Eslovaquia se prepara para una crisis en el sistema público de salud, ante la masiva dimisión de sus médicos en protesta porque el Gobierno no ha satisfecho sus reivindicaciones salariales. Este problema ha motivado la convocatoria para este lunes de una sesión extraordinaria del Consejo de Ministros, tras la cual el Gobierno podría declarar el estado de emergencia en algunos centros sanitarios, que entraría en vigor el 1 de diciembre.
El estado de emergencia se prolongaría durante «unos días, pero en ningún caso duraría tres meses», declaró la primera ministra, Iveta Radicova, en la página web del Gobierno. Unos 2.400 facultativos presentaron su dimisión a finales del verano, y si bien vieron escuchadas muchas de sus reivindicaciones, la negociación con los representantes del Estado encalló el pasado viernes por diferencias en el tema salarial.
Entretanto, el titular de Sanidad, Ivan Uhliarik, aseguró este lunes en un comunicado, que «ha habido muchos que han retirado su carta de dimisión», aunque sin precisar el número.
Se prevé que la falta de médicos afecte más a las regiones septentrionales del país, y que ponga en serios apuros el funcionamiento de un tercio de los establecimientos sanitarios.
Exigen una subida del 60%
«El sueldo medio actual de un médico plenamente cualificado y con experiencia de diez años es de 1.300 euros, por lo que las 260 horas que trabaja al mes salen a 5 euros brutos por hora, incluidas las horas extras», según Brano Sedlak, estudiante de medicina en Bratislava.
También han criticado la transformación de los hospitales en sociedades anónimas, y la corrupción en el sector inducida por los suministradores de equipos médicos y empresas de medicamentos, así como abusos en los servicios de socorro. El Ejecutivo eslovaco en funciones ofreció a los profesionales de la salud pública un aumento salarial del 30 por ciento para 2012, pero los médicos pidieron una subida de al menos el 60 por ciento.
Declaraciones de la primera ministra
Tras el rechazo de esa oferta, Radicova anunció el pasado viernes que ya no considera a la Agrupación de Sindicatos Médicos (LOZ) como interlocutor válido para el Gobierno, y desde entonces se ha dirigido directamente a los médicos dimisionarios.
Al día siguiente, la política conservadora reconoció en una comparecencia ante los medios que el paso dado por los médicos «nos permite más fácilmente hacer la reestructuración y racionalización en estos centros hospitalarios, pero de manera planificada». Hay mucho de «deformación en el sector, que se viene arrastrando por inercia», aseveró entonces.
El plan, según Radicova, contempla la fusión de departamentos dentro de una misma institución, la racionalización de servicios, y la eliminación de algunos hospitales.
La primera ministra constató también que se ha acelerado la concesión de licencias para ejercer la profesión médica y que de ello se beneficiarán muchos de los 350 estudiantes de medicina extranjeros que la han solicitado. En concreto, se refirió a los 80 estudiantes de medicina de Ucrania que podrán ejercer su trabajo como médicos en Eslovaquia.
Fuente: https://selenitaconsciente.com