Misericordiosa e insuperable Cátedra del Conocimiento Superlativo del Ser, científica y profundamente epistolar, del Superhombre Samael Aun Weor a la humanidad actual, con los factores causales de nuestra miserable condición de “animales intelectuales”, y la fórmula mágica para superar tan deplorable estado y alcanzar la asombrosa y tremenda realidad del HOMBRE.– (el editor)
ciertamente podemos estudiar la Sexología desde dos ángulos completamente diferentes. El uno desde el punto de vista meramente oficial, tal como se enseña en la Universidad de Medicina, etc. El otro, desde el punto de vista Gnóstico. Voy a afrontar Sexología a la luz del Gnósticismo Universal. Ante todo, Gnosis significa conocimiento. La palabra Gnosis entra también en la Ciencia Oficial, por ejemplo: Diagnosis, Diagnóstico. Ven ustedes la Gnosis ahí en la etimología. En todo caso las corrientes gnósticas definitizadas conocen a fondo la Sexología.
En nombre de la verdad debo decirles que Sigmund Freud, con su psico-análisis, inició una época de transformaciones extraordinarias en el campo de la sexología. Sigmund Freud produjo una innovación dentro del terreno de la Medicina, y eso lo saben todos los que han estudiado a Freud. Adler fue ciertamente uno de sus mejores discípulos. Discípulos de él tambien fue Jung y muchos otros psicólogos, psicoanalistas y parapsicólogos. El Sexo en sí es el centro de gravedad de todas las actividades humanas. Alrededor del sexo giran todos los aspectos sociales de la vida. Veamos por ejemplo un baile, una fiesta, alrededor del sexo gira toda la fiesta. En un café gira todo alrededor del sexo.
SEXOLOGIA NORMAL, INFRASEXOLOGIA, SUPRA SUPRASEXOLOGÍA: Hoy en día el sexo comienza a ser estudiado por algunos sabios con propósitos trascendentales. Desafortunadamente y es verdad, abunda mucho la pornografía. Se desvía el sexo hacia actividades meramente sensuales. Hay varias clases de sexo: Existe el Sexo Normal común y corriente, existe el Infrasexo y existe el Suprasexo. Qué se entiende por Sexualidad Normal?. Entiéndese por Sexualidad Normal, la actividad sexual conducente pues a la reproducción de la especie.
La Infrasexualidad es diferente y hay dos clases de infrasexuales. En materia de Kábala, por ejemplo, se dice que Adán tenía dos esposas: Lilith y Nahemah. Lilith representa una de las esferas infrasexuales. Encontramos en ella los pedreistas, los homosexuales, las lesbianas, etc., etc., etc., y del lado de Nahemad encontramos nosotros los abusadores del sexo, los pornográficos, aquellos que se entregan de lleno pues, a la lujuria sin frenos de ninguna especie, ni control alguno. Son dos esferas de la Infrasexualidad. Así pues, el sexo normal, repito, conduce a la reproducción de la especie. En cuanto al goce sexual en sí mismo, es un goce legítimo del hombre. Quienes consideran el goce sexual como un pecado, quienes lo califican con algún tabú o quienes tienen la tendencia a considerarlo motivo de vergüenza, disimulo, etc., están totalmente equivocados. El goce sexual, repito, es un goce legítimo del hombre. De ninguna manera podría ser despreciado, o subestimado o calificado como tabú. Se tiene derecho por naturaleza al goce sexual. Pero pasemos ahora al Suprasexo, a la Suprasexualidad. Incuestionablemente, la Suprasexualidad es para los genios, para los hombres trascendentales, para las mujeres inefables, etc. Suprasexuales fueron un Jesús de Nazareth, un Buddha, un Hermes Trismegisto, un Mahoma, un Lao-Tse en China, un Quetzalcoalt para nosotros los Mexicanos, un Pitágoras, etc. Todos podríamos entrar en el Reino de la Suprasexualidad, empero, digo, para entrar en el Reino de lo Suprasexual, en la esfera de la Suprasexualidad, se requiere primero que todo el Sexo Normal. El infrasexual, por ejemplo, lesbianas, homosexuales pedreristas, masturbadores, no están preparados para entrar en el Reino de la Suprasexualidad. El Infrasexual debe primero que todo, si es que quiere regenerarse, empezar por lograr la Sexualidad Normal. Una vez lograda, se puede de lleno entrar en el camino de lo Suprasexual.
