo de la visión del mundo basada en la propiedad del status quo: ese noventa y cinco por ciento que preferiría morir antes que pensar.

La capacidad de pensar fuera de la caja es rara por una razón:

la verdad duele como el demonio…

En efecto, si la ignorancia es felicidad, parece que el conocimiento es dolor. Especialmente cuando se trata de estar bien informado acerca de nuestra propia mortalidad y por lo tanto conscientes de la hipocresía última de la propiedad y ser propietario.

Pero está bien.

En lugar de ceder a la disonancia cognitiva. En lugar de permanecer hipócrita. En lugar de volverse nihilista. En lugar de revolcarse en el auto-derrotismo. Vamos a darle la vuelta al guión. Vamos a invertir la ilógica. Vamos a darle vuelta a las mesas. Vamos a llegar a un acuerdo con nuestra propia mortalidad y lanzarnos a un estado de honrar el Lugar y el Espacio con una conciencia existencial de que todos vamos a morir y de cómo eso está bien.

Está bien que la propiedad es una ilusión. Está bien que la propiedad es solamente siempre temporal.

Está bien que no hay permanencia. Está bien dejar de lado la idea de que cualquier cosa puede ser poseída. Está bien que usted pueda sólo prestar un espacio, un lugar, o una cosa para una cantidad de tiempo fugaz.

La pregunta final es:

¿Va usted a elegir estar sano (tratando el espacio como sagrado e interconectado) o ser insalubre (tratar el espacio como profano y desconectado) con su endeudamiento?

2. Gobierno

«Es más fácil de encontrar personas con capacidad para gobernarse a sí mismos que personas que se adapten a gobernar a otros».

lord Acton

Aquí está el argumento del estadista en pocas palabras:

Dado que ninguno de nosotros estamos aptos para gobernarnos a nosotros mismos, debemos votar a favor de unas pocas personas que no son aptas para gobernarse a sí mismas a que nos gobiernen a nosotros, gobernar hasta que seamos capaces de gobernarnos a nosotros mismos, como ellos no fueron capaces de hacerlo.

Que cosa…?

Es la última tautología:

La gente es mala, por lo que necesitamos un gobierno formado por gente mala, por lo que necesitamos un gobierno formado por gente que sea mala…

Usted entiende la idea. Clásico razonamiento circular.

Hemos sido condicionados a creer que las personas en el gobierno son aptas para gobernar de alguna manera, a pesar de que, en el fondo, todos sabemos que la única persona que está en condiciones de gobernar es a su propia persona. Y aunque eso es discutible.

Aquí está, abajo y sucio:

Somos una nación de personas descontentas e ignorantes de las causas subyacentes de por qué estamos descontentos y de cuán poco saludable es el sistema.

Nos hemos sumergido tan completamente en nuestra dependencia del inestable estado que no podemos ver el bosque por los árboles.

No necesitamos un gobierno que vele por nosotros.

No necesitamos ser gobernados por personas que no saben nada de nosotros.

Ni siquiera necesitamos un presidente, sólo hemos sido condicionados a pensar que lo necesitamos.

El gobierno, tal como está, es una olla gigante de agua de lenta ebullición.

Las personas gobernadas son ignorantes ranas disfrutando los cálidos consuelos de criatura en la olla.

Ahora,

  • coloque la olla a fuego fuerte de rico-haciéndose-más-rico, mientras los pobres-se-vuelven-más-pobres
  • revuelva y agréguele una carga de basura de disonancia cognitiva
  • tire un poco de anti-intelectualismo y nacionalismo extremo
  • espolvoree un poco de discurso anti-sucio-hippie por un lado con otro poco de nosotros-necesitamos –ser gobernados en el otro lado,

…y usted tiene una receta para un pueblo deseando-autoridad, amante del populismo, gente co-dependiente del estado que de alguna manera cree que las personas no pueden conducirse a sí mismos, así que vamos a votar por algunas personas que tampoco pueden conducirse a sí mismas a que nos guíen.

¡Ding ding ding …!

Solución: No necesitamos maestros o gobernantes o presidentes o reinas o emperadores – necesitamos aprender cómo conducirnos a nosotros mismos.

Solución – Anarquía

«Haga su propio pensamiento independiente.

Sea el jugador de ajedrez, no la pieza de ajedrez «.

Ralph Charell

Lo que el mundo necesita es más auto-maestría, no más obediencia.

 

La democracia a través de la anarquía siempre será superior a la democracia a través de la plutocracia. Nuestro problema no es necesariamente que tenemos demasiadas leyes malas, es que tenemos demasiadas personas que las siguen ciegamente. Teniendo suficiente conciencia sobre la corrupción del estado y suficientes personas dispuestas a practicar la desobediencia civil, esas leyes malas, simplemente se desintegrarían.

Sólo significaron algo alguna vez a causa de un contrato social antiguo y obsoleto, para empezar.

Como Marcos Passio dijo

«Los seguidores de órdenes son las personas que mantienen el sistema de esclavitud en su lugar.»

