Heinrich Himmler, líder de las Ss
Gorra negra de las SS, con el águila y la calavera, símbolo distintivo antiguamente de los húsares imperiales.
Fue 6 de Febrero en 1929 cuando se le fue confiado el grado de Reichsführer-SS a Himmler, quien con respecto a las SS, decía lo siguiente: “La SA constituye la tropa. La SS somos la Guardia. Y siempre ha existido una Guardia. La han tenido los persas, los griegos, Julio César y Napoleón y el viejo Fritz. La Guardia de la Nueva Alemania somos los SS”.
Es importante tomar en cuenta las motivaciones mágicas de Hitler, y su influencia decisiva en Himmler. De todos, Himmler la persona que verdaderamente tenía fe y respeto por las artes ocultas. No como Goebbels que más bien fingía su interés para su propio beneficio.SS: Un llamado a la pureza aria
Era tal el afán de Himmler de que las SS tuvieran al personal más puro de Alemania, que se dió a la tarea de purgarla, reteniendo únicamente a aquellos que pudieran comprobar que su origen se encontraba libre de Judíos o razas inferiores hasta 1750, además de que tenían que tener las mejores características físicas germanas. Una vez que el aspirante cubría los extensos requisitos, se le entregaban el uniforme negro de las SS con la calavera plateada y una daga ceremonial. En adelante debían asistir a lo que Francis King, autor de Satan and the Swastika (Satanás y la svástica) describe como «ceremonias neopaganas de una religión específica de las SS, creada por Himmler y derivada de su interés por el ocultismo y la adoración de Woden».
Himmler se había entregado al espiritismo, las ciencias ocultas y la astrología desde el final de su adolesenscencia, dándole la espalda al catolocismo. Creía que era la reencarnación de Enrique el Cazador, fundador de la casa real de Sajonia, y del estado Alemán, consecuentemente. Todo esto fue incorporado a la religión que les impondría a las SS. Otra de las acciones encaminadas a la exhaltación de las tradiciones germanas, es el intercambio de las fiestas cristianas por fiestas germánicas.
Himmler incursionó en ocultismo a través de sus estudios del Santo Grial, y fue un partidario de la Thule (una organización ocultista alemana). “… Creía en el magnetismo, el mesmerismo, la homeopatía, en las teorías más dudosas del eugenismo naturista, en los videntes , echadores de cartas, curanderos, hipnotizadores y hechiceros de los que estuvo rodeado toda su vida, hasta el punto de que muchas veces no se atrevía a tomar una decisión sin consultarles…” Estos antecedentes son indicios del rotorcido camino que se trazó para las SS.
Hablando en términos de sus aspiraciones, elitistas y racistas, Himmler dice: “Un principio fundamental debe servir de regla absoluta a todo hombre SS. Debemos ser honrados, comprensivos, leales, buenos camaradas con los que son de nuestra sangre y con nadie más. Lo que le pase a un ruso, a un checo, no me interesa absolutamente nada…” Tambien: “…Queremos formar una clase superior que dominará a Europa durante siglos..”
Bajo este contexto es fácil ver el parecido con la Orden de los Caballeros Teutones, que las SS representaban. Una orden de monjes guerreros que renunciaba a sus privilegios y elegía una vida de lucha y sacrificio para seguir sus ideales, en aquel tiempo del medioevo, la persecución y enfrentamiento con los infieles que son una amenaza para la cruz, en el tiempo del tercer reich, los ideales cambiaron.
Solo los más altos mandos de la Orden Negra, estaban enterados de las oscuras y verdaderas intenciones de las SS. Solo después de las acreditaciones necesarias, se les era permitido tomar parte en los rituales secretos, donde se les enseñaba a «creer, obedecer, combatir» así como que «se aprende a recibir y dar la muerte». La preparación se hacía en las escuelas o Napolas. Luego accedían a los burgs –lugares especiales-, donde completaban su formación.
