El arte rupestre de los indígenas australianos podría ser tan antiguo que le quitaría los primeros puestos a las extraordinarias pinturas de la Cueva de Altamira (en España) o a las de Chauvet (en Francia). Ahora, investigadores equipados con la última tecnología aplicada en datación, pretenden probarlo en forma definitiva. Se estima que los resultados podrían arrojar una edad superior a los 50.000 años.
Se cree que la historia de las primeras culturas humanas en Australia se remonta a un periodo que podría ir de 50.000 a 80.000 años atrás antes de la llegada de los europeos. Previamente a la colonización, había cientos de grupos aborígenes en la isla, cada uno con su propia tradición artística, cultura e idioma.
El arte rupestre en Kimberley
Una de las regiones más ricas en arte rupestre es la región de Kimberley, al noroeste de Australia. Allí se encuentran cientos de pinturas repartidas por más de 400.000 kilómetros cuadrados (un área cerca de tres veces el tamaño de Inglaterra).
El Sydney Morning Herald reporta que un grupo de científicos se encuentra actualmente estudiando las obras pictóricas en Kimberley con el fin de establecer una datación precisa para las mismas.
Hasta ahora, los investigadores han enfrentado serias dificultades al intentar obtener una fecha precisa debido a la ausencia de material orgánico en las pinturas, lo cual descarta de lleno el método por radiocarbono. Como alternativa, se ha optado por la datación por series de uranio, la cual se ha empleado en diminutas capas minerales removidas cuidadosamente de alrededor de las pinturas. De esta manera, los expertos serán capaces de medir el decaimiento radiactivo.
Las primeras pruebas han mostrado resultados prometedores y pronto serán dadas a conocer en un anuncio oficial.
Una revolución en la Historia del Arte
El arte prehistórico en cuevas de España y Francia, alcanza una edad próxima a los 40.000 años, y hasta el momento se considera el más antiguo del mundo. Después de todo, la creencia dominante es que la expresión cultural comenzó en Europa y se extendió desde allí. No obstante, los resultados que se obtengan en Australia podrían cambiar radicalmente esta percepción.
«El arte rupestre de Kimberley debería destacarse como uno de los logros culturales más grandes en la saga del desarrollo y migración humana a lo largo y ancho del planeta», sentencia el geólogo Andrew Gleadow al ser entrevistado por el Sydney Morning Herald. «Si podemos probar que el arte en Australia representa el registro continuo más antiguo del mundo, será extraordinario».