Es difícil para los homosexuales y para las lesbianas, que pertenecen a la esfera de lo Infrasexual, la regeneración. Hace poco vino a visitarme un sujeto homosexual, venía de su país, Honduras. Tal hombre posee una cultura intelectual bastante alta, se entusiamó mucho por las ideas revolucionarias de la Sexología, tales como las preconiza el Gnosticismo Universal y hablándome con franqueza me contó su trágica historia de homosexual. Sin embargo me manifestó el deseo de regenerarse, de entrar en el terreno de la Sexualidad Normal y después posteriormente, meterse por el camino Suprasexual. Amigo, le dije, no le queda a usted más remedio que adquirir la Sexualidad Normal, usted es un afeminado, pues habrá de empezar primero por conseguir una mujer, consígase la mujer primero que todo, cásese, regenérese, adquiera la Sexualidad Normal, vuélvase un hombre normal, y el día que usted sea un hombre normal, el día que le gusten las hembras de verdad, verdad, entonces estará preparado para entrar en el terreno de la Suprasexualidad. Antes no es posible, hoy por hoy, usted va por el camino de la degeneración, usted es un degenerado. Bueno, no se ofendió el hombre, francamente, pues yo tenía la razón. Dijo que se iba a conseguir una mujer, que se iba a casar, que iba verdaderamente a tratar de volverse de Sexo Normal, porque él deseaba algún día entrar en las esferas trascendentales de lo Suprasexual. Ojalá aquel amigo se regenere, ojalá.
En otra ocasión vino a mí una lesbiana. Me dijo que quería que la aconsejara, que francamente a ella le encantaban las mismas mujeres, que estaba en un problema gravísimo, que ella gastaba mucho dinero en cierta dama que había por ahí, pero que esa dama pues, le estaba poniendo “cuernos”, como decimos. Lo cierto es que andaba la tal dama de sus anhelos por la calle con otras damas y claro, la provocaba a celos. Y sufría aquella lesbiana como si fuera un hombre exactamente. Lloraba, y suplicaba y me pedía consejos como si fuera un hombre. Entre paréntesis, era una vieja horrible, no se lo niego a ustedes. Yo no pude menos que mirarla con un terrible asco. Bueno, le dí unos cuantos consejos, le dije que lo mejor era que se regenerara, que se consiguiera un hombre, que entrara por el camino de la Sexualidad Normal, etc. No se si aquella pobre vieja se habrá pues, regenerado, no parecía tener muchas ganas de regenerarse, pues estaba demasiado celosa, celosa por su dama, celosa con otras damas que acompañaban a su dama, parecía todo un macho, ni más ni menos. Vean ustedes qué horrible es el camino de la degeneración, el camino infrasexual. Pero no solamente son infrasexuales en verdad, las lesbianas, los homosexuales, los masturbadores, o pedreristas. No, infrasexuales son también los abusadores del sexo, esos que a cada instante, a cada segundo están cambiando de dama, esos que copulan hasta diez y quince veces diarias. Que los hay, yo los conozco. Sujetos así, indudablemente esos son degenerados también, infrasexuales aunque se creen muy machos, pero lo que tienen es que están degenerados. Entremos ahora en el camino pues, de la Sexualidad Normal. La Sexualidad Normal en sí es hermosa. Se une el hombre a su mujer, se aman, reproducen su especie, viven una vida mesurada,etc. Viven eso sí, de acuerdo con los intereses de la naturaleza, de acuerdo con la economía de la naturaleza.
Cada uno de nosotros es una maquinita y eso no lo podemos negar, que capta determinados tipos y subtipos de energía cósmica. Cada maquinita, es decir, cada uno de nosotros, después de captar esos tipos de energías cósmica o universal, transforma tales energías automáticamente, subconscientemente y las retransmite a las capas anteriores de la tierra. Así que la tierra es un organismo vivo, un organismo que vive de nosotros. No quiero decirles a ustedes que las plantas no cumplan igual función, es claro que cada planta, según su especie, capta tales o cuales tipos de vibración cósmica que luego transforma y retransmite a las capas anteriores de la tierra. En cuanto a los organismos de los animales sucede lo mismo. Ellos captan tales o cuales tipos de energía que transforman y retransmiten a las capas anteriores del organismo planetario. Total, la tierra es un organismo vivo. “Nosotros nos reproducimos incesantemente con la sexualidad normal, eso es necesario para la economía de la naturaleza. Además, el goce sexual, es un goce legítimo del hombre, no es un crimen, no es un delito como suponen muchos mojigatos, muchos mentecatos, muchos pietistas, etc. Pero hoy por hoy, nosotros con nuestra Sexualidad Normal vivimos de acuerdo con los intereses económicos de la naturaleza”.
