Si el Reino Unido sale de la UE también lo hará Gibraltar

España respalda la integridad territorial británica frente al secesionismo escocés


Mariano Rajoy dejó claro este jueves a Theresa May que España defenderá, en las futuras negociaciones del Reino Unido para abandonar la Unión Europea, que no se pueden aplicar condiciones distintas ni a las partes que forman ese país ni a los territorios que dependen de Londres, como es el caso de Gibraltar.

La primera ministra británica llegó a Madrid ayer para mantener su primera reunión formal con el presidente del Gobierno español, con quien solo había tenido una conversación telefónica y un rápido intercambio de saludos en la cumbre del G-20 en China, a principios de septiembre. Rajoy le ofreció un almuerzo en La Moncloa y paseó con ella por los jardines, dejando para los miembros de su delegación y de la delegación británica, la discusión de los asuntos más espinosos, entre ellos el de Gibraltar.

May, que ha visitado ya a otros once mandatarios europeos, quería exponer a su colega español los planteamientos que va a llevar a una negociación que podría ponerse en marcha a finales de marzo de 2017, cuando Londres invoque el artículo 50 del Tratado de la Unión Europea para comenzar su desconexión.
España no alentará ningún tipo de secesionismo en el Reino Unido, relacionado con su salida de la UE

Rajoy escuchó esos planteamientos, lamentó la decisión británica y, entre otros mensajes, dejó a la primera ministra uno que, al tiempo que daba una cierta satisfacción, le advertía de que España no se lo va a poner fácil.

Por un lado, le garantizó el apoyo de España a la integridad del Reino Unido, precisamente en un día en que la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, anunciaba que pedirá un segundo referéndum de independencia. Según fuentes gubernamentales, España no alentará ningún tipo de secesionismo en el Reino Unido, relacionado con su salida de la UE. Moncloa tiene muy presente que Cataluña pone sus ojos en Escocia como modelo a seguir.
Cosoberanía

Por otro lado, Rajoy advertía a May de que su Gobierno no aceptará que se pretendan obtener condiciones diferentes para Gibraltar, que deberá seguir el destino que se determine para el Reino Unido, entre otras razones, porque una colonia no puede pretender un acuerdo diferente del de la metrópoli con la Unión Europea. Si el Reino Unido abandona el mercado único europeo, los gibraltareños tendrán que abandonarlo también, salvo que acepten la propuesta española de cosoberanía.

En cierto modo, se puede ver una coincidencia entre los dos planteamientos, porque, a tenor del comunicado difundido anoche por Downing Street, May tiene también claro que, a medida que se avanza en el proceso de salida, lo harán como un Reino Unido. «Habrá consultas internas con las administraciones que tienen devueltas competencias y con otros implicados sobre cómo representamos los intereses de todos, pero negociaremos y nos iremos como el Reino Unido», señala textualmente.
Hay muchos ciudadanos y empresas españolas en el Reino Unido que pueden verse perjudicadas por la salida y el endurecimiento de las condiciones de acceso

De todos modos, las repercusiones del Brexit van más allá del contencioso gibraltareño o del secesionismo. Hay muchos ciudadanos y empresas españolas en el Reino Unido que pueden verse perjudicadas por la salida y el endurecimiento de las condiciones de acceso a ese país y, ayer, Rajoy manifestó que defenderá sus intereses.

Unos 200.000 españoles residen o trabajan en suelo británico y empresas como Santander, Sabadell, Iberdrola, Telefónica y Ferrovial, tienen fuertes inversiones en el país y proyectos para ampliarlas que podrían quedar afectados con un Brexit duro. Este jueves, el ministro de Asuntos Exteriores,José Manuel García-Margallo dijo en Barcelona que los derechos de los españoles residentes en el Reino Unido «no corren peligro».
Turismo británico

El jefe del Gobierno en funciones tranquilizó a Theresa May sobre el futuro de las empresas británicas en España, sobre los más de 15 millones de turistas que nos visitan y sobre los británicos que viven en España (más de 300.000, a los que suman casi otros tantos que pasan aquí largas temporadas) y que están preocupados, entre otras cosas, por su asistencia sanitaria pública.

El almuerzo terminó sobre las tres de la tarde, y ambos dirigentes decidieron no comparecer ante los medios de comunicación. Desde La Moncloa se calificó de «cordial y constructivo» el encuentro, en el que no se trató la situación política nacional, ni tampoco la económica. Rajoy aseguró a May queEspaña aspira a mantener en el futuro una relación estrecha y de amistad con el Reino Unido. Ambos coincidirán en Bruselas los días 20 y 21.

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