No siga ciegamente malas leyes. Aprenda de ellas como un profesional para poder romperlas como un maestro.

Aquí está la cosa:

su imaginación ha sido secuestrada por un condicionamiento cultural fundamentalmente corrupto: la falsa idea de que necesitamos el gobierno, y que es con el fin de prosperar como especie.

Pero todavía podemos tener reglas sin gobernantes – a través de la dirección de abajo hacia arriba (las personas aprendiendo a conducirse ellos mismos) en oposición a la dirección de arriba hacia abajo (personas que dependen de los líderes).

De hecho, en realidad podemos tener reglas más saludables sin que los gobernantes inadvertidamente estén tratando de mantener su propio poder. Además, el liderazgo básico de la anarquía impide que cualquier persona se vuelva corrupta, y mucho menos desee corromper absolutamente.

Así que libere su imaginación de la prisión de

«Así es como son las cosas.»

Debemos construir desde la base; restablecer los modos saludables, sostenibles e interdependientes de autogobierno. Será un maratón, no un sprint.

Vamos a tener que luchar contra el poder corrupto. Tendremos que pelear con ovejas codependientes con miedo de desprenderse de su piel. Vamos a tener que dar la vuelta al guión con una reforma constitucional completa. Claro, es más fácil decirlo que hacerlo.

Pero como dijo una vez Spinoza,

«Todas las cosas excelentes son tan difíciles como son raras.»

3. La religión

«Tú no crees; Tú solo crees que tú crees».

Samuel Coleridge

¿Cuál es la función de la religión?

La presentación de lo inexplicable por lo imposible con el fin de robar las mentes de los que no piensan.

La religión intenta forzar nuestras mentes a transformar los misteriosos mitos en hechos incuestionables.

En lugar de permitir que los mitos sean misteriosos reinos donde nuestra imaginación puede jugar, la religión les convierte en hechos terribles con agendas graves que terminan causando ansiedad innecesaria en el mundo real.

La religión atrofia la creatividad. Encoge el órgano de nuestra imaginación.

Como Deepak Chopra conjeturó,

«El mejor uso de la imaginación es la creatividad. El peor uso de la imaginación es la ansiedad.»

Ni que decir que la religión es un mal uso de la imaginación.

Pero no hay que ser demasiado duros con nosotros mismos cuando se trata de religión. Al igual que la mayoría de nosotros fuimos acondicionados a ser dependientes del estado, la mayoría de nosotros fuimos acondicionados a pensar religiosamente.

Y por ello, probablemente la mejor manera de abordar el tema es con una actitud similar a la de Guy Harrison:

«Odie la creencia, ame al creyente.»

A veces todo lo que tenemos que hacer para poner las cosas en perspectiva es tomar una respiración profunda y darse cuenta de que somos una muy pequeño y confusa especie en un universo de otra manera antiguo y bien afinado.

Solución – Espiritualidad

«La creencia es una herida que el conocimiento cura.»

Ursula K. Le Guin

Donde la religión se aferra, la espiritualidad deja ir.

Cuando la mente religiosa está cerrada por la creencia, la mente espiritual es abierta por el asombro. Los pensadores espirituales son aquellos que están dispuestos a utilizar sus mentes sin prejuicios y sin temor a entender las cosas que chocan con su propia forma de pensar sobre las cosas.

Ellos son libres de ser creativos, de pensar más allá de sesgo, en contraposición a la incuestionable mente religiosa que está sujeta a la tiranía de la creencia.

Como Salman Rushdie advirtió:

 «En el momento en que usted dice que cualquier idea del sistema es divina, si se trata de un sistema de creencias religiosas o una ideología secular, el momento en que usted declara una serie de ideas para ser inmune a la crítica, la sátira, la burla o el desprecio, la libertad de pensamiento se vuelve imposible.»

Aquí está la cosa:

con la espiritualidad, Dios y el que no es Dios, no son fuerzas opuestas; son simplemente dos formas de mirar la misma fuerza, por el impulso de la impermanencia, es tanto el constructor como el destructor, tanto la vida como la entropía, tanto existencial como nihilista, tanto teísta como ateo, y la espiritualidad lo subsuma todo como la experiencia potencial para el observador astuto y de mente abierta.

Al final,

  • Todos estamos predispuestos al condicionamiento cultural.
  • Todos estamos sujetos a ser sometidos.
  • Todos somos propensos a equivocarnos.
  • Todos vamos a través de los movimientos de ser un falible mono desnudo imaginando que es un inefable dios blindado.

El ensayo y error de todo esto es arduo, en el mejor, y hay prisiones y las trampas en abundancia.

Pero si podemos abordar los problemas fundamentales de nuestro tropiezo – propiedad, gobierno y religión – con valor, sentido del humor y capacidad de sacrificar nuestra auto- seriedad, entonces tal vez podamos hacer el viaje un poco más imaginativo y, Dios no lo quiera, un poco más agradable …


por Gary ‘Z’ McGee
21 Marzo 2016del Sitio Web
WakingTimes
traducción de Adela Kaufmann
Versión original en ingles
www.bibliotecapleyades.net