Están llamados a ser una de las fuentes de energía más explotadas en un futuro sin petróleo, y la UE es uno de sus grandes defensores. Sin embargo, los biocombustibles se han beneficiado de una fama ecológica injusta gracias a un «serio error» de aritmética. Así trata de demostrarlo un informe del comité científico de la Agencia Europea para el Medio Ambiente (EEA, por sus siglas en inglés), que pide a la UE que «revise sus objetivos de fomento de la bioenergía» para tener en cuenta las «enormes consecuencias potenciales» para la lucha contra el calentamiento global.
El error reside en considerar que la producción de energía biológica emite tantos gases contaminantes como los que las plantas en el mismo espacio absorberían durante su crecimiento. «La decisión de usar un terreno para bioenergía da lugar a más carbono almacenado bajo tierra en forma de combustibles fósiles, pero esa es una ventaja a expensas de menos carbono almacenado en plantas y suelos», razona el comité.
Según el texto, considerar los biocarburantes como una energía neutra en cuanto a las emisiones contaminantes «es incorrecto. Se ignora que al usar cultivos para producir energía no se producen plantas para otros usos» que todavía retengan más gases de efecto invernadero, como los bosques.
Según el informe, el fallo se deriva de una mala aplicación de la Convención marco de la ONU sobre Cambio Climático que se ha incorporado a piezas clave de la legislación europea, como el sistema de comercio de emisiones o la directiva de energías renovables.
La Comisión Europea se desmarcó de la opinión científica recordando que los biocarburantes siempre contaminarán menos que los derivados del petróleo. «Para nosotros falta la comparación entre biofuel y el petróleo. Creemos que es mejor utilizar los biocombustibles porque emiten mucho menos dióxido de carbono», aseguró Marlene Holzner, portavoz comunitaria de Energía.
Europabio, que representa en Bruselas a las empresas de biotecnología, rechazó el contenido del informe, asegurando que la legislación comunitaria ya tiene en cuenta «diferentes tipos de emisiones que se derivan de los biocarburantes», según afirmó en conversación con este diario Nathalie Moll, su secretaria general. «Es más, la legislación en vigor ya prohíbe el cultivo de plantas con fines energéticos en áreas de bosque con gran capacidad de absorción de gases», añade.
Absorción de carbono
«El comité sugiere que, desde el punto de vista climático, es mejor no tocar los bosques que usarlos para biomasa que produzca energía, pero los árboles absorben carbono sólo hasta cierto punto de madurez», razonan fuentes de la Comisión.
Para organizaciones ecologistas como Greenpeace, es «muy importante» que existan informes elaborados por comités dependientes de la UE que sean críticos con la industria. «La Comisión siempre ha minusvalorado el CO2 derivado de la producción de los biocarburantes», aseguró ayer Jack Hunter, «bien sea como consecuencia directa de la producción o de la deforestación», particularmente preocupante en países como Brasil.
El comité, integrado por 19 expertos, recuerda que diversos cálculos se han servido de este error aritmético para pronosticar que en las próximas décadas los biocombustibles deberían satisfacer entre un 20% y un 50% de las necesidades energéticas del planeta, lo que conllevaría doblar o triplicar la superficie cultivada.
Sin tener en cuenta el saldo que resulta de la sustitución de los combustibles fósiles por la biotecnología, puede estar gestándose una «hipoteca basura de carbono que probablemente nunca podamos pagar», según Ariel Brunner, responsable de la oficina comunitaria de la organización ecologista Birdlife.
Los diferentes usos de los terrenos y sus consecuencias están siendo analizadas por el departamento de Energía, que hará «próximamente» una propuesta que resuelva los posibles perjuicios de la producción de biocombustibles, según fuentes comunitarias.
Fuente: http://www.publico.es/ciencias/397817/un-comite-de-la-ue-niega-las-ventajas-verdes-del-biofuel