Andrea Ledo
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La inauguración ayer del congreso anual del Partido Conservador en Birmingham despejó algunas de las incógnitas más importantes que se habían extendido sobre el proceso de separación entre el Reino Unido y la Unión Europea. La Primera Ministra Theresa May marcó el calendario que seguirá el “Brexit“, señalando que el Reino Unido puede quedar definitivamente fuera del bloque europeo en la primavera de 2019, ciñéndose a las negociaciones de dos años estipuladas en el artículo 50 del Tratado de Lisboa sobre la retirada de un país comunitario.
May, en su primera intervención como PM en el congreso “tory“, afirmó que activará este artículo antes de que termine marzo de 2017. En su discurso de apertura aclaró que, en contra de lo que algunos “pesimistas” podían pensar, no se realizará otro referéndum sobre la UE.
Theresa May apeló a la capacidad de crecimiento británico
En un intento de calmar al sector empresarial británico, la Primera Ministra también apeló a la confianza: “vamos a pasar por alto los pesimistas, vamos a tener la confianza en nosotros mismos para salir al mundo, asegurando acuerdos comerciales, la obtención de contratos, la generación de riqueza y la creación de puestos de trabajo”. May también hizo referencia a temas tan importantes como la jurisdicción e inmigración: “no estamos dejando la Unión Europea sólo para tener el control sobre la inmigración de nuevo. Y no salimos sólo para volver a la jurisdicción del Tribunal de Justicia Europeo“.
Su discurso provocó una respuesta inmediata del Presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, quien tuiteó su aprecio por el anuncio de May sobre el momento del inicio de las conversaciones de salida. Sin embargo, Tusk advirtió que el resto de la UE estaba dispuesta a “salvaguardar sus intereses” en las conversaciones que están por venir.
May: “Brexit significa Brexit”
“Lo quiera la gente o no, este país votó a favor de salir de la UE. Esto quiere decir que vamos a dejar la UE. Seremos un país totalmente independiente y soberano, un país que ya no será parte de una unión política con instituciones supranacionales que puedan invalidar a los parlamentos y las cortes nacionales“, aseguró May.
Pero la Primera Ministra fue un paso más allá, y afirmó que “las personas que argumentan que el artículo 50 sólo se pueden activar después de un acuerdo en las dos cámaras del Parlamento no están defendiendo la democracia. Están insultando la inteligencia del pueblo británico“.