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“Toda la esencia del cuerpo humano se asocia con el poder de esta divinidad.
Pues, luego que toda la esencia del cuerpo humano ha penetrado en el ser humano completo, y el Espíritu de la Mente Divina ha infundido el cuerpo, la Luna, mediante su curso, mantiene la forma del ya moldeado cuerpo. Por lo tanto, debemos observar cuidadosamente los movimientos de la Luna para explicar la esencia completa del cuerpo humano.
El ser humano no podría existir a menos que su cuerpo haya sido formado con una fuerte protección.
Se equivocan los que sostienen que en la carta natal sólo se encuentra el conocimiento de la vida del Espíritu del hombre – esto es, en el Ascendente y Mediocielo. Es verdad que tal esencia se encuentra en esos puntos, pero nosotros también deberemos observar diligentemente el curso de la Luna, tanto como al Ascendente y Mediocielo.
Dios el Creador del hombre, cuando gestó, con su habilidad única, al ser viviente, unió el alma humana al cuerpo terrestre. El alma, vertida hacia el interior y atada por la fuerza de la necesidad, gobierna y sirve al frágil cuerpo mortal.
El alma no tendrá un receptáculo perfecto, y no será capaz de demostrar su divinidad, a menos que el cuerpo haya sido preparado para su recepción. Así, el alma y el cuerpo, sosteniéndose mutuamente, por la fuerza de sus propias naturalezas, muestran que el hombre está compuesto de una naturaleza divina y una terrestre, reunidas en un molde y forma perfectos”
(Firmicus Maternus. Mathesis, IV, 1. Teubner. Ed. Kroll – F. Skutsch traducción del latín E. Gramaglia)
Entre los Luminares del Tiempo, el lugar que la Luna ocupa tanto en las Preguntas, como en las Natividades, Elecciones y Acciones es muy importante. La Luna es solamente un elemento, aunque vital e importante. El Sol y la Luna tienen sus discos aparentes del mismo tamaño y ambos “organizan” esta vida. Mientras el Sol representa la unidad y la regularidad en los ciclos, la Luna simboliza la irregularidad cíclica y la multiplicidad. Esta característica dispar y variable, se manifiesta claramente en las diferentes fases lunares que se relacionan directamente con los ritmos biológicos del nacimiento, el crecimiento, la mengua y la muerte. Por su variabilidad regular, tiene que ver con todo lo que cambia periódicamente, con los cambios previsibles en la vida.
La Luna, el Luminar menor, es femenina, fría y húmeda; así como el Sol, Luminar mayor, es masculino, caliente y seco. Ambos representan la polaridad cósmica comparable a la división de la humanidad en dos sexos. La vida terrestre depende enteramente de esos principios ya que toda germinación, generación, desarrollo de simiente y nutrición no es más que el producto de la reacción de un principio cálido encarnado por el Sol sobre un principio húmedo encarnado por la Luna.
Los antiguos poseían toda una Astrología basada solamente en las relaciones del Sol con la Luna.
El Sol y Luna forman el arquetipo básico de todo proceso vital.
Simbolizan dos principios sin los cuales la vida no puede manifestarse:
El Sol es el aliento divino que da vida al cuerpo, la Luna es el principio formativo que le da cuerpo a la vida.
El Ascendente viene a simbolizar ese punto cruce en el que se materializa el ser que viene al mundo. Es un punto de nacimiento y al mismo tiempo es un punto de síntesis, pues significa al individuo en su manifestación concreta, física.
Ptolomeo calcula la Parte de la Fortuna identificando siempre al Sol con el Ascendente, estando la Fortuna a la misma distancia del Ascendente, como se halla la Luna del Sol. De esta manera, resulta lógico dar preferencia al Ascendente de día y a la Fortuna ( que Ptolomeo llama Ascendente Lunar) de noche, representa pues otro punto de síntesis que identificamos con la Luna.
Como regla general, la Luna tiene mayor influencia sobre las mujeres ya que está relacionada con la fecundidad, se ocupa de la función, del embarazo, de la menopausia y los ciclos reproductivos femeninos. Es el indicador primario de la fertilidad y le dice al astrólogo sobre la capacidad de la mujer para engendrar, amamantar etc,
También dice a astrólogo si la mujer tendrá niños y cuántos.
