En algún momento de nuestra vida nos vemos en situaciones desafortunadas que exigen de nosotros una decisión que desafía nuestras creencias y nuestros valores morales. ¿Recuerdas una circunstancia en la que debías tomas una decisión y cada opción posible era igualmente terrible? A esta encrucijada en la que la vida nos pone la llamamos dilema moral.
Ante este tipo de dilemas, tenemos el deber moral de actuar de un modo, pero nos vemos presionados o tentados a actuar de otra manera. ¿Cuáles son las características de los dilemas morales? ¿Cómo podemos salir de la indecisión en la que nos sumergen estos dilemas? Profundicemos.
¿Qué es un dilema moral?
Es un conflicto que se presenta en situaciones en las que tenemos que considerar dos o más valores morales, pero solo podemos elegir uno. Estamos en medio de varias opciones que exigen de nosotros una decisión que, al final, terminará “ofendiendo” un valor moral importante.
Estos dilemas surgen cuando, ante una situación complicada, dos o más valores de igual importancia entran en conflicto. La importancia es clave para que haya un dilema, pues de ella depende la indecisión. Por ejemplo, si para ti no es relevante decir la verdad, no tendrás problemas en decir una mentira cuando lo amerite. En cambio, si lo es, es más complicado que digas una mentira, a menos que otro valor más valioso para ti este en juego, por ejemplo, la vida.
Un dilema moral se caracteriza por requerir de nosotros la realización de dos o más acciones que, debido a las circunstancias, entran en conflicto y que no se pueden llevar a cabo todas. El conflicto moral que se genera en el dilema nos impide seguir un curso de acción coherente con los principios y los valores morales que son esenciales para nuestra vida.
Veamos un dilema clásico (el dilema de Heinz) que ejemplifica bien lo que hemos venido diciendo:
En Europa hay una mujer que padece una grave enfermedad y va a morir. Hay un medicamento que la puede salvar. Este es caro y el farmacéutico está cobrando diez veces más de lo que realmente cuesta.
Heinz, el esposo de la mujer enferma, acude a todas las personas que conoce para pedirles el dinero, pero solamente logra reunir la mitad. Le dice al farmacéutico que su esposa se está muriendo y le pide que le venda medicamento, pero el farmacéutico se niega. Heinz está desesperado y piensa en atracar el establecimiento.
¿Qué debe hacer Heinz? ¿Robar el medicamento o no hacerlo y dejar que su esposa muera?
¿Cómo resolver un dilema moral?
A continuación, revisaremos las etapas del método Progress, propuesto por LeBon y Arnaud (2004), para resolver dilemas morales y ayudar a las personas a tomar decisiones acertadas.
Etapa 1. Comprende la situación
Antes de tomar cualquier decisión frente al dilema moral que estás atravesando, debes reflexionar y entender la situación en la que te encuentras. Sin esta comprensión puedes terminar eligiendo de manera equivocada.
Analiza el dilema de forma precisa, completa y razonable. Los siguientes consejos te pueden ayudar en esta etapa:
- Haz una descripción precisa, imparcial y completa de la situación. ¿Dónde te encuentras en este momento de tu vida? ¿Cómo has llegado a ese dilema?
- Describe de manera clara la decisión que deseas tomar.
- Toma consciencia de lo que tus emociones y pensamientos te están diciendo acerca del dilema.
Etapa 2. Define lo que importa
Piensa en lo que quieres lograr, en lo que es importante para tu proyecto de vida. Si no reflexionas sobre tus objetivos, es difícil que puedas desarrollar un plan de acción que te ayude a resolver el dilema y acercarte a la vida que deseas tener.
La elaboración de objetivos te ayudara también a decidir qué cualidades te gustaría que tuviera la solución. Ten en cuenta las siguientes orientaciones:
- Imagina que tienes el poder de poner en práctica una solución. ¿Por qué sería una buena solución? ¿Cuáles son los valores que se cumplen si se lleva a cabo?
- Piensa en cuáles son los valores y objetivos realmente deseables y fundamentales para ti.
- Haz una lista de valores que deseas lograr.
- Evalúa y sopesa críticamente estos valores.
Etapa 3. Genera opciones
Después de haber analizado bien el dilema moral y de haber esclarecido tus valores y lo que quieres lograr, es momento de que generes creativamente nuevas opciones. Es comprensible que te sientas atascado en el conflicto, pero es necesario que formules algunas soluciones. Para lograrlo, ten presente:
- Haz una lluvia de ideas.
- No evalúes las opciones mientras las vas formulando.
- No te inhibas, siéntete libre para escribir las opciones que se te ocurran.
- Deja que surjan nuevas ideas a partir de las que ya has ido escribiendo.
Etapa 4: Evalúa las opciones
Una vez que has determinado varias opciones, es momento de que las evalúes con detenimiento, teniendo como base tus valores y objetivos. Elige aquella que está en sintonía con lo que es realmente importante para tu vida. Encuentra una opción que:
- Sea apropiada para el dilema que estás tratando de resolver.
- Sea pertinente a la situación en la que te encuentras.
- Satisfaga tantos valores como sea posible.
Etapa 5: Implementa la decisión
Cuando hayas elegido una opción para resolver el dilema, realiza una verificación final y determina cómo la llevarás a cabo. Es necesario que en este proceso supervises y evalúes los resultados o impactos que va generando la solución, tanto para tu vida como para la de los demás. Intenta lo siguiente:
- Comprueba que la decisión que has seleccionado sea una buena decisión.
- Piensa cómo implementar la decisión frente al dilema.
- Planea, monitorea y evalúa la efectividad de la decisión frente al dilema moral.
- Comprométete con tu decisión y actúa.
A pesar de que los dilemas morales nos colocan en una situación difícil, son un camino también de autoconocimiento que nos lleva a reconocer esos valores que son importantes para nuestra vida y que le dan, momento a momento, sentido a nuestra existencia.
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