domi APPLE, El lado oscuro de “Steve Jobs”

El sistema, y en particular Los Estados Unidos de Norteamérica, siempre desde tiempos inmemoriales se ha dedicado a crear iconos, heroes y demas modelos como ejemplos a seguir, los cuales, endiosan y santifican hasta el extremo de presentarlos como verdaderos seres “extraordinarios” dignos de ser adorados y seguidos.

Pero… Siempre hay un pero

El sistema solo endiosa a quienes mejor les han servido, quienes han impulsado la carrera de antivalores, avaricia, inhumanidad, muerte, robo y demas semejantes. Al contrario de quienes han luchado contra el sistema que siempre han sido “satanizados”.

Un lamentable caso es el del personaje que motivo el presente escrito. Dicho personaje es adulado y adorado por muchos debido a un halo de genialidad autoimpuesto del cual no hay prueba alguna, de lo que si hay pruebas es de su verdadero rostro, su lado oscuro, lo que en verdad era.

Además cabe destacar que este personaje que fue uno de los confundadores de la Empresa Apple fue un avaricioso empresario explotador sin corazón, que desde sus inicios, estafo a sus propios “amigos y socios”, los cuales, despues echo como se tira la basura.

Se le adjudica la creación del computador personal, cuando en realidad fue su socio Steve Wozniak el verdadero él genio tras este invento, él solo se encargo de vender, y de paso estafar y/o robar:

Steve Jobs se encarga de las ventas y negociaciones y Steve Wozniak, en secreto, de construir la máquina electrónica, sin embargo, Steve Jobs no pagó a Wozniak el porcentaje que le correspondía ya que de los 5000 dólares ganados, solo pagó a Wozniak 350 dólares cuando le correspondían 2500 dólares.29

Se le adjudica la invención del Ipod, Iphone, Ipad, y otras invenciones mas, cuando en realidad, los que han inventado, diseñado y creado estas cosas han sido otros, gente con talento que el tio este tenía secuestrada para robarle las ideas cual dracula, pero que a nadie se le ocurriera tomar prestado el punto de la esquina de arriba derecha del plano alguna idea suya.

Egolatra a mas no poder, odiaba la caridad, nunca en su vida ayudo a los pobres, decia que sus productos eran suficiente ayuda para el mundo cuando estos valen tanto dinero que jamas en toda su vida los miles de chinos que los hacen, jamas y nunca, podran comprar.

Asesino, si, asesino. Si se investiga por internet conseguimos que apple es contratista de empresas de armas y del dpto de Estado norteamericano,  Steve Jobs por medio de su empresa participo en guerras.

Aun así, con todo este curriculo, el sistema nos lo vende como un dios, como un santo, como un enviado divino, como “el visionario” (YO DIRIA VICIOnario). Y lo peor todavia es que millones en todo el mundo compran sus aparatos, que por cierto no tienen nada de otro universo y son extremadamente caros, lloran por su muerte y alaban a uno de los mas grandes e insensibles explotadores, y destructor-contaminador de la naturaleza (Busquen Conflicto Apple – Greenpeace), Satrapa corrupto, estafador y ladrón  que ha pisado esta tierra.

 

El otro Steve Jobs

La muerte de Steve Jobs, fundador y dirigente de la empresa Apple, ha sido el espectáculo mediático empresarial más teatral vivido este año. Durante las últimas semanas hemos visto una enorme movilización de los mayores medios de información internacionales, bajo la batuta del establishment empresarial estadounidense (lo que se llama en EEUU la Corporate Class), para celebrar la vida del que ha sido canonizado unánimemente por tales medios. Uno de los mayores rotativos del país aseguró incluso que había tenido “una vida ejemplar o extraordinaria”, que mostraba el enorme potencial que un ser humano puede alcanzar bajo el capitalismo estadounidense. En esta construcción mediática se ha presentado a Steve Jobs como una persona de orígenes humildes que alcanzó por su propio mérito la cumbre del mundo empresarial, creando nuevos productos que han beneficiado a toda la humanidad. En esta proyección mediática, Steve Jobs es el self-made man, emprendedor por antonomasia que, a base de genio y ambición, llegó a unos niveles de grandeza que pocos alcanzan en nuestro mundo.

Para no ser menos, los rotativos de mayor difusión e influencia en España utilizaron también adjetivos superlativos para describirlo. Le definieron como “ejemplar”, “extraordinario”, “inspirador”, “magnífico” o “un hombre que quiso dar amor en su dedicación a satisfacer a las masas”, “pionero”, digno de “admiración”, “respeto” y “agradecimiento”, “fuente de inspiración para los emprendedores españoles”, “un gran creador de puestos de trabajo”, y así un largo etcétera. Podría continuar y continuar con una larga lista de cantos y alabanzas a la figura del emprendedor cuyo genio supuso el éxito del capitalismo.

