Jim O’Neill, analista de Goldman Sachs, cree que el equilibrio de poderes en la economía global cambiará completamente en un futuro próximo, con el ascenso de los nuevos ‘mercados en crecimiento’, lo que conllevará un aumento sustancial de la riqueza en esos países.
En primer lugar, permítanme ofrecer algunas cifras como ejemplo. Según los cálculos del Departamento de Análisis Económico de Goldman Sachs, las cinco economías más grandes del mundo en 2050 incluirán los cuatro BRIC (Brasil, Rusia, India y China) y los Estados Unidos. Las predicciones de nuestros expertos dicen que en 2050 el Producto Interior Bruto (PIB) combinado de los N-11 (los países conocidos como los Próximos 11, que, según Goldam Sachs, incluían en 2005 a México, Corea del Sur, Indonesia, Turquía, Irán, Egipto, Nigeria, Bangladesh, Pakistán, Filipinas y Vietnam), superará el PIB de los EEUU y doblará al de la Unión Europea. Estas cifras nos dan la oportunidad de ver uno de los mayores cambios en el equilibrio de poder de la economía global. La posición de ventaja será transferida desde los 7 Grandes, que han dominado tradicionalmente el escenario mundial, a los países de Asia, que se desarrollan de una manera dinámica. Si consideramos detalladamente las fuerzas que impulsan el fenómeno, podremos entender mejor este proceso de crecimiento.
Un crecimiento económico global fuerte
Uno de los factores clave del cambio que está teniendo lugar en los mercados mundiales era esperable ya desde hace unos años: un crecimiento económico global, con tasas de crecimiento por encima de la media. Según Goldman Sachs, la economía global crecerá una media del 4,3% al año hasta el final de esta década. Esta tasa de crecimiento es significativamente mayor que la media que se ha observado durante las tres últimas décadas. Creemos que los cuatro países BRIC y otros mercados emergentes serán la principal fuerza impulsora de estos altos niveles de actividad económica global. En la actualidad, está generalmente aceptado que con toda probabilidad las tasas de crecimiento de los BRICS irán disminuyendo a lo largo del tiempo. Además, el término ‘mercados en crecimiento’ en sí mismo no debería llevarnos a pensar que las economías de estos países crecerán cada año. En el futuro, estos países pasarán por los diversos estadios del ciclo económico, igual que cualquier otro. De cualquier forma, la capacidad nominal de la economía creada por los BRICS, combinada con el alto nivel de crecimiento de los N-11, proporcionará un poderoso estímulo, capaz de suscitar elevadas tasas de crecimiento económico global. Según los últimos cálculos, los ocho ‘mercados en crecimiento’, que el Departamento de Gestión de Recursos de Goldman Sachs identifica con los BRIC (Brasil, Rusia, India y China) y los cuatro países más fuertes del N-11 (México, Indonesia, Corea del Sur y Turquía) serán responsables de un crecimiento económico que ascenderá a más de 15 trillones de dólares entre 2011 y 2020.
Si miramos hacia un futuro un poco más lejano, podremos apreciar aún mejor estos importantes cambios históricos. Ahora mismo, por supuesto, es imposible predecir con exactitud el desarrollo económico de los países del mundo hasta 2050: las tendencias se muestran ya bastante propensas a sufrir cambios bruscos. Casi todos los mercados emergentes muestran un balance demográfico positivo y, por tanto, en el futuro estarán en una buena posición para enfrentarse con éxito a los problemas derivados de un aumento significativo de la producción, que cambiará su modelo económico. Diversos expertos esperan que, en las próximas décadas, el crecimiento económico de los países asiáticos esté determinado por el surgimiento de una joven clase media urbana, con un elevado poder adquisitivo, lo que provocará el consiguiente aumento de la demanda de bienes de consumo y productos de lujo por parte de esta franja de la población. Además, es probable que el comportamiento de los consumidores en los mercados emergentes se convierta en un factor mucho más importante para nosotros. El estímulo determinante para el desarrollo económico de estos países dejará de ser la fabricación de productos de bajo nivel para la exportación, y la demanda doméstica de bienes pasará a ocupar el primer plano. El Departamento de Gestión de Recursos de Goldman Sachs cree que los ocho ‘mercados en crecimiento’ serán capaces de elevar el consumo global en unos 800.000 millones más por año hacia el 2025, y eso sin tomar en consideración al resto de países.
Disminuye la desigualdad de ingresos
Según nuestros cálculos, en unos dos o tres años el poder adquisitivo total de los países BRIC será comparable al de la zona euro al completo. Posteriormente, los BRIC superarán a los EE UU y se convertirán en el mayor mercado de consumo del mundo. Pensamos que este crecimiento provocará también un cambio significativo en la renta per cápita. En 2050 los países del G7 seguirán siendo los más ricos del mundo, pero la desigualdad de ingresos se reducirá en gran medida. Los resultados de algunos análisis arrojan que, hacia 2050, la renta per cápita en Rusia y Corea será solo ligeramente inferior a la de la zona euro. En esos momentos, Brasil podrá ser más rico que China, y Nigeria, el país con mayor población de África, podrá quizá alcanzar a India. Se espera que el crecimiento más importante de la renta per cápita tenga lugar en Bangladesh, Pakistán y Vietnam. Es muy probable que, en esta misma época, la renta per cápita en Vietnam multiplique por 17 su nivel actual. El desarrollo del consumo será un factor crucial para las inversiones en esta década.
Por supuesto, muchos países con economías en desarrollo basan sus aspiraciones al liderazgo mundial en el éxito de sus modelos económicos (y la mejora de la calidad de vida de su población). Las reuniones periódicas de los líderes de los BRIC nos proporcionan un claro ejemplo de esta afirmación. En su mayoría, estos países están tratando de mejorar sus sistemas de gobierno y de gestión empresarial. Las compañías de la India, Corea del Sur y China ya han alcanzado un nivel en el que pueden ser llamadas marcas globales de pleno derecho. Sus nombres son marcas conocidas y los consumidores de todo el mundo asocian estos productos con una alta calidad. Estas empresas están entre las más exitosas en los mercados en los que operan.
En mi opinión, los cambios a medio plazo en estos países también provocarán cambios en el comportamiento de los inversores. Los países con un crecimiento rápido se están volviendo alternativas cada vez más viables para inversores que desean abandonar los mercados del mundo desarrollado, con tasas de crecimiento sistemáticamente bajas, en los que la población está envejeciendo y cuya deuda supone un importante porcentaje del PIB. Incluso teniendo en cuenta el hecho de que la mayor parte de los ‘mercados en crecimiento’ necesitarán estabilidad para obtener el éxito que se ha descrito, su potencial es impresionante, y tienen grandes posibilidades de conseguir las tasas de crecimiento que se han puesto como objetivo.
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