Movimiento fundamental y universal divide el espacio y el tiempo Descubierto por Jean Pierre Garnier Malet en 1988, se encuentra en todas partes: las infinitamente pequeñas partículas a la inmensidad del universo, tanto en nuestro cuerpo en nuestro sistema solar. Vivimos en la tierra como un observador con un sentido del tiempo que determina el movimiento fundamental en este sistema.
El tiempo nos parece continuo, sin embargo, la teoría del desdoblamiento muestra que dos instantes perceptibles están siempre separados por un instante imperceptible. El desdoblamiento nos hace presentes en un tiempo que no percibimos en nuestro tiempo (presente) pero dónde nuestro doble guarda nuestra memoria del pasado. Llamadas «aperturas temporales» por JPGM, esos instantes imperceptibles permiten intercambiar en nuestro tiempo (presente) informaciones vitales entre el guardián de nuestra memoria (pasado) y nuestras múltiples posibilidades de porvenir (futuro)
Nos proporcionan intuiciones, premoniciones e instintos vitales. Su control permite optimizar el porvenir antes de vivirlo, entender nuestra vida y crear un equilibrio individual y colectivo.
Este descubrimiento implica un total cuestionamiento de vuestro modo de vida y permite encontrar rápidamente un equilibrio, físico o psíquico, afectivo, familiar o profesional, correspondiente a un nuevo equilibrio de vuestros pensamientos. Llevada a cabo la víspera y al día siguiente de una noche, una formación inicial permite gracias al dominio del sueño paradójico el descubrimiento y el control inmediato de un enorme potencial energético individual, relacionado con las «aperturas temporales». Ese control diario nos da el mejor potencial disponible a la vez que modifica nuestros instintos e intuiciones. Lejos de oponerse a las diferentes búsquedas de equilibrio y a las diversas terapias, este control permite optimizarlas.
Yo lo practico (cuando hay que practicarlo) y funciona.