Cuando la probabilidad de la retribución es incierta, ambas especies suelen cotejar sus diferentes aspectos separadamente, sin combinarlos en un valor subjetivo.
Macaco Rhezus.
Eatcha / Wikimedia Commons
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Un estudio de neurocientíficos estadounidenses, publicado este lunes en la revista Nature Human Behaviour, cuestiona la validez de un elemento fundamental de la teoría de toma de decisiones, ampliamente aplicada en economía.
Según la estrategia multiplicativa, aceptada por la mayoría de los modelos normativos de la elección, antes de elegir una opción estamos dispuestos a fusionar la probabilidad y la magnitud de la recompensa en el llamado valor subjetivo para después compararlo a otros posibles variantes.
No obstante, un experimento en humanos y macacos Rhezus mostró que en situaciones en que la probabilidad es incierta ambas especies suelen pasar a la estrategia aditiva, que consiste en cotejar los diferentes aspectos de la retribución separadamente.
Aunque la falta de un denominador común afecta la racionalidad de las decisiones, ello tiene algunos aspectos positivos, explica uno de los autores del estudio, el profesor Alireza Soltani, en un comunicado de la Universidad de Dartmouth (EE.UU.).
Asimismo, el trabajo asegura que las conclusiones son aplicables a una gran parte de las situaciones cotidianas.
«En un entorno de recompensa incierto, como ocurre en la mayoría de los casos, es posible que no construyamos el llamado valor subjetivo según lo prescrito por los modelos normativos de elección […] la flexibilidad es más importante que ser racional», señala.