La Sincronicidad, la suerte y el azar

En el universo ocurren diferentes sucesos; las estrellas brillan, el viento erosiona las rocas, los volcanes entran en erupción o los imanes atraen el hierro. El estudio de las reglas y leyes que rigen estos hechos pertenece al dominio de la ciencia. Parte de eso que ocurre en el universo, nos ocurre a nosotros los seres humanos, así sucede que encontramos un trabajo, nos toca la lotería, enfermamos, sufrimos un accidente… Tradicionalmente se ha estudiado el porqué nos ocurren a las personas este tipo de sucesos desde el lado de la mitología, la filosofía, la religión y la parapsicología.

Podemos definir sincronicidad como la coincidencia en el tiempo de dos o más sucesos no relacionados causalmente y que tienen el mismo significado para el receptor de los mismos. Por ejemplo: una persona con psicosis manifestaba que era Jesús el creador y destructor de la luz, en ese mismo momento la instalación eléctrica de la luz cayó del techo y dejo sin conocimiento al sujeto.

Esto implica que ciertos sucesos en el universo se agrupan en patrones significativos sin valerse de las leyes habituales de la causalidad. Por lo tanto, estas sincronicidades deben trascender las leyes de la ciencia, puesto que son las expresiones de movimientos mucho más profundos que se originan en la estructura del universo y conciernen tanto a la materia como al significado de un modo inseparable.

Estudio sobre las coincidencias

Entre los siglos VII y VI antes de Cristo, tiene lugar un fenómeno muy importante en muy diversas culturas. Se trata de la aparición de un pensar racional que se pregunta acerca del origen de las cosas, de su diversidad y de su constante cambio, e intenta hallar un principio común, constitutivo y ordenador de todo lo que hay. Es la época de los primeros filósofos griegos, de los Profetas de Israel, de Zoroastro en Persia, de los Upanishad y Buda en la India, de Confucio y Lao Tse en China. La explicación de tal coincidencia cronológica sigue siendo un tema apasionante para los historiadores. El desarrollo de estos movimientos culturales conformó nuestra actual civilización.

Hoy en día, ese pensar racional acerca de las cosas sigue completamente vigente. Disciplinas como la Física, la Química, la Medicina, la Psicología y la Biología, se dedican a investigar sobre nuestras características físicas y mentales y sobre el mundo que nos rodea. Es impresionante el desarrollo que actualmente se ha alcanzado en la comprensión de las Leyes de la Naturaleza y que podemos ver reflejado en las posibilidades técnicas que rodean nuestras vidas.

Sin embargo, no es tan notorio el avance alcanzado en la explicación de los sucesos que nos pasan a cada uno de nosotros. No sabemos porqué nos ocurren, aparentemente al azar, ciertas cosas.

Cualquier hecho que nos pasa tiene un significado para nosotros y quizás solo para nosotros, es la llamada subjetividad; pero, ¿tiene ese hecho una intencionalidad, un sentido, un propósito?, ¿sigue algún tipo de ley natural o moral?, ¿tiene que ver ese hecho que nos ocurre con las cosas que hemos hecho nosotros anteriormente?, ¿las cosas que nos ocurren, nos pasan por algo?.

Hay fumadores que desarrollan un cáncer de pulmón, pero también hay otros fumadores que no lo desarrollan. Imaginen una persona que se levanta a las 8 de la mañana, sube a su coche y mientras circula a 120 Km/h, choca contra otro coche a las 18 horas, como consecuencia del cual le son amputadas las dos piernas. En una décima de segundo, en la cual recorre 3 metros de espacio, se ha producido la catástrofe y ha cambiado la vida del conductor, una décima de segundo antes o una después no hubiese pasado nada. Desde que se levantó por la mañana han transcurrido 360.000 décimas de segundo. ¿Es simple casualidad lo que le ha ocurrido o hay una intención en ese hecho, un porqué?

