domi Mekong. Minas antipersona

 

Los supervivientes han superado físicamente el horror de aquellos años, pero han quedado profundamente marcados psicológicamente. Paralización por el miedo, violencia familiar, delincuencia juvenil, alcoholismo y drogas son algunas de las terribles herencias del antiguo régimen.
Pero Camboya esconde otro drama oculto bajo la tierra y que ya ha provocado mas de 35.000 amputados diseminados por todo el país tras mas de dos décadas de guerras. Entre 7 y 9 millones de minas antipersona siguen agazapadas esperando a su próxima víctima y cada día 10 nuevos mutilados se suman a la lista negra.

En 1980 unos antiguos soldados norteamericanos supervivientes de la guerra del Vietnam fundaron este centro situado a las afueras de Nom Pen. En sus instalaciones dan asistencia médica y psicológica a las víctimas de las minas. Es la mayor fábrica de prótesis del sudeste asiático y cada año mas de 1000 personas aprenden a caminar de nuevo.
Enrique Figaredo es un jesuita asturiano que desde hace ocho años dirige la «Casa de las Palomas Blancas», un colegio de formación profesional especializado en la fabricación de sillas de ruedas y que tienen fama de ser las mejores del país. Cada semana el y la hermana Kampat recorren las aldeas de Camboya repartiendo sillas a los mas necesitados.

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Un comentario en “domi Mekong. Minas antipersona

  1. En vista que en el 100% de las causas con macabros efectos afines al bando oscuro se presentan con el poder social concentrado en gobernantes, ello da para teorizar que, de el poder social encontrarse distribuido en sus originarios propietarios, con la democracia directa se presentarían las experiencias contraste.

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