Un técnico de laboratorio del Hospital Presbiteriano de Dallas (Texas) que pudo manejar muestras del primer enfermo diagnosticado con ébola y fallecido por el virus en EEUU está en cuarentena a bordo de un barco de la compañía de cruceros Carnival Cruise, informó hoy el Departamento de Estado.
«El empleado no tuvo contacto directo con el paciente de ébola ya fallecido, pero pudo haber tenido contacto con muestras de orina recogidas de él», indicó la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, en un comunicado.
El barco, al que las autoridades de México y Belize le han negado el permiso para atracar en puntos de esos países, se encuentra de regreso a Texas.
Psaki señaló que «el individuo se encontraba fuera del país antes de ser notificado de los requisitos actualizados de los CDC para la vigilancia activa».
El técnico ya había abandonado EE.UU. cuando las directrices de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) incrementaron las medidas de seguridad entre los sanitarios.
En el momento en el que partió de viaje, el 12 de octubre, los CDC solo indicaban a los empleados que se vigilaran a ellos mismos por si presentaban algún síntoma.
«El empleado se autoinspeccionó, incluyendo controles diarios de temperatura, desde el 6 de octubre y no ha tenido fiebre o demostrado ningún síntoma de la enfermedad. Han pasado 19 días desde que el pasajero pudo haber procesado las muestras de fluidos del paciente fallecido», agregó la portavoz.
Psaki explicó que la compañía de cruceros «ha apoyado activamente los esfuerzos de los CDC» para estar en contacto con el empleado del hospital tejano, y el médico del barco ha supervisado y confirmado que se encontraba en buen estado de salud.
«Tras este examen, el empleado del hospital y su compañero de viaje se han mantenido voluntariamente aislados en un camarote», añadió Psaki, quien dijo además que las autoridades trabajan para llevar de vuelta a ambos a Estados Unidos en «un exceso de precaución».
El primer caso diagnosticado de ébola en territorio estadounidense fue el de un ciudadano liberiano, Thomas Eric Duncan, que contrajo el virus en su país y fue tratado en el Hospital Presbiteriano de Dallas, donde días más tarde falleció a consecuencia de la enfermedad.
Dos enfermeras que estuvieron en contacto con él han contraído el virus y se encuentran ahora recibiendo tratamiento experimental en otros dos centros hospitalarios del país.
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