Las despiadadas tácticas y letales estrategias de los asesinos de la antigüedad

Portada - Representación artística de un hashshashin.

 

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Los asesinatos llevan produciéndose largo tiempo en la historia de la civilización y del ser humano. El objetivo de tales actividades ocultas era a menudo librarse de importantes personajes en el propio campamento enemigo, ya fuera personal civil o militar. En numerosas antiguas sociedades, los asesinos ocupaban los límites del estamento marcial, ya que sus misiones eran en ocasiones consideradas como poco honorables. No obstante, se ha admitido el valor de sus acciones, y algunos estrategas militares incluso han escrito acerca de cómo un soberano podía y debía hacer uso de ellos. También han existido sociedades en las que los asesinos constituían el núcleo de su poderío militar.

El arte de la guerra de Sun Tzu

Los asesinos han sido empleados en operaciones militares desde épocas muy antiguas. El estratega militar chino Sun Tzu, aunque no escribió explícitamente acerca de cómo utilizar a los asesinos, sí que apuntó al uso de este tipo de agentes encubiertos. Por ejemplo, el capítulo 13 de su famosa obra El Arte de la Guerra trata específicamente del espionaje y la utilización de espías. Según Sun Tzu, un general debe emplear a sus espías para recabar información sobre el enemigo independientemente de si el objetivo es  “aplastar a un ejército, arrasar una ciudad o asesinar a un individuo.” No obstante, Sun Tzu no entra en detalles acerca de los tipos de asesinos y asesinatos ni en la forma en la que utilizarlos.

Estatua de Sun Tzu en Yurihama, prefectura de Tottori, Japón. (CC BY 2.5)

Estatua de Sun Tzu en Yurihama, prefectura de Tottori, Japón. (CC BY 2.5)

La ciencia de Kautilya

A diferencia de Sun Tzu, Kautilya, el consejero principal del Imperio Maurya, escribió más abiertamente acerca del uso de asesinos, aunque habla de ellos incluyéndolos en la categoría de ‘espionaje’. Las lecciones de Kautilya sobre el empleo de asesinos en la guerra podemos encontrarlas en el Arthashastra. traducido de diversas maneras como La ciencia de la ganancia material, La ciencia de la política o Ciencia de la Economía Política. Es un tratado que versa sobre diversos temas relacionados con el buen gobierno, la política económica y la estrategia militar.

Representación artística de Kautilya. (Public Domain)

Representación artística de Kautilya. (Public Domain)

Según Kautilya, existen diversos tipos de espías, algunos de los cuales también son asesinos. Estos asesinos pueden dividirse asimismo en categorías más concretas, empleando cada una de ellas diferentes tácticas a fin de llevar a cabo sus misiones. Por ejemplo, una de estas categorías de asesinos es la de los envenenadores, y entre ellos están los cocineros, los que preparan salsas y los que procuran el agua para bañarse. Estos asesinos se caracterizan por no albergar “rastro alguno de afecto filial en ellos, y son muy crueles e indolentes.” Como su nombre da a entender, estos asesinos utilizaban venenos para acabar con sus víctimas.

Por otro lado, Kautilya también escribe que se pueden aplicar diferentes estrategias a la hora de utilizar asesinos. Aparte de matar directamente a su objetivo, los asesinos también pueden emplearse para librarse de ministros molestos o para sembrar la discordia en una corte enemiga. Kautilya ilustra esta teoría con el caso del ‘ministro sedicioso’. En este ejemplo, Kautilya supone que el rey tiene un ministro sedicioso del que desea librarse. Este ministro podría tener un hermano, quien, instigado por el asesino, presentaría una demanda reclamando su herencia. El reclamante es asesinado a continuación, y el crimen se achaca al ministro sedicioso, ofreciéndose de este modo al rey una excusa para castigarle y librarse de él. Puede emplearse una táctica similar para sembrar discordia en la corte del rey enemigo.

