5 técnicas para controlar la impulsividad infantil

Lidiar con un niño impulsivo no es fácil ya que cuando menos lo esperamos tiene una rabieta o ha dejado a medias la tarea para ir a jugar. En ocasiones los padres sienten que nada funciona: han probado con los castigos, las reprimendas y con una actitud más permisiva pero todos estos intentos por controlar los impulsos del niño han sido en vano. ¿Qué hacer?
Ante todo, considera que los niños impulsivos no actúan de manera impetuosa y desobediente porque quieren, sino porque no logran controlarse. De hecho, muchos pequeños cometen una y otra vez las mismas infracciones y ni siquiera pueden explicar por qué. Por eso, la regla de oro para controlar la impulsividad infantil consiste en comprender al niño, lo cual no significa que debes tolerar sus malos comportamientos sino que es necesario hacer acopio de mucha paciencia.

¿Cómo controlar la impulsividad en los niños?

1. El volcán
El objetivo de esta técnica consiste en enseñarle al niño a identificar las emociones que acompañan sus comportamientos impulsivos, lo cual le permitirá tomar conciencia de sus propias sensaciones y, en un segundo momento, controlarlas.
Aplicar esta técnica es bastante fácil: cuando el niño esté tranquilo le pedimos que imagine que en su interior hay un gran volcán que representa toda su energía y vitalidad. Después le explicamos que cuando esa energía es muy intensa y está muy ansioso o enfadado, es como si el volcán comenzara a calentarse, se descontrola y tiene una gran erupción.
Cuando notes que el pequeño está comenzando a agitarse, pídele que visualice el volcán. De esta manera le ayudarás a tomar conciencia de las emociones que anteceden al estallido de impulsividad y, por consiguiente, podrá detenerlas antes que sea demasiado tarde y pierda completamente el control.

2. El semáforo
El objetivo de esta técnica es proporcionarle al niño una especie de retroalimentación que le permita mantenerse más atento a sus emociones y a su nivel de activación.
Su aplicación también es muy simple: pacta un código que le sirva de señal para determinar su nivel de activación. Por ejemplo, puedes tomar como referencia los colores del semáforo, la señal verde indicará que todo está bien, la amarilla que ha comenzado a exaltarse un poco y la roja que ha pasado los límites y debe detenerse.
También puedes probar con sonidos o movimientos, la idea básica es que la señal que envíes sea relevante para el pequeño y le sirva para autocontrolarse.
3. Técnicas de relajación
Existen diferentes técnicas de relajación que ayudarán a tu pequeño a mantener bajo control sus emociones. Por la noche o antes de que tome la siesta, puedes aplicarlas y verás cómo se despertará mucho más relajado. Puedes apostar por la relajación muscular progresiva o el entrenamiento autógeno.
Vale aclarar que cuando el niño es muy pequeño, puede que estas técnicas no funcionen muy bien así que debes adoptar otras estrategias, como crear rituales relajantes: leerle un cuento, cantarle una canción o darle un baño caliente. También puede ser de gran ayuda que le enseñes la técnica de la respiración diafragmática, lo cual le ayudará a calmarse en los momentos de tensión.
4. Técnicas para canalizar la energía
El ingrediente básico de la impulsividad es el exceso de energía, pero podemos usarla a nuestro favor. ¿Cómo? Canalizándola a través de tareas productivas. De hecho, la clave para controlar la impulsividad infantil consiste en saber adelantarnos al punto de no retorno, ese momento en el cual el niño pierde el control.
Una buena idea consiste en apostar por actividades extraescolares que le permitan liberar toda esa carga de energía, como puede ser el deporte. No obstante, en casa, puedes crear un espacio donde puede liberar esa energía sin comportarse de manera grosera ni causar daño. Así, cuando notes que está exaltado, pídele que se retire a ese lugar y que regrese una vez que se haya calmado. En ese lugar le está permitido gritar y golpear ya que la idea no es que reprima sus emociones sino que aprenda a expresarlas sin herir a los demás o a sí mismo.
5. Actividades para potenciar la atención
Muchos de los niños impulsivos también tienen problemas para concentrarse, lo cual dificulta su aprendizaje. Por eso, es conveniente que le propongas diferentes tareas que fomenten la atención. Por supuesto, tendrás que buscar actividades que le resulten motivadoras ya que de lo contrario será difícil que le puedas mantener sentado durante un periodo de tiempo muy largo. Los juegos de mesa, como el ajedrez y las damas suelen ser una excelente opción, siempre y cuando sepas despertar su interés por ellos.
http://www.rinconpsicologia.com/2014/10/5-tecnicas-para-controlar-la.html

5 comentarios en “5 técnicas para controlar la impulsividad infantil

  1. El problema actual del PP (y algo similar ocurre en el PSOE) es que si Rajoy (o Esperanza Aguirre en Madrid) mete mano dura contra la corrupción en su partido, los detenidos hablarán… y al hablar eso salpicará a otro montón de cargos políticos, que hablarán, salpicando a otros, así hasta llegar a los altos cargos e incluso a los altos cargos, lo que llevaría a una «guerra interna» dentro de los partidos como ya le pasó a la UCD antes de desaparecer (parece que algo de esto ya ha empezado a ocurrir…), por lo que no pueden hacer nada excepto «hacer que hacen, a ver si salvan las apariencias»… (pero ya no cuela), están atados de pies y manos, ni están ni se les espera…, y si no hacen nada contra la corrupción, el país entra en barrena…, pero tengo muy claro que antes de verse salpicados personalmente prefieren cargarse el partido y el país (son de esa «condición» y si alguien no ha robado debió ser porque era el tonto…).

