En un mundo saturado de estímulos y ansiedad donde las relaciones son cada vez más efímeras, incluida la relación con nosotros mismos, el estoicismo se erige como una filosofía redentora. Esta corriente de pensamiento que surgió en el 300 a.C. y que muchos consideran la “primera guía de autoayuda de la historia de la humanidad” parte de tres preceptos clave: desarrollar nuestro “yo”, preocuparnos por los demás y distanciarnos de las posesiones.
Uno de los mayores exponentes del estoicismo fue Marco Aurelio, un emperador romano que en su libro “Meditaciones” abordó diferentes temas, con algunos de los cuales podemos sentirnos plenamente identificados incluso a siglos de distancia. Los pensamientos de Marco Aurelio nos animan a escudriñar en nuestro interior, aprender a bastarnos por nosotros mismos y dejar de preocuparnos tanto por lo que dicen o piensan los demás.
Los consejos de Marco Aurelio para una vida más plena, feliz y equilibrada
1. Tu felicidad depende de tus pensamientos
“La vida de un hombre es lo que sus pensamientos hacen de ella […] Tu felicidad depende de la calidad de tus pensamientos; por tanto, actúa como corresponde y ten cuidado de no entretenerte en nociones inadecuadas para la virtud y la naturaleza razonable.
“Recuerda que todo lo que escuchamos es una opinión, no un hecho. Todo lo que vemos es una perspectiva, no es la verdad […] Si estás afligido por algo externo, ese dolor no se debe al acontecimiento en sí, sino al significado que le das, y tienes el poder de eliminarlo en cualquier momento […] Tú tienes poder sobre tu mente, no sobre los acontecimientos. Date cuenta de esto y encontrarás la fuerza”.
Los filósofos estoicos abogaban por el autoconocimiento como vía para alcanzar la felicidad. Creían que gran parte de nuestra infelicidad y frustración es autoprovocada pues no solemos reaccionar a los acontecimientos sino a la idea que nos formamos de ellos. Se trata de aprender a separar los hechos de nuestras expectativas e intentar mirarlos desde otra óptica más provechosa para nosotros.
2. No malgastes tu energía criticando, úsala para crecer
“La incapacidad para observar lo que pasa por la mente de otra persona rara vez hace que un hombre sea infeliz, pero aquellos que no observan los movimientos de su propia mente, no pueden sino ser infelices […] No malgastes lo que te queda de vida conjeturando sobre los demás, a no ser que busques un bien común. Imaginar qué están haciendo y por qué, qué están pensando y qué planean, te aturde y te aparta de tu guía interior.
“Siempre me he preguntado por qué si nos amamos más que al resto de las personas, le damos menos valor a nuestras opiniones que a las ajenas”.
Estos pensamientos de Marco Aurelio nos animan a centrarnos en nuestro Desarrollo Personal y dejar de preocuparnos por lo que piensan los demás. Dedicar tiempo y energía a rumiar las palabras y actitudes de los otros es inútil. Es más provechoso dedicar ese tiempo y energía a mejorar como personas. De hecho, debemos ser conscientes de que solo podemos influir en sus pensamientos, actitudes y comportamientos a través de nuestro ejemplo. No es casualidad que Marco Aurelio afirmara: “No pierdas tiempo discutiendo sobre cómo debe ser un buen hombre. Sé uno”.
3. Acepta lo que puedes controlar y deja ir lo que no puedes controlar
“Es ridículo no intentar evitar tu propia maldad, lo cual es posible, y en cambio intentar evitar la de los demás, lo cual es imposible […] Siempre tienes la opción de no tener opinión. No necesitas estar nervioso o molestar tu alma por cosas que no puedes controlar. Estas cosas no están pidiendo que las juzgues. Déjalas en paz”.
Una de las enseñanzas más valiosas de los estoicos consiste en aprender a distinguir la diferencia entre lo que podemos controlar y aquello que se escapa de nuestro control, por lo cual no merece la pena perder la paz interior. Curiosamente, al dejar ir esa necesidad de control, nos liberamos y alcanzamos un nuevo estado de equilibrio mental que nos ayuda a que todas las cosas fluyan mejor. Después de todo, en las propias palabras de Marco Aurelio: “En ninguna parte puede hallar el hombre un retiro tan apacible y tranquilo como en la intimidad de su alma”.
4. Vive el presente, plenamente
“No actúes como si fueras a vivir 10.000 años. La muerte pende sobre ti. Mientras estés vivo, mientras sea posible, mejora como persona […] No es a la muerte a lo que el hombre debe temer, sino a no haber vivido nunca”.
Este pensamiento de Marco Aurelio no es pesimista, al contrario, nos anima a ser plenamente conscientes de nuestra mortalidad para que podamos extraer el zumo a cada día. El hecho de vivir mirando continuamente al futuro o con la vista puesta en el pasado nos arrebata el presente. Por eso, consideraba que no debemos temer a la muerte, sino a no haber vivido, a haber pasado toda nuestra vida demasiado imbuidos en cosas que no nos aportan nada, no nos permiten conectar con nuestra esencia o incluso se convierten en obstáculos que nos impiden alcanzar nuestros sueños.
5. Prepárate para lo peor, de la mejor manera
“Comienza cada día diciéndote a ti mismo: Hoy me reuniré con la interferencia, la ingratitud, la insolencia, la deslealtad, la mala voluntad y el egoísmo”.
Una de las mayores enseñanzas de los estoicos se refiere a la importancia de controlar nuestras nuestras expectativas, que muchas veces se encuentran en la base de nuestra ira o frustración. Marco Aurelio no nos anima a desarrollar un pensamiento pesimista sino a no alimentar expectativas irreales, de manera que la realidad no nos golpee con tanta fuerza. Nos anima a prepararnos para lo peor de la mejor manera, para que nada nos tome por sorpresa y no nos sintamos tan abrumados o abatidos cuando la adversidad toque a nuestra puerta. Se trata de prever todas las posibilidades, incluso aquellas que no nos gustan, y prepararnos para ese eventual escenario.
https://www.rinconpsicologia.com/2018/12/pensamientos-de-marco-aurelio.html