El fin de una guerra por no tener sexo

Huelgas de hambre, manifestaciones, minutos de silencio, marchas de desnudos, cartas y mail que claman por la paz tienen un efecto importante, pero tal vez un grupo de mujeres ha descubierto un método más efectivo para llamar deponer la violencia: huelga de sexo.
Pero no se trata sólo de no dejar a los hombres besar las, tocarlas o tener sexo, sino arrojarlos a dormir a los sofá hasta que mostraran una actitud más favorable a la paz.
Y así lo han demostrado las costureras de la villa filipina de Dado, quienes hartas de no poder entregar sus productos por la violencia en las carreteras, presionaron a sus maridos negándose a tener relaciones sexuales. Los combates cesaron en pocos días y la carretera principal volvió a ser segura. Los hombres prefirieron el sexo a la guerra. En dos semanas se consiguió acabar con una revuelta separatista que castigaba la isla desde 1970. El éxito de la lucha de estas ‘heroínas’ radica en que no discrimina ni provoca aversión de ningún tipo. Toca lo más profundo de la existencia humana y las necesidades del hombre. Tal vez por eso no es la primera vez que las mujeres utilizan esta táctica con el fin de ‘lograr’ algo.
Las pacifistas tuvieron hasta su canción y la atención de diversos medios de comunicación por su orginalidad, aunque en realidad se basaron en la obra griega “Lisistrata” de Aristófanes, en la que un grupo de mujeres, intenta poner fin a la Guerra del Peloponeso prohibiendo a sus maridos el sexo.
En la antigua Grecia, Lisístrata, un personaje de Aristófanes, utilizó la misma táctica para poner fin a la guerra que enfrentaba a atenienses y espartanos. No calculó entonces el famoso comediógrafo griego que su obra llegaría a convertirse 2.400 años después en fuente de inspiración para mujeres de todo el mundo que se valdrían de este método como arma poderosa para ganar arduas batallas.
Es el caso de Leymah Gbowee. La Nobel de la Paz emplazó en 2003 a las mujeres de su Liberia natal a una huelga de sexo que consiguió poner fin a la guerra civil que atravesaba el país africano. Ese mismo año, tanto en Europa como Estados Unidos, diversos grupos de mujeres se negaron a mantener relaciones sexuales coincidiendo con la Guerra de Irak. Tres años después, la ‘huelga de piernas cruzadas’, en Colombia, sirvió para frenar el tráfico de drogas y crímenes violentos.
¿Por qué es tan seductora esta historia? – Álvaro Vargas LLosa
“Porque encierra una importante lección en estos tiempos de terrorismo: la gran esperanza de derrotar a la violencia indiscriminada radica en la sociedad civil. Si no existe un esfuerzo por parte de la gente común y las organizaciones de base por desarraigar la violencia del cuerpo social, el terror no puede ser detenido, sólo reemplazado. Una vez más el ingenio y la unión ciudadana demuestran que son más fuerte que cualquier método impositivo o mediante las armas”.
http://sociologosplebeyos.wordpress.com/2011/11/09/el-fin-de-una-guerra-por-no-tener-sexo/

Un comentario en “El fin de una guerra por no tener sexo

  1. seria un buen metodo,pero desgraciadamente,hoy en dia el slogan de los Hippys no en todos los paises es efectivo,mientras haya sexo virtual,centros de prostitucion y normas estrictas de religiones,que aun en pleno siglo XXI,dicen que el sexo es pecaminoso…asi nos ira.

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