Este artículo se lo dedicamos a todos aquellos que están dispuestos a comprar el último modelo de iPhone de Apple, presentado como una maravilla tecnológica revolucionaria, es el emblema supremo de la actitud “cool” y un tentáculo directo del Gran Hermano. Nosotros estamos pendientes de qué sorpresas conspiranoicas nos reserva el Apple iPhone 5; ¿las mismas que las versiones precedentes? (podríamos hablar del envío de GeoTracking del usuario, de los datos personales, de los portátiles del FBI con los datos de los usuarios, etc…). Pero no hay que olvidar que su principal argumento de venta es el secreto alrededor de su fabricación; faltaría más, y ahí es donde el producto no puede caer más bajo. Las condiciones de trabajo, castigos, alojamiento, el terror “chino” para una compañía americana con mega-beneficios que no parece estar interesada en la ética y los derechos laborales. La última pregunta, al final, es si realmente vale la pena comprar este teléfono móvil justo antes de una crack financiero de proporciones mundiales.
Un reportero logró entrar en la fábrica de montaje del iPhone 5. Es un diario revela las inhumanas condiciones de trabajo. © Reuters.
Una gran parte de los ojos del mundo se volvieron el miércoles a la Keynote de San Francisco, donde todos asistimos a la presentación del iPhone 5. La noticia apareció en todos los medios de comunicación; ahora muchos tratan de hacernos apartar la mirada de Taiyuan, capital de la provincia de Shanxi, en China, donde la Foxconn Factory ha montado unos 57 millones de iPhones. Lo que está ocurriendo no obstante, merece nuestra atención después de que un periodista de la agencia de noticias Shanghai Evening Post se sumergiera en una fábrica donde las condiciones de trabajo son inhumanas. Durante diez días, este reportero, que prefiere mantener su identidad en secreto, se introdujo en la fábrica de Foxconn trabajando tres días montando la caja y los auriculares del iPhone 5. Un período durante el cual mantuvo un diario en el que describió al detalle su experiencia; una experiencia laboral que el valiente Daily Mailha transcrito línea por línea.
Numerosas manifestaciones han denunciado en el pasado las condiciones de trabajo existentes en Foxconn, que ya ha llevado a muchos trabajadores a suicidarse. © AFP.
DORMITORIOS MALOLIENTES EN LA FÁBRICA DEL IPHONE 5
Es fácil ser contratado en Foxonn, los únicos requisitos son tener una tarjeta de ciudadano chino y un libro de buena salud. Después de una prueba psicotécnica y una entrevista para asegurarse de que el trabajador tiene una salud mental consistente, el periodista fue contratado. En Foxonn, como en casi todas partes en China, los trabajadores duermen en su lugar de trabajo. “Una pesadilla“, escribió. “Se escapa de la residencia una mezcla de olores a sudor y mugre“, sobre todo por culpa de la basura que se almacena fuera del edificio, un edificio con las ventanas enrejadas. “El armario estaba plagado de cucharachas, yo tenía que arroparme con unas sábanas sucias y llenas de cenizas“. Una vez despojados de sus pertenencias y después de un entrenamiento breve, los trabajadores son invitados a ponerse a currar. Al caer la noche, el periodista, escribe lo siguiente: “Nos dejaron descansar durante el día“. Tuvo fiebre, ignorando las razones de la misma. De esta manera se dio cuenta de la falta de servicios de salud y equipos médicos tan básicos como un botiquín. “Traté de obtener una visita médica de emergencia, pero no había un médico que se hiciera cargo de cinco pacientes al mismo tiempo.”
Foxconn es también un área bajo vigilancia. El panel a la entrada de la línea de producción (“Área bajo alta seguridad“) indica las reglas estrictas para los trabajos, que tienen que pasar por un detector de metales en cada entrada y salida. “Cualquier objeto de metal, lo que sea, hebilla, pendiente, cámara, teléfono móvil, reproductor mp3, está estrictamente prohibido, bajo pena de despido inmediata“. Un único cable USB justificaría el despido de un trabajador. Después de entrar en el taller de producción de donde escapa un ruido ensordecedor y un fuerte olor a plástico, el periodista no puede salir, a menos que sea bajo las instrucciones de un superior. “Una vez que te sientas, ya no puede levantarte“. Por último, la tarea se te presenta. “Esta es la nueva placa trasera del iPhone 5, debes sentirte honrado de tener la oportunidad de formar parte de la cadena de producción“.
Para guardar las formas, Tim Cook, gran jefe de Apple tras la muerte de Steve Jobs, se trasladó en persona para asegurar las condiciones laborales de Foxconn. Detrás de las escenas parece que todo es diferente de lo que habría observado. © Reuters.
INFIERNO
Asignado a un minucioso trabajo que consiste en colocar las cubiertas de goma de los auriculares y las placas traseras para marcar el nuevo teléfono de Apple, el joven aprendiz habría enfurecido a su responsable, tanto por perder el pegamento como por su falta de eficiencia. “Nuestro supervisor ha reconocido que nuestra tarea fue asignada a las mujeres por lo general, más ágiles, pero debido a que muchos habían renunciado, no tuvo más remedio que confiar la tarea a los hombres“. El ritmo es frenético. Los gestos se repiten a un ritmo vertiginoso, casi cada tres segundos. No hay tolerancia con los errores. El dolor físico en relación con movimientos repetitivos y malas posturas se vuelve insoportable a los pocos minutos.
No se trata de aliviar la presión. “Un trabajador se sentó frente a mí durante un breve periodo. Sorprendido por el supervisor, fue enviado a la esquina (sic) durante diez minutos. Originalmente planeada de 0:00 a 6:00 de la mañana, la jornada de trabajo será mayor“. “La línea de producción sólo se detiene cuando suena la sirena. Nos dijeron que tendríamos que seguir trabajando a pesar de agotamiento“. Después de diez horas, cerca de 3.000 placas posteriores del iPhone 5 pasaron por las manos del infiltrado. Cuatro líneas de producción son responsables de realizar las mismas tareas. Doce trabajadores casi autómatas alcanzan resultados astronómicos en media jornada de trabajo produciendo hasta 36.000 piezas. Como resultado, el supervisor anima a los trabajadores a producir más. “¡Estamos aquí para ganar dinero! ¡Debemos redoblar nuestrotrabajo!“. Sin embargo, el salario no anima a trabajar demasiado. Por dos horas extra de trabajo, cada trabajador se embolsa 27 yuanes (3,3 euros). Y esto permitirá a Apple entregar a tiempo, millones de teléfonos en todo el mundo.
Dos horas extra suponen 3,3 € más en la nómina y permiten a Apple entregar a tiempo varios millones de iPhone 5 en todo el mundo. © Reuters.
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