“Otra cosa es la Suprasexualidad, esto es definitivo. Entrar en el terreno Suprasexual es estar ya en el camino de las transformaciones extraordinarias. Federico Nietzsche, en su obra, “Así hablaba Zaratustra”, habla francamente del Super-Hombre. Dice: “Ha llegado la hora del Super-Hombre”. El hombre no es más que un puente tendido entre el animal y el Super-Hombre, un peligroso paso en el camino, un peligroso mirar atrás. Todo en él es peligroso. Ha llegado la hora del Super-Hombre”. Bueno, Hitler interpretó a Nietzsche a su modo. Durante la segunda guerra mundial hasta el más insignificante polícia alemán era un Super-Hombre. Nadie se sentía chiquito en la época de Hitler en Alemania, todos eran Super-Hombre. Parece que Hitler, aunque con muy buenas intenciones, no supo interpretar a Nietzche. Yo creo en el Super-Hombre, francamente se los manifiesto a ustedes, pero me parece que Hitler erró el camino. Se puede llegar a la estatura del Super-Hombre, mas eso solamente es posible mediante la transmutación de las energías sexuales y esto pertenece al terreno de lo Suprasexual.
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Querido inquisidor,
Siento hacer que vuelvas a la realidad, pero lo que has escrito en estas líneas es una auténtica atrozidad. Has mencionado a Hitler, y a mi parecer lo has descrito como un pobre hombre que, con toda su buena intención, mató y torturó a millones de personas. Me parece que tu no te diferencias demasiado de Hitler, por lo visto, estás considerando a gente con gustos sexuales distintos a los tuyos de degenerados e inferiores, algo que está biológicamente probado de que no es así. Llegados a este punto, me tienes en duda entre dos opciones: o eres el mayor ignorante que jamás haya pisado esta tierra que se ha dejado manipular totalmente por algun tipo de secta radical religiosa debido a una clara falta de autoestima y estabilidad psicológica; o que tú eres el manipulador de la gente que lee el artículo. Si se tratase de esta última opción, cabe decir de que eres totalmente indigno, malvado y retorcido, tratas de hacer malinterpretaciones de la Bíblia, y encima tratas de intentar hacer ver que son ciertas utilizando tres palabras que pueden sonar mínimamente cultas para alguien que no entiende de ciéncia. Tu «teoria» de la suprasexualidad es completamente absurda, dando como ejemplo el hecho de que el mismísimo Pitágoras, que has mencionado como a «suprasexual», hoy en día sería considerado un pederasta, ya que tanto él como la mayoría de filósofos y sabios de la antigua Grecia, mantenía relaciones sexuales con su aprendiz, un chico cuya edad no superaba a veces los doce años. Y, vaya por donde…. no se si te habrás dado cuenta, pero esa es una relación homosexual en toda regla. Por otra parte, tenemos a Hermes Trismegisto (Hermes tres veces grande), una divinidad de la antigua Grecia que es referencia al dios egipcio Tot. Para tu información, por si no lo sabías, los dioses griegos del Olimpo tienen un larguísimo historial de relaciones homosexuales, y Hermes Trismegisto entre ellos. Así que antes de hablar de cosas incoherentes y de calumias, instrúyete un poco, por favor.
Por otro lado estan los ejemplos de unos conocidos tuyos homosexuales, al primero de los cuales lo insultas supuestamente en la cara, y él te da la razón. Por favor, está clarísimo que es un ejemplo absoluta y rotundamente falso, pero aún así, te seguiré la mentira. No tienes ningún derecho a menospreciar, ridiculizar e insultar a ninguna persona por sus gustos, sean cuales sean, porque una persona tiene unos derechos, que tienes que respetar de la misma forma que los tuyos también serán respetados. ¿Qué te parecería que alguien te negara el derecho a creer en el cristianismo y te obligase a convertirte a otra religión? Y lo que me parece vergonzoso, no es ya la determinación con la que les acusas de inferioridad a los homosexuales, que ya es completamente degradante e impensable en una sociedad moderna o mínimamente civilizada, sino el hecho de que hagas tal escrito en el que intentes propagar tus ideas absurdas, despectivas, irracionales, incoherentes, neonazis, y desvergonzadas. Es una absoluta vergüenza, repito, la existencia de algún ser tan degradado que siquiera ose pensar tales cosas, ya que eso es reflejo de una total falta mínima de conocimiento o de reflexión.
Atentamente,
Una mente racional