Los Hashshashin

Los Hashshashin son quizás los asesinos más famosos de la historia. Eran miembros de los Nizaríes ismaelitas, una rama del Islam chií, y lograron forjar un estado en Oriente Medio en la época medieval. Por aquel entonces, la región se encontraba dominada por otros estados mucho más poderosos, como el imperio sunní seléucida y los estados cruzados cristianos. En una batalla a campo abierto, los Hashshashin probablemente no hubieran sido rival para sus enemigos debido a su escaso número. Por esta razón, adoptaban una táctica de combate diferente. Los Hashshashin controlaban numerosas fortalezas en la región, y desde ellas eran enviados para asesinar a líderes enemigos.

Mujer tracesiana matando a un varego. (Public Domain)

Mujer tracesiana matando a un varego. (Public Domain)

A pesar de ser pequeño su reino, los Hashshashin eran asesinos muy eficientes, y sembraban el miedo en los corazones de sus enemigos. Entre las víctimas más notables de los Hashshashin se encuentran los cruzados Raimundo II de Trípoli y Conrado de Montferrat, además del visir seléucida Nizam al-Mulk. Incluso el gran general musulmán Saladino estuvo en el punto de mira de los Hashshashin, aunque fue capaz de sobrevivir a sus ataques. Una de las tácticas favoritas de los Hashshashin era asesinar a sus víctimas en público. De este modo, los Hashshashin no solo eliminaban a un oponente, sino que además también infundían terror en los corazones de sus enemigos.

Pintura del siglo XIV en la que aparece representado el asesinato de Nizam al-Mulk. (Public Domain)

Pintura del siglo XIV en la que aparece representado el asesinato de Nizam al-Mulk. (Public Domain)

La temible reputación de los Hashshashin creció aún más por las numerosas historias que se contaban acerca de su carácter despiadado, ciertas o no. Fue quizás esta reputación la que hizo a sus enemigos desistir de lanzar ataques directos contra sus fortalezas. Al final, no obstante, el mito de invencibilidad que los Hashshashin habían construido en torno a ellos acabó hecho pedazos como resultado de la invasión de Oriente Medio que emprendieron los mongoles en el siglo XIII. Se calcula que los Hashshashin poseían en total unas 40 fortalezas, entre ellas el famoso castillo de Alamut. Estas fortalezas acabaron siendo arrasadas y capturadas por los invasores mongoles. Este hecho marcó el fin de los Hashshashin como fuerza organizada.

Imagen de portada: Representación artística de un hashshashin. (Imagen original)

Autor: Wu Mingren

Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.

 

Fuentes:

Gray, J. M., 2010. Holy Terror: The Rise of the Order of Assassins. [Online]
Disponible en: http://www.historynet.com/holy-terror-the-rise-of-the-order-of-assassins.htm

J.T.O., 2012. King of the Assassins: How History’s Infamous Killer Cult Survives under a Playboy Prince of Peace. [Online]
Disponible en: https://ajaor.wordpress.com/2012/11/27/king-of-the-assassins-how-historys-infamous-killer-cult-survives-under-a-playboy-prince-of-peace/

Kautilya, Arthasastra [Online] [Shamasastry, R. (trad.), 1915. Kautilya’s Arthasastra.] Disponible en: https://archive.org/details/Arthasastra_English_Translation

Sun Tzu, The Art of War [Giles, L. (trad.), 2011. Sun Tzu’s The Art of War. London: HarperCollins Publishers.]

Violatti, C., 2014. Arthashastra. [Online]
Disponible en: http://www.ancient.eu/Arthashastra/

www.liquisearch.com, 2016. Hashshashin – Military Tactics. [Online]
Disponible en: http://www.liquisearch.com/hashshashin/military_tactics

www.unexplainedstuff.com, 2008. The Assassins. [Online]
Disponible en: http://www.unexplainedstuff.com/Secret-Societies/The-Assassins.html

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