Las Lunas de Fuego son poco fértiles.
La Luna en Leo es particularmente lenta en conseguir quedar embarazada. Afligida, especialmente en la 5ta casa, indica poca probabilidad de tener un niño. La Luna en Leo tiende a indicar uno – hasta dos – pero raramente más hijos, a menos que esté extremadamente bien aspectada.
Las Lunas de Agua: Piscis, Cáncer y Escorpio son las Lunas más fértiles. Una combinación de Sol y Luna en Agua puede conseguir que cualquier buen aspecto a la Luna pueda producir una casa llena de niños. Las Lunas de Tierra son las siguientes más fértiles y las de Aire en tercer lugar.
Recordemos que según Ben Ezra Leo y Géminis son signos estériles, Ptolomeo agrega a Virgo y Messahallah señala como estériles también a las Lunas en Acuario y Sagitario.
Tanto en la Carta de un hombre como en la de una mujer, sin embargo, la Luna identifica las mismas áreas del cuerpo a saber: los pechos, el estómago y el abdomen. También tiene influencia sobre el sistema de endocrino en ambos sexos aunque no es el único regente de esa área.
La hinchazón y la retención del líquido pertenecen a la Luna, así como traspirar, llorar, moquear, salivar, etc ( mucho o poco). La Luna se relaciona en astrología mundial con el pueblo, le gente, las mujeres, las madres.
El lugar que la Luna ocupa en el momento de nacimiento será siempre importante en consideraciones de salud, y sus aspectos nos dirán mucho
sobre qué puede ir mal y porqué. Esto obviamente además de cualquier información que se pueda obtener con el estudio general de la carta, de las casas de salud y el Ascendente de la persona.
La Luna ocupa, entre los cinco Hilegs (puntos de vitalidad en una carta), un lugar destacado, es el primer candidato a considerar cuando el nacimiento es nocturno. Junto con el Sol y el Ascendente interviene en la fórmula del Parte de la Fortuna.
En el llamado “Tema de época” Trutina de Hermes y por los árabes el “Miundar” (Tema del momento de la concepción) es la Luna del momento de la concepción la que estará íntimamente relacionada con el Ascendente natal.
En los Temas Horarios, a la Luna se la considera corregente del Tema y
co-significador del consultante. Los aspectos que forma antes de abandonar
el signo que ocupa nos hablan de lo que va a ocurrir, y los aspectos pasados
describen lo que ya ocurrió en relación al tema tratado,. Cuando está “Vacía
de Curso” Derek Appleby nos dice por ejemplo “nada de lo consultado sucederá”.
En los Temas Electivos la Luna también juega un papel preponderante, siendo
su Signo ubicación, fase y aspectos de vital importancia para cualquier elección, ya que en todo Tema electivo es primordial que la Luna esté bien ubicada y aspectada.
Vacío de Curso lunar para el mes de Septiembre 2016
Comienza | Finaliza |
Viernes 2/9 a las 19:13 | Viernes 2/9 a las 21:55 |
Domingo 4/9 a las 05:13 | Lunes 5/9 a las 09:38 |
Viernes 9/9 a las 09:26 | Sábado 10/9 a las 9:55 |
Lunes 12/9 a las 14:36 | Lunes 12/9 a las 18:29 |
Miércoles 14/9 a las 09:23 | Miércoles 14/9 a las 23:23 |
Viernes 16/9 a las 16:06 | Sábado 17/9 a las 01:22 |
Domingo 18/9 a las 17:12 | Lunes 19/9 a las 01:58 |
Miércoles 21/9 a las 0:33 | Miércoles 21/9 a las 02:53 |
Viernes 23/9 a las 04:59 | Viernes 23/9 a las 05:33 |
Sábado 24/9 a las 08:15 | Domingo 25/9 a las 10:40 |
Martes 27/9 a las 05:07 | Martes 27/9 a las 18:43 |
Jueves 29/9 a las 07:05 | Viernes 30/9 04:52 |
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