Ben Lamm, fundador de la primera empresa de «desextinción» de especies, anunció hace poco que en el 2028 se podrían ver ya los primeros mamuts lanudos. La biotecnología y la ciencia de la edición genética avanzan de forma abrumadora. Esto lleva a plantear una interesante cuestión: ¿qué opinión tiene la psicología respecto a la clonación humana?
Existe una percepción común entre la comunidad médica y psicológica de que, en algún momento, los clones humanos serán una realidad. Desde un punto de vista bioético, no es algo recomendable, puesto que las implicaciones sociales y emocionales serán inmensas.
Ahora, ¿con qué argumentos convencer a los científicos de no propiciar tal ingeniería? Es más, ¿qué efectos tendría en la sociedad en caso de que esto suceda? Detalla esta información a continuación.
La psicología admite y aprueba la terapia genética con fines médicos como el trasplante de órganos, la curación de células nerviosas y tejidos. Pero la clonación humana tiene otras implicaciones más problemáticas.
La clonación humana vista desde la psicología
La revista Reproductive Biomedicine Online resalta en un trabajo que el tema de la clonación humana suscita, desde hace décadas, un controvertido debate. En este aspecto, tanto la psicología, como otras ciencias sociales, deberían ser ese soporte orientador capaz de disuadir el avance o vertebrar su regulación si se lleva a cabo.
La realidad es que, aunque buena parte de la sociedad ve con buenos ojos la edición de genes para tratar enfermedades, adentrarse en la replicación humana se procesa como algo aberrante. La clonación de la oveja Dolly en 1997 se vio como una metáfora: la del lobo con piel de cordero y la firme posibilidad de que esta tecnología se materializara en el ser humano.
Tal fue el impacto que, meses después, el Consejo de Europa aprobó una norma que prohibía esta posibilidad. Más tarde, la Asamblea General de las Naciones Unidas pidió lo mismo; alegando que la clonación terapéutica viola irrevocablemente la dignidad humana. Sin embargo, países como Reino Unido ya editan genéticamente embriones humanos, según revela un estudio del 2017 en Nature.
Está la tecnología, por tanto, es evidente que, en algún momento, la clonación sucederá. Entonces, ¿cuál es la opinión de la psicología con relación al tema?
La clonación tiene serias consideraciones
La psicología sintoniza con las perspectivas de uno de los mayores expertos en genética y clonación: el doctor Francisco J. Ayala. En su libro ¿Clonar humanos? y en investigaciones como las publicadas en PNAS en 2015 enfatiza una misma idea. Se pueden clonar los genes con fines médicos, pero nunca a las personas.
Abrir la puerta a la clonación humana daría forma a escenarios futuros de lo más utópicos y carentes de ética; se podrían, por ejemplo, hacer «copias» de individuos con características muy concretas: de gran talento, inteligencia o belleza. Asimismo, cabría la posibilidad de producir niños de un genotipo concreto. ¿Qué más traería dicho avance?
- Modificaría el concepto de biodiversidad genética.
- La posibilidad de clonar a seres queridos fallecidos.
- La replicación de humanos como forma evidente de eugenesia.
- Como sucede con la clonación animal, habría frecuentes fracasos y malformaciones.
- El origen de muchas personas ya no se debería a la causalidad biológica, sino al diseño realizado en un laboratorio.
- La clonación humana ya no respetaría lo más valioso de todos nosotros: nuestra unicidad, el ser únicos en todo el mundo.
- Todas las relaciones de parentesco quedarían alteradas, puesto que solo existiría un único progenitor (la figura de la cual se es replicado).
La psicología recomienda que la clonación reproductiva siga prohibida. Las implicaciones éticas, sociales, psicológicas y morales serían inmensas. Ahora bien, en caso de que en algún momento se abra esta posibilidad, debería regularse de forma muy rigurosa.
El consenso científico actual es que la clonación humana no es ética. De hecho, muchos clones de animales tienen graves malformaciones, no sobreviven o evidencian serias enfermedades.
Posibles consecuencias psicológicas de legalizar la clonación
La clonación humana en la actualidad no es legal, pero en algún lugar hay alguien que dará el paso y se alzará como ese pionero que cambió las cosas en esta materia. La psicología sabe que, por muy aberrante que parezca ahora, la clonación reproductiva, sucederá tarde o temprano.
Pongámonos, por tanto, en situación: ¿qué efecto tendría esto en la sociedad? ¿Y para la persona clonada? Enseguida lo analizamos.
- Las personas clonadas sufrirían rechazo social y discriminación.
- Ser un clon implicaría padecer con frecuencia profundas crisis existenciales.
- Los clones se verían muy condicionados por las expectativas y demandas de los padres o donantes de genotipos.
- El entorno siempre tendría la tendencia de comparar los logros de la figura clonada con el de la persona original.
- Aparecerían profundas cargas psíquicas, tanto en la figura donante como en el de la persona clonada. ¿Serían hijos y padres? ¿Gemelos, tal vez?
- Los niños generados en clonación reproductiva padecerían problemas en la formación de su identidad y desarrollo psicosocial (Annas, 1998; Gonnella y Hojat, 2001).
- Los clones tendrían dificultades para aceptar su origen y entender quién es su familia o progenitores. Desde la genética, solo sería uno, es decir, su gemelo monocigótico.
- Mismos genes, distintas formas de ser. En el 2013 apareció el doctor Michael Zuck que deseaba clonar a John Lennon. Ahora bien, algo que no sabía es que el clon tendría el mismo ADN, pero ninguna de las experiencias de vida que formaron su personalidad. No sería el artista que ansiaba volver a la vida. En el futuro, se tendrían clones creados exprofeso para sustituir a alguien fallecido; en estos casos, ni la identidad ni la personalidad serían las mismas.
Prohibir la clonación vela por la dignidad humana
Desde la psicología se señalan aspectos muy grotescos que derivarían de la clonación humana. Ejemplo de ello serían esos padres que anhelan tener un sustituto exacto de un hijo fallecido. También, intentar replicar figuras de grandes talentos, en un intento por crear una sociedad de tintes eugenésicos. En caso de no existir una firme regulación bioética en este campo, se jugaría a ser Frankenstein.
En la actualidad, si la clonación no se legaliza es porque los avances en el campo de la replicación animal son aún deficientes. Las malformaciones, dolencias y muertes prematuras son frecuentes. No obstante, en el momento en que se desarrollen individuos fuertes y saludables, quizás inicie una nueva revolución biológica y social.
La psicología insiste en que el paso no se dé, puesto que la clonación es un atentado contra la dignidad humana. Ya «esclavizados» por la tecnología, sería un intento por controlar lo que no debería estar bajo nuestro dominio. Dejar de ser único para convertirse en copia de otro, es un atentado contra la identidad y la individualidad.
https://lamenteesmaravillosa.com/la-clonacion-humana-vista-desde-la-psicologia/