El primer ministro de Israel ha ordenado una investigación sobre supuestas filtraciones de los planes de un ataque a Irán y sus instalaciones nucleares, según se ha informado.
Según el periódico kuwaití Al-Jarida, los principales sospechosos son los ex jefes del Mossad y del Shin Bet, respectivamente, los servicios nacionales y extranjeros de las agencias de inteligencia de Israel.
Se dice que Netanyahu cree que los dos, Meir Dagan, y Yuval Diskin, querían torpedear los planes en fase de elaboración de él y Ehud Barak, el ministro de Defensa, para atacar los sitios nucleares iraníes. Tzipi Livni, líder de la oposición del partido Kadima, también se dice que ha sido persuadido para atacar a Netanyahu por «aventurerismo» y por jugar «juegos de azar con los intereses nacionales de Israel».
Tanto Dagan como Diskin se oponen a un ataque militar contra Irán a menos que todas las demás opciones – la presión diplomática internacional, sobre todo y tal vez el sabotaje – se hayan agotado. En enero, el recientemente retirado Dagan, un halcón cuando estaba a cargo del Mossad, llamó al ataque a Irán» la idea más estúpida que había escuchado».
El periódico de Kuwait tiene un historial de funcionar en base a historias aparentemente filtradas desde autoridades israelíes de alto nivel.
Incluso observadores israelíes bien informados admiten estar confundidos acerca de lo que está sucediendo detrás del escenario.
«Parece que sólo Netanyahu y Barak lo saben, y tal vez hasta no se hayan decidido», comentaron Amos Harel y Avi Issacharoff, ambos respetados escritores de Haaretz.» Aunque muchas personas dicen que Netanyahu y Barak están llevando a cabo una guerra psicológica sofisticada y no tienen intención de lanzar una operación militar, los altos funcionarios todavía tienen miedo.»
La idea de que algo importante está pasando en este ámbito tan sensible se reavivó la semana pasada con los comentarios del columnista Nahum Barnea, quien escribió en el diario Yedioth Ahronoth que los funcionarios de ejecución militar de Israel y de los servicios de inteligencia se oponían a una guerra con Irán.
«Benjamín Netanyahu y Ehud Barak son los gemelos siameses de la cuestión iraní», escribió. «Un raro fenómeno está teniendo lugar aquí en términos de política israelí: un primer ministro y un ministro de Defensa, que actúan como un solo cuerpo, con un objetivo, con el apoyo mutuo y repetidamente se colman de elogios el uno del otro… Ellos están caracterizados como instando a la acción.»
«Netanyahu retrató la ecuación en el inicio de su gestión así: El presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad es Hitler y si no se le detiene a tiempo, habrá un Holocausto. Hay algunos que describen el fervor de Netanyahu sobre este tema como una obsesión. Toda su vida ha soñado ser Churchill. Irán le da la oportunidad.»