Los Hmong y Gran Torino: Goog morning Vietnam .

(c) Réhahn Croquevielle
«Tengo más en común con esta gente que con mis propios hijos consentidos y malcriados»  Walt Kowalski (Clint Eastwood) en «Gran Torino»
En Vietnam, las minorías étnicas habitan sobre todo en el norte, en tierras montañosas donde se refugiaban y protegían sus tradiciones. Los Hmong, originarios de Siberia, es una etnia de más de 5 millones de personas que actualmente viven entre Laos, Vietnam y China, así como en otros países asiáticos cercanos. En Vietnam se instalaron en las montañosas del nordeste, cerca de Laos y cerca de las fronteras chinas, en las tierras todavía desocupadas por ser poco productivas pero que los hmong supieron sacar provecho con trabajo y esfuerzo y siguiendo su propia aspiración de autonomía e independencia territorial.
Con excepción de los Hmong de la provincia de Sa Pa, que se les llama «Hmong negros» debido a su ropa predominante negra, los trajes tradicionales de los Hmong son especialmente floridos, al igual que los trajes que utilizan los Hmong de China, más conocidos como el pueblo Miao (aunque es un término despectivo que hace alusión al salvajismo y barbarie).
(c) Réhahn Croquevielle
La guerra de Vietnam acabó en 1972, pero hay hmong que todavía la tienen presente. En 1961, en la guerra de Vietnam, la CIA estadounidense reclutó a 20.000 hmong para luchar en la “Guerra Secreta” de Laos, en la que murieron en silencio más de 350.000 personas y multitud de hmong. Cuando Estados Unidos salió de Vietnam, dejó a los hmong abandonados y vulnerables. Los gobiernos de Laos y Vietnam comenzaron elgenocidio de la población hmong con armas biológicas y químicas y Estados Unidos ignoró incluso “la lluvia amarilla” sobre este pueblo, por lo que la gran mayoría (alrededor de 100.000 hmong) no tuvieron otra salida que huir y establecerse en los Estados Unidos. Más de 100.000 trataron de huir hacía Tailandia, pero sólo 40.000 lograron llegar allí.
Aún hoy, un grupo de soldados hmong de Laos se resisten a dar por finalizada la guerra. La primera vez que se supo de ellos fue durante una expedición en 2003 de dos periodistas extranjeros. Cuentan que, al verles, estos Hmong se arrodillaron mientras lanzaban alaridos de felicidad, convencidos de que los reporteros eran enviados americanos que llegaban para anunciar el final de una guerra que en realidad había terminado décadas antes. Muchos siguen todavía escondidos junto a sus familias, desplazándose como fugitivos por la jungla sembrada de bombas aún sin explotar, alrededor de lo que fue la segunda ciudad más grande del país, Long Chen.
(c) Réhahn Croquevielle
Long Chen es ahora «La ciudad fantasma». El lugar más secreto del mundo. Desde aquí, en la clandestinidad más absoluta, la CIA organizó el más intenso bombardeo de una población civil de la Historia, donde cayeron más bombas que todas las bombas estadounidenses lanzadas en la Segunda Guerra Mundial, dos toneladas por cada laosiano, en un intento por cerrar el paso a los comunistas.  «Viven de lo que les da la selva, duermen en los árboles y de vez en cuando nos atacan en emboscadas», explica Kham, uno de los soldados del Ejército de Laos, a un grupo de periodistas. «Hace poco se nos entregaron 30 de ellos, surgieron del bosque como fantasmas. Algunos habían nacido en la jungla y no habían visto la civilización».
¿Pero como llegaron los hmong a alistarse en el ejército de EEUU en la Guerra de Vietnam? 
(c) Réhahn Croquevielle
Washington eligió Long Chen (Valle Claro) lugar aislado por montañas y con espacio suficiente para construiruna base secreta con pista de aterrizaje. Así, surgió una ciudad entera de tiendas de provisiones y barrios totalmente clandestinos formada por 40.000 guerrilleros de la etnia Hmong y sus familias. Richard Nixon aseguró en 1969 que iba a retirar las «fuerzas de combate americanas» en el país, cuando ya llevaban cinco años bombardeando Laos en secreto. De hecho, crearon una réplica de la base original al otro lado de las montañas para mantener esa imagen pacífica a los visitantes internacionales. «Aniquilamos a toda una civilización. La borramos del mapa. Incineramos a todo un pueblo», dice Fred Branfman, el estadounidense activista que denunció por primera vez la Guerra Secreta cuando se encontró con miles de refugiados laosianos huyendo de los bombardeos en 1969. Mientras, la mayoría de las víctimas nunca supieron porqué aquellas bombas caían en sus tierras pacíficas, ya que desconocían esa base militar. «Nunca entendí y todavía no entiendo por qué nos bombardearon de aquella manera si nosotros no estábamos en guerra y no les hicimos nada», cuenta Kham, un desactivador de explosivos. Cada día muere una persona por la explosión deartefactos sin detonar, la mayoría niños en busca de la chatarra de las bombas, para conseguir algo de dinero, construir sus casas y sus propias prótesis.
Pero los hmong sí conocían el secreto. Los americanos les eligieron por su
valor y su resistencia, pero sobre todo porque habían vivido aislados y excluídos por el resto de la población. El dinero y la promesa de apoyarles en crear una patria propia en Indochina, hicieron el resto. Long Chen, El lugar más secreto del mundo, fue lo más cerca que estuvieron nunca de lograr su sueño. «Pagaban bien. La vida era fácil. Podía coger un avión y marchar a cualquier sitio. Era una persona importante y pensé que ganaríamos. Perdimos», cuenta Kumuang. Quizás la mayoría de los hmong también desconocían que Vang Pao, el militar que les daba órdenes, aprovechó los aviones que le proporcionaba Air America para traficar con opio y heroína a todo el sudeste asiático y para venderlo a los propios militares norteamericanos para su consumo.
Pero los EEUU les abandonaron a su suerte. Es más, en 1991, les interesó reconstruir “la amistad” con los países asiáticos y financiaron “la repatriación forzada” de los hmong refugiados a su país de origen, donde volvieron a sufrir persecución, opresión y «desapariciones».
(c) Réhahn Croquevielle
Actualmente, el Gobierno de Laos asegura que la «traición» ha sido perdonada. «Esta gente no tiene nada que temer. Son laosianos y regresan a su casa», aseguró Khenthong Nuanthasing, un portavoz del Gobierno comunista.
Mientras, los hmong siguen viviendo pacíficamente en Laos, Vietnam, China y en otras tierras como EEUU.
(c) Réhahn Croquevielle
El fotógrafo Réhahn Croquevielle sabe captar las miradas humanas y cálidas y los surcos en la piel que cuentan más historias que las que pueden contar sus bocas. Historias sabias, pero humanas. Risueñas pero melancólicas. Generosas, pero respetables. Solidarias, pero libres, muy libres.
¿No te recuerdan estas mujeres a alguien, a cualquiera de cualquier lugar, a cualquier mirada humana?:


(c) Réhahn Croquevielle
Este tipo de miradas fotografiadas son la que hacen del mundo un lugar de semejanzas, más cercano, más hogareño. Las fotografías de Réhahn te dicen «El mundo es tu hogar de muchas habitaciones, donde podrás  tropezar con tu familia en cualquier rincón. Solamente, viste de pijama.»

www.rehahnphotographer.com https://www.facebook.com/Rehahn.Photography

La película «Gran Torino» llegó a la productora de Eastwood de la mano de Nick Schenk, guionista novel. «La cultura hmong es un tanto invisible», afirma Schenk. El personaje de Walt Kowalski parece ser un racista impenitente, pero según va relacionándose indirectamente con lagente hmong que se ha mudado a su barrio, las capas de hostilidad desaparecen.«No quiere tener nada que ver con esa gente», comenta Clint Eastwood. «Cambia cuando se da cuenta de que son inteligentes y muy respetuosos con los demás, y creo que él admira eso. Tiene una frase en la película en la que dice, ‘Tengo más en común con esta gente que con mis propios hijos consentidos y malcriados’ y eso lo dice todo. Es interesante y a veces divertido, ver cómo empieza con un montón de prejuicios y cómo van avanzando esas relaciones».

«Parte de la tragedia es que mucha gente no entiende el papel que desempeñaron los hmong en la Guerra de Vietnam», comenta Paula Yang, una asesora hmong a la que consultaron los realizadores antes de empezar a grabar. «Cómo llegamos a los Estados Unidos y cuántos de nuestros soldados y civiles desaparecieron durante la guerra, sigue siendo un misterio. Los mayores no hablan de esto. 
Son muy humildes… 
…y hay muchas historias tristes…».


Fuentes:
http://www.lahiguera.net/cinemania/pelicula/3938/comentario.php
https://selenitaconsciente.com
http://elbauldejosete.wordpress.com/2008/03/13/hmong-combatientes-eternos/
http://notas.org.ar/2014/08/06/tragedia-laos-ayer-hoy-parte-ii/
http://www.aljazeera.com/news/asia-pacific/2008/03/2008525173612374361.html

http://unaantropologaenlaluna.blogspot.com.es/

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.