Se ha escrito tanto sobre el tema que puede ser repetitivo, pero la mentira es amiga de la multiplicación y la verdad cuando aquella es millar, a esta se la ignora y lo mejor o lo peor de todo, es que no deja de ser verdad.
Es una simple idea. ¿Se puede desgajar, separar a Hitler de la idea a la que le dio forma? ¿Podemos pensar y actuar en nacionalsocialista sin la sombra del Führer? Pues si los demás nos dejan, sí se puede. Los enemigos de esta ideología hacen pensar al colectivo universal que el mal está encarnado en este hombre y si está encarnado es que sigue vivo por ahí. Mussolini murió, Stalin murió. Hitler no. Lo mantienen con respiración asistida.
Pero esto hace que la ideología nacionalsocialista se paralice y no encuentre sitio para los que realmente fue dirigida. El pueblo y la clase media. La II Guerra Mundial se toma por el todo y la colectividad piensa que el nacionalsocialismo es el espíritu de las armas.
Eso ya es un caso histórico, quiero decir que hubo unas circunstancias (por ejemplo el Tratado de Versalles) que hicieron que sucedieran unos hechos, repito ya históricos, que hay que estudiar pero que son únicos e irrepetibles.
Todos tenemos derecho a admirar a un personaje histórico, no en un todo, en realidad eso sería imposible, porque al estar muerto nos faltan detalles por saber de él, y ese es el problema. Que lo mantienen y mantenemos vivo cada uno para sus propios intereses. ¿Hay que matar a Hitler para que el nacionalsocialismo pueda optar a una ideología de vida? ¿O lo dejamos vivo y su más grande aportación al mundo, que es la ideología a grandes rasgos, anticapitalista y antimarxista, sea una tercera vía de tren muerta?
Creo que Hitler diría: matenme sin contemplación, si mi idea, que fue por lo único y para lo que viví, sigue respirando, coge fuerza y vuelve a andar.