En esta divinización (y no creo exagerado este término para definir el clamor unánime de alabanzas) se ignoran varios hechos de su biografía que dan otra versión del personaje. En realidad, Steve Jobs era muy representativo del emprendedor que ha hecho una enorme fortuna a base de utilizar y explotar para beneficio propio bienes comunes sin los cuales no hubiera alcanzado su éxito. Es más, su fortuna se basó, en parte, en una enorme explotación de otros seres humanos. Veamos los datos, comenzando por sus características como empresario empleador. Apple, la empresa de Steve Jobs, no fabrica sus productos en EEUU. Lo hace en Shenzen, una ciudad de China conocida como el Silicon Valley chino, donde trabajan 420.000 trabajadores en condiciones miserables. El grupo empresarial Foxconn dirige tal conglomerado de industrias que producen aparatos electrónicos. En este lugar, incluidas las fábricas de Apple, se explota brutalmente a sus trabajadores (no es extraño que trabajen seis días a la semana 16 horas al día) en condiciones militares en sus cadenas de montaje. Existe un ambiente de terror bien documentado por la obra de Mike Daisey (The agony and the ecstasi of Steve Jobs) en ninguna parte mencionada en la bacanal de elogios escritos a razón del homenaje a su figura.

Su fortuna personal (estimada en 8.500 millones de dólares) y los enormes beneficios de su empresa se basaban, en parte, en esta súper explotación de otros seres humanos. El número de suicidios, consecuencia de las horribles condiciones de trabajo, ha sido denunciado en varios medios internacionales. Según el diario londinense Daily Mail, a los trabajadores de las fábricas de Apple en China se les fuerza a firmar un contrato en el que se comprometen, ellos y sus familias, a no denunciar y a no llevar a la compañía a los tribunales en caso de accidente, daño, muerte o suicidio.
La insensibilidad hacia las condiciones de trabajo en sus empresas reflejaba una actitud muy representativa del gran emprendedor del siglo XX. Su antagonismo, casi hostilidad, hacia la clase trabajadora, era bien conocido. Como señala Eric Alterman en su artículo titulado Steve Jobs. Una vergüenza americana (Steve Jobs. An American Disgrace publicado en The Nation. 28-11-11), Steve Jobs había aconsejado al presidente Obama a imitar a China y permitir a las empresas estadounidenses hicieran, no sólo en China, sino también en EEUU, lo que quisieran, sin ningún tipo de protección a los trabajadores ni al medio ambiente.

Su obsesión era acumular dinero, sin ningún freno en ello. Era el “perfecto emprendedor” de la Corporate America, que se nos quiere presentar como modelo y ejemplo. No se conoce que diera dinero a actos sociales benéficos, como los súper ricos suelen hacer en aquel país como estrategia de marketing para mejorar su imagen. En realidad, ridiculizó a Bill Gates por crear una fundación que lleva su nombre, atribuyendo un supuesto retraso tecnológico de las empresas de Bill Gates (la hostilidad de Steve Jobs hacia Bill Gates era bien conocida) al “excesivo interés de Bill Gates en ayudar a los pobres”. Steve Jobs era un personaje que pertenecía al mundo definido por Charles Dickens.

Una última observación. Las empresas Apple y la gran mayoría de “inventos de la industria electrónica” se basan en el conocimiento de la investigación básica producida en otras instituciones, frecuentemente centros académicos financiados públicamente por el Gobierno federal de EEUU, especializados en temas militares o aeroespaciales. Internet es un claro ejemplo de ello. El conocimiento que produjo Internet, por ejemplo, procedía de las inversiones públicas. Parece ignorarse que el Gobierno federal de EEUU tiene una de las políticas industriales más desarrolladas en la OCDE, invirtiendo enormemente en investigación y desarrollo. La industria electrónica ha explotado tal conocimiento público para sus fines privados. Sin desmerecer la importancia de la investigación aplicada y de la creación intelectual, hay que señalar que la escalera que les permite subir ha sido construida por otros, punto también olvidado en esta biografía de un personaje representativo de lo que significa el capitalismo sin guantes y sin límites.

Vicenç Navarro
Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas de la Universitat Pompeu Fabra
Ilustración de Mikel Jaso

Un comentario en “domi APPLE, El lado oscuro de “Steve Jobs”

  1. Pues como el gran empresario amancio ortega, que te cuentan la historia del pobre sastre y cuando hizo dinero, fue cuando marcho a la india a explotar a familias enteras incluidos niños en talleres acinados y horarios inhumanos.

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