El recorte del gasto público sanitario no ha llegado sólo. La educación pública española también se ha visto lastrada. Según los datos que ha publicado el Ministerio de Educación, desde la llegada del Partido Popular al Gobierno, la partida presupuestaria destinada al gasto educativo ha descendido hasta un 11,5% de 2012 hasta 2014, último año que maneja el departamento que dirige Íñigo Méndez de Vigo.
No obstante, con Rajoy en La Moncloa no se comenzó la senda de recortes en materia educativa. El último año de José Luis Rodríguez Zapatero -los presupuestos de 2011, el cual el mayor peso en esta materia es cosa de las comunidades autónomas- supusieron un duro revés para el gasto público. De los presupuestos de 2010 a los de 2011 la partida pasó de los 52.557 millones de euros a los 50.343 millones, un recorte del 4,21% que fue el pistoletazo de salida a estos ajustes por la crisis económica que se han llevado el 15.29% del gasto con el que se inició 2010.
Unos años donde el gasto público educativo ha ido cayendo progresivamente alcanzando los 44.518 millones de euros en 2014. Algo que tampoco se ha detenido en 2016. Tal y como recuerda CCOO, el Gobierno se comprometió, por medio del Programa de Estabilidad 2016, a reducir el porcentaje dedicado a gasto público educativo pasando del 4,15% del PIB de 2012 al 3,89% en 2016. Unos datos que, según el sindicato, devolvería “a un nivel de gasto de los años 80”.
De 20013 a 2014 la partida presupuestaria aumentó levemente pasando de los 44.491 millones de euros a los 44.518 que desde CCOO, como se presencia en los Presupuestos de 2015 y 2016, achacan “en buena medida” a “operaciones financieras, excluidas del cálculo del porcentaje del PIB”.
No obstante, para el sindicato, “una de las características más significativas es que el gasto público educativo ha perdido en equidad” siendo programas como las becas, la educación para personas adultas y la educación comensatoria “los que han sufrido mayor reducción”.
Pero no es la única alteración que ha presenciado CCOO: “Por el contrario, han sido las desgravaciones fiscales, con más efectos en las rentas más altas y las subvenciones, destinadas a familias o centros que escolarizan alumnado de zonas de mayor renta, las que más han crecido, desviándose de esta manera los fondos públicos de su fin compensador y de búsqueda de la igualdad de oportunidades”.
Unos recortes que para la organización sindical dañan a un gasto público educativo que “ha sido uno de los principales perjudicados” del ‘tijerazo’ que se inició con Zapatero y que se completó con Rajoy, “a pesar de que la crisis ha retenido en las aulas o hecho volver a ellas a los jóvenes, incrementando las tasas de escolarización”.
EB