Si está viviendo usted en pareja desde hace muchos años, ¿recuerda cuando la conoció?, ¿sabía usted en ese preciso momento que contactó por primera vez que ese instante iba a marcar gran parte de los acontecimientos concretos de su vida futura?, ¿fue el azar o había un motivo, un intención una causa para que eso se produjera?

Determinismo versus indeterminismo:

Los científicos deterministas alegan que conociendo las condiciones iniciales de un sistema y sus leyes, podemos predecir en cualquier momento lo que ocurrirá, como haría el diablo de Laplace. Eso incluye incluso las cosas que nos suceden a los seres humanos. Sin embargo en la propia disciplina de la Física, ciencia por excelencia, existe controversia entre determinismo e indeterminismo, que se resume en la polémica Einstein-Bohr y en la frase del primero de “Dios no juega a los dados”, frente al panorama que la nueva física cuántica presentaba.

Mientras que a nivel subatómico la física cuántica es determinista, con unas leyes dadas por la ecuación de onda de Schrödinger, cuando se efectúa una medida y pasamos a nivel macroscópico, se convierte en probabilística, y lo que es más desconcertante, el resultado observado depende de cómo el experimentador ha diseñado el experimento. Es famoso el experimento de la doble rendija en el que se comprueba que el hecho de hacer una medición sobre un proceso físico influye en el resultado de dicho proceso tal como afirma la mecánica cuántica. Y aun vamos más allá hablando de universos paralelos. Para el determinismo no existe la suerte ni el azar.

La idea de que hay sucesos nimios que cuando ocurren pueden generar cambios enormes en la vida de las personas que los sufren puede encontrarse también en las matemáticas. Un caso particular de la teoría del caos es el llamado Efecto Mariposa. Este nombre fue acuñado por el meteorólogo matemático Edward Lorenz en 1961. La frase que lo resume es que del aleteo de una mariposa en la región del Amazonas puede depender el que en unas semanas se produzca o no un ciclón en el Golfo de Méjico. En definitiva quiere decir que puede darse una situación en que un pequeño cambio en una de las condiciones genere un cambio enorme en el sistema. También en la teoría del caos aplicada a sistemas dinámicos tenemos el concepto de atractor como un valor determinado que en ciertas transformaciones matemáticas hace que los resultados oscilen en torno a él. Tambien Godel, Hilbert y Turing.

En psicología también hay términos similares. Los psicólogos con experiencia clínica tienen muchas veces la sensación de que el paciente está atrapado entre una realidad externa (soporte social, trabajo, relaciones afectivas, recursos económicos) y un entorno interno (personalidad, inconsciente, habilidades, capacidades, fuerza pulsional, creencias), cuya combinación bloquea a la persona en una situación emocionalmente negativa. Para un excelente desarrollo puede consultarse “Más allá del principio del Placer”(1920) de S. Freud. Las diferentes Escuelas de psicoterapia intentan desbloquear esta situación incidiendo en uno o en varios de esos puntos. Una psicoterapia basada en el consejo incidirá en aplicar métodos lógicos para intentar cambiar la realidad externa. Una psicoterapia de corte conductual incidirá en modelados, o en aprendizajes en asertividad, habilidades sociales, control de emociones. Una psicoterapia de corte dinámico incidirá en la configuración interna inconsciente a través de la transferencia establecida con el terapeuta. Una de corte cognitivo en los esquemas mentales que condicionan a a la persona. En sistémica se postula que lo que ocurre al paciente identificado tiene que ver con los demás miembros de su familia, y es preciso incidir en todo el sistema. Sin embargo diferentes estudios indican que el factor clave de la eficacia de una psicoterapia es el psicoterapeuta, que no deja de ser algo que le sucede al paciente. (Ver Lambert (1992).

