(CNN) — Una turba de gente ha rodeado a un grupo de activistas porlos derechos de los animales que protestaban en uno de los mercados más concurridos de la ciudad. Es la víspera del festival anual de carne de perro de Yulin, una tradición que data de generaciones atrás para celebrar el solsticio de verano.
Los argumentos permanecen entre los pobladores y las personas que condenan la tradición. “¿No comen carne? Si ustedes dejan de comer carne, entonces nosotros dejaremos de comer carne de perro”, grita un hombre frustrado con el intenso escrutinio mediático en el mercado Dong Kou, donde una variedad de aves, víboras, gatos y ganado se venden como comida todos los días.
Docenas de periodistas, cineastas y fotógrafos han llegado a la ciudad del sureste de China, Guanxhi, para documentar un evento que se encuentra en el centro de una batalla entre una tradición profundamente arraigada y la invasión del mundo moderno. Activistas indican que los perros son parte de la dieta diaria ahí, con un estimado de 10,000 perros sacrificados solo para el festival.
Pregunta a un habitante local cuándo comenzó la tradición de comer carne de perro y probablemente recibirás una respuesta increíble, es como preguntarle a alguien cuándo comenzó a comer carne la gente. Para muchos en la ciudad es un hábito difícil de dejar, a pesar del cambio de las actitudes sobre el trato que se le da a los animales en China.
Suben los precios
Otro hombre en el mercado critica la atención de los medios por el incremento en el precio de la carne de perro, el cual se ha duplicado desde 2011 y ahora cuesta 6 dólares el kilogramo.
En un puesto, una carnicera coloca un perro desollado en una envoltura y utiliza un soplete para cocinar un manjar conocido por los pobladores lugareños como “carne de perro con piel crujiente”. Mientras la propietaria del negocio destaza otro pedazo del perro, con manchas en la cara, ella dice a CNN que ha estado en el negocio durante 10 años.
“Esta es nuestra tradición y estamos acostumbrados a comer perro. Es nuestra cultura y no vamos a cambiar… ¡es rico! Pero no mataremos a nuestra mascota”, dice, refiriéndose a su propio perro, que está acurrucado del otro lado del negocio. Su perro mete su cabeza debajo de un congelador para taparse los ojos de los cadáveres de perros y gatos colgando de ganchos.
Anuncios alrededor del mercado adornados con fotos de labradores y golden retrievers indican la venta de carne de perro cruda, a pesar de las regulaciones del gobierno que prohíben esta práctica.
Du Yufeng, una activista de Sichuan por los derechos de los animales de 58 años de edad, ha hecho su misión de frenar el consumo de carne de perro en China. En 2011, su protesta terminó exitosamente con el festival de carne de perro de Jinhua en la provincia de Zhejiang –y ahora ha colocado su atención en Yulin. Es su cuarto año protestando en el festival, y mientras la carne de perro sigue siendo un atractivo turístico en la ciudad, Du siente que hay una conciencia creciente por los derechos de los animales en esta ciudad de seis millones de personas.
“Siento que hemos tenido mucho avance en la conciencia pública. La primera vez que venimos en 2011 todo lo que podías escuchar eran los lamentos de los perros tan pronto entrabas a la ciudad”, dice Du, mientras le quita garrapatas a un perro negro que rescató esa mañana.
“El cambio más grande es que la palabra perro en los anuncios tiene que estar tapada. Eso significa que el gobierno ha tomado conciencia de que esto necesita ser cancelado. Muchas personas también se han dado cuenta de que comer perro no es una cosa honorable”, añade Du.
Boicot
Du es una de las 20 voluntarias que ha descendido a la ciudad desde los confines de China, para boicotear el festival. Muchos dirigen refugios de perros y gatos en sus ciudades de origen y han gastado sus ahorros de toda la vida para rescatar animales abandonados y enfermos. Pero cancelar el festival anual de Yulin es ahora el objetivo principal.
Otra activista, Zhao Yangsu, dijo que este es su primer año protestando contra el festival de carne de perro de Yulin. La mujer de voz suave de 59 años de edad, que llegó de la ciudad de Chongqing, dijo que gasta el dinero de su retiro, cerca de 1,000 dólares, en salvar perros, un hecho que comparte con sus hijos. Ella y otro voluntario operan desde un refugio improvisado en la esquina de una calle de Yulin, a solo una cuadra de donde los perros vivos se negocian diariamente.
Aunque ella llegó para combatir por los derechos de estos animales, es pesimista sobre un cambio significativo en el lugar.
“No tengo esperanza de que estas personas cambien y nuestra habilidad para provocar el cambio no es suficiente”, dijo Zhao. “Tenemos que ir a través del gobierno para crear algunas leyes que protejan a estos animales, pero no hay leyes y nuestra capacidad de hacer algo es insignificante”.
Yang Yuhua, una trabajadora del acero de 64 años de edad, también ha gastado sus ahorros protegiendo perros de la calle y gatos en Chongqing, y ahora dice que no tiene dinero ni para cargar su celular. Yang estaba cargando a un cachorro muerto cuando CNN llegó al refugio. Ella dijo que el cachorro nació después de que rescataran a una perra embarazada que no pudo sobrevivir. Casi todos los perros aparecen heridos, desfigurados y enfermos.
“Lo que más necesitamos ahora es medicina, pero es lo más caro”, dijo Yang mientras llora. Muchos de los perros a su cuidado necesitan antibióticos contra infecciones, pero los voluntarios nos saben dónde conseguirlos en la ciudad.
Juntas, las activistas dicen que han salvado este año más de 400 perros solo en Yulin, la cifra bajará por el número de animales que posiblemente serán sacrificados para comida en el festival. Cuestionada sobre qué hace diferente esta carne de la del puerco o res, la respuesta de Du Yunfeng es inequívoca.
“No puedes categóricamente decir que todos los animales deberían ser comidos o no comidos”, dice.
“Cada animal tiene su propia valor. Por ejemplo, animales herbívoros son destinados a ser suministrados a los seres humanos. Pero estos animales de compañía, como los perros y gatos, están destinados a contribuir a la producción humana como detectores de droga o perros vigías.
“Así que comer estos animales comparado con los puercos para comida y corderos son dos cosas distintas. Su valor no es el mismo”.
http://mexico.cnn.com/planetacnn/2014/06/23/controversia-canina-un-festival-chino-ofrece-carne-de-perro-como-comida
Si dejásemos de comer carne nada de eso pasaría.