    Es muy importante que no solo se persiga a los corruptos de los partidos, sino a los corruptores (banqueros, empresarios, capital extranjero, etc.).

    La táctica que emplean ahora es :

    1º La culpa es de toda la sociedad española… (difuminar culpas), los políticos salen de la sociedad española y si son corruptos es por que toda la sociedad española lo es, los corruptos somos todos, sois vosotros… (al parecer también es culpa de los niños que pasan hambre en España, esos niños tienen culpa directa de su propia hambre), robar es siempre malo, pero yo siempre diferenciaré (como ya lo hace «en teoría» el Código Penal), robar para que coma alguien y/o su familia que robar para tener un castillo y un yate tan grande como un petrolero (no se…, no lo veo igual de necesario…).

    2º En todos los países y en todos los partidos políticos y otras instancias hay corrupción (esparcir la mierda propia con el ventilador hacia todos), si…, pero hay que ver caso por caso y no hablar en genérico, además hay que ver cantidad y calidad en la corrupción, no es lo mismo que haya corrupción que nos encontremos en un sistema ya tan corrompido por la corrupción hasta el punto de hundirte un país (Argentina, España, Italia, etc.).

    3º El culpable de la corrupción es individualmente solo ese corrupto (depositar una responsabilidad colectiva por comisión u omisión, en uno solo llamado «cabeza de Turco», que suele ser culpable, pero no el único culpable, como se trata de vender, para esto muchas veces se utiliza a gente ya fallecida, otras veces no es posible y hay que «buscar a alguien»), pues depende…, esto es como los criminales solos o el crimen organizado…, hay que ver si las cosas las hace una persona sola o si las hace una estructura o banda y que puestos tienen los componentes de esa estructura o banda (no es lo mismo ser un votante, que un alto cargo).

    4º Si no es para tanto…, ¡qué miserables, sí que lo es…!.

    5º ¿Por qué lo llaman Casta cuando es Mafia?, hasta ahora demasiado «buenos» han sido definiendo el problema.

  2. es verdad que lidiar con un niño es difícil….. lo se muy bien….

    y lidiar con adultos también….

    el problema, pasa a un nivel muy , pero muy básico, por las personalidades del grupo.-

    los seres humanos, no somos criaturas lógicas, somo seres emocionales.-

    si, en una familia, no hay una relación de poder fuerte…. es decir…(contra lo que muchos creen…), una «imagen de poder»… todo va andar mal.-

    los primeros que se dan cuenta son las mascotas….. si el dueño no tiene «poder de voluntad» (voz de mando…)… la mascota hará lo que quiera.-

    ídem un niño…. si el niño de carácter fuerte (porque eso es lo que tiene , un carácter muy fuerte…).-

    si ese tipo de niños, no «ve» que hay una imagen de poder…. una imagen que se «impone»… dificilmente lo puedan controlar.-

    esto niños, son de personalidad muy fuerte, y, a una persona de ese tipo, no se la «orienta» con «palabras», menos con «dialogos»…

    porque de lo unico que «entiende» es de «poder».-

    si los padres no lo tienen, están perdidos.-

    no se trata de palizas, ni de castigos, se trata de una imagen de poder domestico….

    básicamente, se trata de que este tipo de niños, solo respetara y obedecerá a alguien FUERTE.-

    es el miedo que imponen algunas personas, que sin embargo jamas lo han «tocado» (palizas…).-

    idem con los adultos.-

    todo… al final… son relaciones de poder.-

    para la gente de muy fuerte de personalidad… hay tres opciones….

    La errónea, la acertada… y la mía.-

    eso es la vida real.-

    a su vez, si no se los «encamina» a estos niños….. tiene muchos problemas a futuro.-

    es preferible unas lagrimas a tiempo… que llorar de adulto.-

    ¿nadie tubo un amigo o un primo de mal carácter… que el único que lo «mandaba» era un abuelo?

    eso es una relación de poder.-

    profesor J

  3. Jeje, todas las tecnicas del artículo están muy bien, más en los libros que en la vida real, pero bien.

    Aparte de éstas técnicas conviene no olvidar la básica: Saber decir ( y mantener ) » NO «.

    Después de explicarle al niño lo de los volcanes, los semáforos y estas cosas, añadir: » Y esto no lo vas a hacer, te pongas como te pongas «. o bien » y ahora vas a hacer esto, te guste más o te guste menos «.

    Educar es decir » no «. Poner los límites y mantenerlos, ya que por naturaleza los niños tratarán de hacer todo aquello que les apetezca y de no hacer aquello que no les apetezca.

    Hay que enseñarles que no son ellos los que deciden, y cuanto antes se haga, mejor. O al revés, cuanto más tarde se haga, peor. El monstruo en su interior irá creciendo hasta hacerse ingobernable.

    Y, por supuesto, como señala profesor J, ésto se hace con la voz. No es necesario ni sacar las manos de los bolsillos.

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