Los medios locales ya han calificado el hallazgo como «la Atlántida de Split». Lo hallaron unos buceadores a ocho kilómetros de la costa. Tiene siete metros de ancho y una longitud de al menos un kilómetro.
Un grupo de buceadores croatas ha descubierto a unos 20 metros bajo el mar Adriático una estructura formada por bloques regulares de piedra que se asemeja un camino artificial, lo que ha desatado las especulaciones sobre restos de una civilización perdida, informa este domingo la prensa local.
«Las tablas son regulares y horizontales, y, en caso de tratarse de un fenómeno natural, representaría algo sin precedentes en la formación del fondo marino», comentó al diario Jutarnji list Ivan Bronzovic, del club de buceadores Mornar, de Split.
La formación está situada a unos 8 kilómetros de la costa, entre el puerto de Split y la isla de Brac, tiene unos 7 metros de ancho y se extiende a la vista durante un kilómetro de longitud, aunque podría ser aún más largo, según esas fuentes. Los medios locales han bautizado el hallazgo como la Atlántida de Split.
Un equipo de arqueólogos del Ministerio de Cultura inspeccionará la estructura la próxima semana. Sea un fenómeno natural o arqueológico, la Atlántida de Split será sin duda una atracción turística popular para buceadores, asegura Bronzovic.
Otro misterio descubierto recientemente, numerosos círculos muy regulares a lo largo de la costa al norte de Split, no ha recibido explicación científica hasta la fecha.
http://www.20minutos.es/noticia/2186429/0/localizan-croacia/estructura-submarina/parecida-camino/
¿Otra civilización sumergida?
Aunque los colapsos de civilizaciones nos parezcan algo remoto en el tiempo, lo cierto es que todavía se están produciendo actualmente.
Por ejemplo en Somalia, Ruanda y otros países del Tercer Mundo,
extendiéndose a nivel planetario, proponiendo un escenario con niveles de vida significativamente más bajos, con riesgos crónicos más altos y con la destrucción de lo que hoy en día consideramos algunos de nuestros valores esenciales.
Semejante colapso podría adoptar formas diversas, como la propagación de enfermedades a escala mundial o las guerras desencadenadas en última instancia por la escasez de recursos ambientales.
Todavía ignoramos qué camino es el más apropiado, y las ruinas que hoy en día podemos visitar de innumerables civilizaciones que llegaron al ocaso sin sospecharlo, debería ponernos en la pista de que hay que poner freno a este descomunal desenfreno.
Vaya! No deja de ser interesante.