Un comentario en “La Increíble Teoría que Podría Explicar al Fin los Agujeros Negros”
¿Es posible que el big bang que originó nuestro universo lo haya causado la extinción de un agujero negro?. si esto fuese así y, teniendo en cuenta la cantidad de objetos estelares que continuamente derivan en agujeros negros, ¿podrían estar creándose exponencialmente nuevos universos a partir de nuevos agujeros negros?, y si esto fuese así la teoría del universo en expansión decadente y su disolución y disgregación , no sólo sería falsa sino que sería todo lo contrario.
En ese caso la singularidad de estos objetos sería el paso intermedio entre la compresión gravitatoria de materia y su posterior explosión o expansión. Por tanto los agujeros negros podrían ser los creadores y destructores al mismo tiempo de nuevos multiversos. Aunque siempre quedará la duda de ¿qué hubo antes de todo este ciclo?, ¿qué lo inició?. Quizá esta última pregunta tuviera que ver con la distorsión temporal originada en la misma singularidad que estos cuerpos atesoran y si ésta distorsión pudiera tener relación con un salto temporal al pasado anterior al propio ciclo.
Esta extravagante idea aparentemente necesita concebir fusionados el espacio y el tiempo así como las características propias de cada uno de ellos; las del espacio: arriba, abajo, lateral, delante, detrás, denso, diluido anterior posterior, en definitiva esférico y multidireccional; fusionándolas con las del tiempo: pasado, presente, futuro, ubicuo, simultáneo, paralelo, igualmente esférico y multidimensional; tal como Einstein nos revelo su teoría espacio-temporal “materializando” en algo unido y tangible esos dos conceptos. Casualmente ambos llevados a su extremo por la enorme tensión gravitatoria de los agujeros negros.
Llegados a este punto si aceptamos la distorsión espacial de estos objetos, parece lógico aceptar la distorsión temporal, pues ambos conceptos van unidos formando un solo ente. En su ubicación espacial observamos la materia a niveles cuánticos y al tratarla como ente físico tradicional nos sorprende pues le aplicamos habitualmente tres dimensiones; sin embargo a su otro componente, el tiempo, con el que forma un todo indivisible, conceptualmente, le otorgamos sólo una dimensión, un destino lineal: exclusivamente pasado, presente y futuro, por más que la experimentación cuántica aparentemente se empecine en demostrar que esos saltos temporales ya mencionados podrían también existir en todas direcciones , lo que absurdamente explicarían el origen del origen.
Probablemente la singularidad que habita en los agujeros negros pueda contener la solución definitiva al mayor misterio de la física.
¿Es posible que el big bang que originó nuestro universo lo haya causado la extinción de un agujero negro?. si esto fuese así y, teniendo en cuenta la cantidad de objetos estelares que continuamente derivan en agujeros negros, ¿podrían estar creándose exponencialmente nuevos universos a partir de nuevos agujeros negros?, y si esto fuese así la teoría del universo en expansión decadente y su disolución y disgregación , no sólo sería falsa sino que sería todo lo contrario.
En ese caso la singularidad de estos objetos sería el paso intermedio entre la compresión gravitatoria de materia y su posterior explosión o expansión. Por tanto los agujeros negros podrían ser los creadores y destructores al mismo tiempo de nuevos multiversos. Aunque siempre quedará la duda de ¿qué hubo antes de todo este ciclo?, ¿qué lo inició?. Quizá esta última pregunta tuviera que ver con la distorsión temporal originada en la misma singularidad que estos cuerpos atesoran y si ésta distorsión pudiera tener relación con un salto temporal al pasado anterior al propio ciclo.
Esta extravagante idea aparentemente necesita concebir fusionados el espacio y el tiempo así como las características propias de cada uno de ellos; las del espacio: arriba, abajo, lateral, delante, detrás, denso, diluido anterior posterior, en definitiva esférico y multidireccional; fusionándolas con las del tiempo: pasado, presente, futuro, ubicuo, simultáneo, paralelo, igualmente esférico y multidimensional; tal como Einstein nos revelo su teoría espacio-temporal “materializando” en algo unido y tangible esos dos conceptos. Casualmente ambos llevados a su extremo por la enorme tensión gravitatoria de los agujeros negros.
Llegados a este punto si aceptamos la distorsión espacial de estos objetos, parece lógico aceptar la distorsión temporal, pues ambos conceptos van unidos formando un solo ente. En su ubicación espacial observamos la materia a niveles cuánticos y al tratarla como ente físico tradicional nos sorprende pues le aplicamos habitualmente tres dimensiones; sin embargo a su otro componente, el tiempo, con el que forma un todo indivisible, conceptualmente, le otorgamos sólo una dimensión, un destino lineal: exclusivamente pasado, presente y futuro, por más que la experimentación cuántica aparentemente se empecine en demostrar que esos saltos temporales ya mencionados podrían también existir en todas direcciones , lo que absurdamente explicarían el origen del origen.
Probablemente la singularidad que habita en los agujeros negros pueda contener la solución definitiva al mayor misterio de la física.