Informes que han llegado al movimiento de LaRouche dejan perfectamente claro que hay una movilización concertada en marcha, en todo el mundo y en los Estados Unidos, para evitar el brote potencialmente inminente de la Tercera Guerra Mundial. La pregunta es, ¿los que tratan de detener la guerra están apuntando al blanco correcto y en el tiempo apropiado?

Más útil, por supuesto, es el método directo del gobierno ruso, y asociados, si son funcionarios jubilados y militares. El presidente Medvedev y numerosos hombres de alto rango militar no escatiman palabras en la elaboración de la línea contra la OTAN / EEUU que avanzan hacia la guerra en general, ya sea que venga en forma de ataques contra Siria y / o Irán, o en respuesta a la creación de sistemas de defensa antimisiles cerca de las fronteras de Rusia, que amenazan la seguridad de Rusia.

El hecho de que usted haya leído prácticamente nada en la prensa de EE.UU., ni haya visto nada en los medios electrónicos, acerca de la respuesta rusa a las abiertas provocaciones de EE.UU. y la OTAN, no debería tranquilizar. Hay despliegues físicos que se están realizando, no sólo declaraciones verbales. El silencio de los EE.UU. significa que en realidad están operando bajo la «niebla de guerra».

¿Por qué, por ejemplo, el presidente Obama no ha proporcionado ninguna respuesta al discurso especial del presidente Medvedev el 23 de noviembre, en el que le tendió la mano para un diálogo renovado sobre la cuestión de la defensa estratégica? ¿Por qué continúa Obama en un curso de sanciones de provocación contra Irán y Siria, cuando los rusos han presentado propuestas alternativas sobre la mesa, que evitarían el curso hacia el conflicto?

¿Y que está sucediendo en los EE.UU., además de las actividades del movimiento de LaRouche, para evitar la guerra? Una fuente de inteligencia de EE.UU. el 28 de noviembre declaró que el Estado Mayor Conjunto se encuentran en un todos a una para evitar una movilización para la guerra, por temor al presidente Obama que es – para usar un eufemismo – «impredecible». Destacó la fuente que, siempre que la situación de Irán siga en el limbo, los altos mandos militares se oponen a las operaciones militares, incluyendo a Siria.

Lo que más temen, dada la naturaleza de Obama, es que van a ser arrastrados a una guerra a la que se oponen vehementemente, como resultado de un ataque israelí contra Irán, seguido por una represalia de Irán contra Israel y contra las fuerzas de EE.UU. y sus aliados del Golfo Pérsico. Los Estados Unidos tienen obligaciones de tratados bilaterales con varios de los países miembros del Consejo de Cooperación del Golfo, que se activarían en caso de cualquier ataque de Irán contra ellos.

Sin embargo, piense en ello. ¿Cómo se podría detener la locura del gobierno de Obama de pasar por las provocaciones que podrían conducir fácilmente a la tercera guerra mundial termonuclear? Altas fuentes militares ya han informado a EIR que Obama ha rechazado su petición de «leer la cartilla» a Israel, para evitar que lleve por su cuenta a cabo un ataque contra las instalaciones nucleares de Irán. Pero de hecho, incluso si Obama hubiera concordado con ello, no hay absolutamente ninguna certeza de que no sería posible «cambiar de opinión,» si sus amos británicos les dieran las órdenes pertinentes.

¿Por qué? Número uno, porque Obama es un personaje loco, narcisista que no se rige por la razón, sino por un deseo insano de actuar como un Nerón moderno. Y, en segundo lugar, Obama es un títere británico. Como Lyndon LaRouche ha subrayado, la decisión de ir a la guerra no la tomará Obama, sino Londres.

Por lo tanto, ¡es hora de quitar el dedo de la Reina del botón nuclear! Y la única manera en que se puede hacer es quitar a Obama de su cargo mediante la Enmienda 25, por la acusación, o por ambas cosas.

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