El 9% de la población global se declara LGTBI; en España, el 14%. Y, aunque a veces se asuma que la persecución de este colectivo es parte de un tenebroso pasado, la situación global no es todavía tan optimista en la conquista de derechos. A pesar de las numerosas declaraciones de la ONU sobre la cuestión y de los avances concretos, todavía existen legislaciones que penalizan a las personas por su orientación sexual o su identidad de género.
De hecho, algunos organismos hablan de una fragmentación global entre países que han mejorado en las últimas décadas tanto a nivel social como legislativo y entre aquellos que no lo han hecho. Aun así, incluso donde se han producido avances existen también grietas. Ocurre hasta en países como España, que ocupan posiciones destacadas en los rankings más optimistas.