Una colaboración de lalunagatuna
Los padaung viven en el estado de Kayah, en Myanmar, junto a la frontera con Tailandia y pertenecen al grupo de los karen, pero poseen una peculiaridad que les distingue del resto de etnias de este grupo: los cuellos de sus mujeres son alargados con anillos hasta dos o tres veces su longitud normal.
El mismo término padaung (en birmano) significa “cuello largo”, aunque ellos prefieren su nombre étnico: kayan.
Se cree que antiguamente, la finalidad de estos anillos era la protección contra los ataques de los carnívoros, que habitualmente mataban a sus presas mordiendo su garganta. En aquellos tiempos la sociedad padaung era matrilineal y monógama, pero finalmente se convirtió en polígama dada la escasez de individuos, mermados por las guerras. Esto situó a los varones en una especial situación de poder, en la que la fidelidad de las mujeres tenía un importante papel.
Así pues, la infidelidad de la cónyuge, era castigada con la retirada de la espiral de anillos de cobre u oro, con la consiguiente incapacidad de sujetar con normalidad la cabeza, ya que los músculos del cuello se habían atrofiado a lo largo de los años. Estas mujeres tendrían que resignarse a vivir recostadas o sujetar la cabeza con sus propias manos.
Estos anillos, además de ser un adorno, son indicativos de la posición social de su dueña y en el pasado todas las mujeres lucían oro en sus cuellos. Hoy en día, este peculiar collar consiste en una espiral de cobre, adornada con objetos brillantes, que es limpiada dos veces al día para evitar que el metal produzca heridas en el cuello, además de prevenir la formación de moho en el mismo.
Aunque hoy en día aumenta el número de mujeres que no se colocan estos anillos, perdura entre las que lo llevan desde la infancia dada la imposibilidad de retirarlo.
Entre las que todavía adoptan esta costumbre, las niñas se preparan desde los cinco años estirándose el cuello unas a otras. La colocación de la primera anilla conlleva una ceremonia de iniciación. El pueblo se engalana y la fiesta se aduana de la aldea.
La niña en cuestión recibe un largo masaje, con un ungüento, cuya fórmula es secreta aún en nuestros días. Tras relajar el cuello, se ejercita éste durante una hora, haciendo girar la cabeza de la niña en todas la direcciones, para finalmente proceder a la colocación de la pieza, cuya anchura es de unos diez centímetros.
Cada dos años se repite la ceremonia, añadiendo una anilla más alta. Cuando una mujer llega a la extensión máxima de su cuello, ya no podrá volver a mover el cuello.
Las Kayan son unas mujeres que pertenecen a la tribu Karen, situada a 40 km de Mae Hong Song (Frontera con Birmania). Las mujeres de la tribu siguen una antigua tradición, consta de mantener su cuello lo más alargado posible, para ello utilizan unas anillas doradas que rodean su cuello hasta el punto de alargarlo a dimensiones increíbles.
No todas las mujeres de la tribu son las que consiguen ser mujer jirafa, solo las que nacen los miércoles de luna llena son consideradas las privilegiadas de ese honor, para ellas toda una honra pues son admiradas por el resto de la tribu, desde temprana edad empiezan a colocarle los aros a su cuello, hechos de alambre de bronce.
Los alambres se los van incorporando conforme van transcurriendo los años y así los llevaran toda su vida, ya que si se desprendieran de ellos morirían desnucadas por la flacidez de los músculos del cuello al no soportar el peso de la cabeza.
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