Buques de guerra de vanguardia de Gran Bretaña, valorados en 1.200 millones de euros, acaban averiados en el Golfo Pérsico, al no estar diseñados para soportar tanto calor.
Los contratistas afirman que el Ministerio de Defensa no les informó de que los destructores de 8.000 toneladas Type-45 pasarían tanto tiempo navegando en aguas cálidas.
Como resultado de ello, el motor de los seis buques de guerra tiende a averirarse en el medio del mar, dejando alos militares durante horas en la oscuridad total.
La revelación aumenta los temores de que los principales activos navales de Gran Bretaña, diseñados para proteger al resto de la flota de los ataques aéreos o de misiles, se hayan convertido en blancos fáciles.
También hubo advertencias de que las tropas podrían morir en dichos barcos si son desplegados cerca de zonas de combate en Oriente Medio.
Cuatro de los barcos de misiles guiados se encuentran actualmente en alta mar, solo uno de ellos fuera de aguas europeas y los demás en aguas del Reino Unido.
Descritos como la columna vertebral de la Royal Navy, los destructores defectuosos están equipados con un nuevo sistema pionero diseñado para reducir costos y ser más eficientes en combustible.
El Ministerio de Defensa ha insistido en que los buques pueden ser desplegados con toda seguridad, aunque el ex Primer Lord del Mar, el Almirante West denuncia la posibilidad de que se encuentren nuevos errores en los buques.