La psicología positiva estudia las basesdel bienestar psicológico y de la felicidad. Uno de sus representantes principales es el doctor Mihály Csíkszentmihályi de la universidad de Claremont en California; fué quien acuñó el término Flow (fluir), refiriendose a un estado óptimo de motivación intrínseca, en la que la persona está inmersa en lo que está haciendo. Es algo que todos hemos percibido más de una vez, y se caracteriza por una sensación de gran libertad, gozo, compromiso y habilidad.

La pareidolia es un fenómeno psicológico consistente en que un estímulo vago y aleatorio (habitualmente una imagen) es percibido erróneamente como una forma reconocible ,como cuando nos parece que las nubes tienen formas de caras humanas, al realizar el test de Roschard o cuando ciertos perfiles de relieves geográficos nos parecen formas conocidas de animales o personas. En arqueología hay un estudio muy interesante sobre este tema del arqueólogo Patricio Bustmante. El fenómeno está en la base de lo que el filósofo e historiador de las religiones rumano Mircea Eliade en su “Tratado de historia de las religiones” define como hierofanía, al referirse a la irrupción de lo sagrado en objetos naturales.

Existe también el fenómeno de la apofenia, acuñado en 1959 por Conrad, refiriéndose a la experiencia consistente en ver patrones y conexiones en sucesos aleatorios o datos sin sentido. Lo interesante de este fenómeno psicológico es que puede ser la base por la que muchas personas creen haber experimentado el fenómeno de la sincronicidad, debido en muchos casos al efecto Forer. También es posible que este fenómeno esté detrás de las teorías conspiratorias (asesinato de John F. Kennedy, el 11-S en Usa y el 11-M en España),y que también influya en la construcción de explicaciones religiosas y sociales de alto nivel. En este sentido hay un documental muy interesante llamado “Zeitgeist” que podría estar influido por este fenómeno. La dificultad estriba en que muchas veces es muy difícil saber si se trata de apofenia o realmente se describe algo que coincide con la realidad. .

También Jung acuñó el término de sincronicidad que se refiere a la simultaneidad de un estado psíquico y acontecimientos externos no relacionados causalmente.

Rupert Sheldrake, controvertido biólogo y filósofo, definió el término campos morfogenéticos o campos mórficos, los cuales llevan información, no energía, y son utilizables a través del espacio y del tiempo sin pérdida alguna de intensidad después de haber sido creados. Son campos no físicos que ejercen influencia sobre sistemas que presentan algún tipo de organización inherente. Sus teorías no son aceptadas por la comunidad científica actual.

Explicaciones no científicas:

Fuera de las disciplinas científicas y adentrándonos en la religión, el ser humano también ha intentado dar respuesta a este tipo de sucesos que nos ocurren. Para los cristianos es el concepto de voluntad del Padre e incluso el de milagro, el de intercesión de la Virgen o el de la comunidad de los Santos. Está íntimamente relacionado con la oración. Tiene que ver con el concepto de pecado y con el Juicio Final. Como dice el primer sermón del maestro Eckhart : “Omne datum optium. ¿Cómo puede saber si es la voluntad de Dios o no? Sabedlo: si no fuese la voluntad de Dios esto no sería. No tienes enfermedad ni otra cosa que Dios no quiera”.

En el hinduismo es el concepto de Karma que hace referencia a la ley universal de compensación y causalidad. A cada causa que creamos le sigue un efecto. Por cada pena o dolor que causemos a otros, sufriremos en igual grado y manera. Todo en nuestra vida es producto del Karma, tanto nuestros momentos de felicidad, como los de dolor.

En el judaísmo todo está sometido a la voluntad expresa de Dios, de acuerdo con modelos divinos revelados sobre el orden cósmico y la legalidad. Nada es en la humanidad fruto de la casualidad; en sentido último, todo tiene un significado. Tanto los acontecimientos históricos como los naturales que afectan a Israel, son interpretados como algo que procede de Dios, fruto del comportamiento religioso del pueblo de Israel. De esta forma, existiría una conexión causal directa entre el comportamiento humano y su destino.