En la conferencia de Paz de 1934, Himmler dice: “El mundo presenciará la resurrección de la vieja Borgoña, que fue antaño el país de las ciencias y de las artes y que Francia ha relegado al rango apéndice conservado en alcohol. El Estado soberano de Borgoña, con su Ejército, sus leyes, su moneda y su correo, será el estado modelo SS. Comprenderá la Suiza romana, la Picardía, la Champaña, el Franco Condado, el Hainut y el Luxemburgo. La lengua oficial será el alemán, naturalmente. El partido nacionalsocialista no tendrá allí ninguna autoridad. Solo gobernarán las SS, y el mundo quedará a un tiempo estupefacto y maravillado ante este Estado, en que se aplicará el concepto SS del mundo..” Extraños comentarios, de los cuales se obtuvieron reacciones mudas.
Welwelsburg, centro de mando de las SS
El centro de mando de las SS fue el castillo de Welwelsburg, en Westfalia, el cual fue comprado por Himmler en ruinas en 1934 y al que para su recontrucción fueron destinados 13 millones de marcos que se usaron durante los 11 años siguientes. Dicho castillo se encontraba lleno de simbología mágica y ocultista, además de estar en un punto de gran poder, que lo hacían irradiar una poderosa energía.
Desde aquí, Himmler cumplió la misión maestra de realizar el genocidio sistemático de los judíos y razas inferiores. Millones de judíos, eslavos, gitanos, homosexuales y elementos opositores al régimen fueron exterminados. Himmler poseía entre sus otros extraños pensamientos, la creencia de un «calor animal» que haría que al sumergir a las víctimas en agua helada y se les colocara después entre los cuerpos desnudos de prostitutas para ser revividos. También era creyente de la craneología, la corriente pseudo-científica acerca del conocimiento de la tendencias humanas por medio de la forma del cráneo, y precisamente esa creencia llevó a cientos de judíos a la muerte, al ser decapitadas, al realizar una estadística sobre la medida de sus cráneos
Himmler y el ocultismo
El escritor ocultista J. H. Brennan llegó a sugerir que Himmler era una «no persona», un zombi sin mente ni alma propias, que absorbía la poderosa energía de Hitler como una sanguijuela psíquica. Según Francis King, los grandes mítines de Nüremberg, presididos por Hitler en sus momentos de máxima «posesión» , reunían las condiciones necesarias para lo que algunos cultos mágicos describen como un «cono de poder»: los reflectores iluminaban el cielo nocturno formando un dibujo cónico sobre las enormes multitudes, lo cual generaba un gigantesco brote de emoción centrado en la figura glorificada de Adolfo Hitler.
Como señala Francis King, la política de Hitler cuando Alemania se acercaba al colapso se correspondió con el comportamiento mago que ha pactado con los poderes del mal. La esencia de ese pacto reside en el sacrificio: una orgía de sangre y destrucción.
«Las bajas -dijo Hitler al mariscal de campo Walther von Reichenau-, nunca son demasiado grandes. Son la semilla de la futura grandeza.» El historiador Hugh Trevor-Roper dijo: «Como un héroe antiguo, Hitler deseaba bajar a la tumba acompañado de sacrificios humanos.»
Aunque sabía que ya no había esperanzas y que la guerra estaba perdida, Hitler aguardó en su bunker hasta el 30 de abril de 1945 para suicidarse con Eva Braun, con quien acababa de casarse, como premio a su fidelidad. No es coincidencia: desde el punto de vista ocultista, resulta enormemente significativa. Se trata del día que termina en la noche de Walpurgis, la más importante festividad de los poderes de las tinieblas.
Sory, pero ya esta mas que probado que Hitler negoció con los norteamericanos su escape a Argentina donde acabo sus dias, a cambio de toneladas de oro y toda la tecnologia y cientificos, a fin de que no cayeran en manos rusas
Hitlers y Himmlers hay muchos a la chita callando. Pero lo sabremos más tarde.
Además siempre se asocia un símbolo que era muy especial con el satanismo y eso no es correcto. Es un símbolo solar que no tiene que ver con satanismo. Como tambien se los culparon de cosas que ellos no hicieron y fueron los rusos.. El sufrimiento de los alemanes nunca se considera y fue tremendo.La actualidad siempre desea que todo recaiga en un lado de esa historia, que se va repitiendo en otros lugares por los mismos intereses. Hay un libro que se puede estar o no de acuerdo pero es muy interesante para entender el fondo de la cuestión.Matt Marshall es el autor.