«Consintió, aceptó y propició» el uso de las tarjetas opacas, señala el juez. Miguel Blesa cargó todo tipo de gastos a la tarjeta black de Caja Madrid dilapidando 436.000 euros en viajes personales, safaris, cenas en restaurantes de postín y hoteles de cuatro y cinco estrellas, además de compras de joyas y vinos de selección. Pero el expresidente de la caja y máximo responsable del entramado, junto a su director general Ildefonso Sánchez Barcoj, dejó ayer claro ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu que no tiene intención alguna de devolver el dinero. El juez impone una fianza civil de 16 millones de euros a Blesa y de 3 millones a Rato por las tarjetas opacas.

Blesa que recurrirá su fianza al igual que Rato manifestó al magistrado, ante el que compareció durante algo más de una hora, que entiende que no debe hacerlo porque era una «retribución complementaria» de sus ingresos en la entidad financiera madrileña, de la que cobró en el último año 3,5 millones de euros. El expresidente de Caja Madrid sí que aseguró, en cambio, que ha presentado una declaración complementaria ante la Agencia Tributaria para regularizar los pagos pendientes al fisco por el dinero cobrado con la tarjeta. Junto con los otros dos imputados, Blesa coincidió en que Deloitte «tenía que saber» lo de las tarjetas ‘B’.

Tal y como adelantó elEconomista el pasado 3 de octubre, entre los años 2003 y 2011, Miguel Blesa no declaró en ningún momento ante Hacienda la tarjeta de crédito de la entidad que estaba utilizando para gastos personales. Durante aproximadamente ese mismo tiempo -entre 2005 y 2011- declaró unos pagos en especie por importe de tan sólo 84.147 euros, de acuerdo con las declaraciones de la renta presentadas por el banquero, que están en manos del juzgado y a las que ha tenido acceso este periódico.

Frente a la actitud del banquero, los otros dos imputados por el caso de las tarjetas -Rodrigo Rato e Ildefonso Sánchez Barcoj- sí que han devuelto ya el dinero.

Éste último, considerado por la Fiscalía anticorrupción el cerebro y administrador del sistema de tarjetas B, entregó el pasado miércoles en la Audiencia Nacional un cheque por valor de 484.200 euros, con el objetivo de devolver todo el dinero gastado entre 2003 y 2012. Barcoj, que fue el directivo y consejero que más utilizó el dinero de plástico opaco, realizó este depósito un día antes de declarar ante el juez Fernando Andreu.

Barcoj fue uno de los tres ejecutivos que devolvió ya a Bankia la parte correspondiente a dicha entidad el pasado verano. En su caso, 90.979 euros. Desde que estalló el escándalo, a principios de este mes, el que fuera director financiero y de negocio de Blesa mantuvo que ha intentado reembolsar los fondos usados en la época de Caja Madrid, para lo que, según sus abogados, ha tenido que desprenderse de patrimonio.

Rodrigo Rato, que gastó con la tarjeta opaca 99.000 euros, devolvió primero a Bankia los 54.837 que cargó a esta entidad tras la auditoría interna -destacan los 16.300 euros en efectivo que retiró del cajero sólo durante los últimos tres meses como presidente de la misma-, y, según explicó ayer en la Audiencia, ha pagado ahora el resto a la Fundación Caja Madrid.

El Frob ha abierto una cuenta en Bankia para que los exdirectivos y exconsejeros de Caja Madrid y Bankia que hicieron uso de las tarjetas puedan devolver el dinero.

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