Para la nueva religión del discordianismo, la realidad es puro caos, y el orden aparente que el ser humano percibe es fruto de su propia mente. Tienen una estrecha relación con el enigma del 23 que se refiere a la creencia de que todos los incidentes y eventos están directamente conectados con el número 23, alguna permutación del 23 o algún número relacionado al 23. .

Para los antiguos griegos, el concepto estaba representado por la diosa de la redistribución o del equilibrio llamada Némesis

Para los indios Naskapis, del nordeste del Canadá, Manitú es la esencia de todas las cosas y vive en ellas, los humanos y los animales están vinculados de tal modo que la caza sólo tiene lugar cuando el espíritu de la manada está de acuerdo en ello, el cazador y el cazado satisfacen así sus destinos recíprocamente.

Hay otras disciplinas no científicas que intentan dar respuesta también a este tipo de incertidumbre sobre los fenómenos que nos acontecen. La magia blanca o negra, el I-Ching, el oráculo del caparazón de tortuga de la dinastía Shang, el horóscopo y un sinfín de técnicas que persiguen explicar lo que nos ocurre o incluso como enfrentamos a lo que nos ocurre, en el sentido de que solo somos libres de cómo reaccionar a lo que nos ocurre.

Para la gente común también existe el concepto de buena y mala suerte, de suerte y desgracia, así como el de racha, es decir que la suerte o la desgracia tienden a agruparse en periodos en que destacan una sobre la otra. Es frecuente observar como hay días en que todo parece salirnos mal, se nos estropean diferentes cosas. También hay épocas que son fantásticas, todo parece encajar y las cosas funcionan a la primera. Fíjense en la similitud con el concepto matemático de atractor. No debemos olvidar el concepto de gafe. También tenemos el refranero.

La mayor parte de las personas han tenido experiencia directa de lo que se llaman coincidencias significativas.

Diversos estudios paracientíficos, para algunos un fraude, han intentado recoger estos temas, siendo los más famosos los de Rhine y los de Kammerer.

Hasta febrero del 2007 y desde el 4 de agosto de 1988 estuvo en funcionamiento por la Universidad de Princeton el ” Global Conciousness Project ” que estudió la influencia sobre dispositivos electrónicos generadores de azar por parte de diferentes estados de conciencia humanos, incluidos fuertes estados emocionales, es decir la interacción entre mente y materia.

Y por último, mencionar que el tema también ha sido abordado desde la literatura, destacando el libro “El hombre de los dados” de Luke Rhinehart.

En el 2006 la guionista y productora de television australiana Rhonda Byrne, publicó el libro “El secreto” que se convirtió rápidamente en un betseller.Trata sobre la ley de la atracción, una ley universal que trata de explicarnos que atraemos las personas y situaciones acordes a nuestro tipo de pensamientos. En 2008 se rodó la película sobre el libro.

El tema también es tratado desde el mundo del cine y últimamente en el mundo de los videojuegos con la propuesta para la consola Xbox 360 de “Fable 2″ en el cual las decisiones morales del personaje influyen en el desarrollo del juego.

Fuente: Sincronicidad

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2 comentarios en “La Sincronicidad, la suerte y el azar

  1. Buenísimo querido maestroviejo, pero una vergüenza lo de la comunidad científica con el Dr. Rupert Sheldrake, porque el demostró todo lo que descubrió de los campos morfogenéticos, por ej. cito uno, ¿cuándo vió el pichón de ave como hacían el nido sus padres?, y entonces ¿cómo puede cuando es adulto y va a formar su familia, hacerlo exactamente igual y utilizando los mismos materiales que usaron sus padres?, y como este miles de ejemplos que te dejan con la boca abierta, y te das cuenta que no sabías nada de los animales. ¿Sería mucho pedir que publiques algo más de sincronicidad por el Dr. Deepak Chopra, y algo mas del Dr. Rupert Sheldrake? Un abrazo.

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