La tecnología cada vez ocupa un lugar más importante en nuestras vidas. Contar con aparatos que nos hagan más fácil el día a día, empezando por la comunicación, es toda una ventaja en cuanto a tiempo y ahorro de recursos. De hecho, podríamos decir que desde un ordenador casi podríamos manejar el mundo: realizar operaciones bancarias, hacer la compra o decirle a nuestro aspirador que se ponga en marcha… Y, cómo no, decidir si salvarme yo o que se salven otros.
Por otro lado, esta tecnología es cada vez más inteligente: podemos utilizarla con más condicionales. Uno muy simple: cuando la temperatura de la casa sea inferior a 18º, que se encienda la calefacción. Un paso más allá, que cuando nuestro coche detecte que no nos hemos puesto el cinturón, nos torture con un pitido insoportable hasta que cumplamos con la norma. Seguir leyendo ¿Salvarme yo o que se salven otros? Un viaje al futuro