Sídney, Australia.- Ben McMahon, de 22 años de edad, despertó de un coma y lo primero que dijo a una enfermera fue “disculpe, me siento realmente adolorido”… pero en idioma chino mandarín, el cual nunca había hablado anteriormente, según el programa de televisión The Project, de Channel 10.
Entonces, pidió un pedazo del papel, en el que escribió en chino mandarín: “Amo a mi mamá, amo a mi papá. Me recuperaré”.
El que haya despertado hablando otro idioma dejó sorprendidos a los doctores, así como a sus padres, quienes habían sido informados de que posiblemente su hijo no sobreviviría al accidente que lo dejó en coma.
“Hablaron del hospital y dijeron: sólo quería llamarle y decirle que Ben comenzó a salir del coma. No sé cómo decir esto pero, está hablando mandarín”, dijo la madre del joven a Channel 10.
Comentó que a pesar de que Ben estudió mandarín en la escuela, nunca pudo escribirlo o hablarlo.
Al joven, según sus padres, le tomó un par de días volver a recordar cómo hablar inglés.
Un neurocientífico del Instituto del Cerebro de Queensland dijo que lo que le pasó a Ben podría tener una explicación científica.
Por el accidente, al joven se le dañaron partes del cerebro que recuerdan el inglés, y se activaron las que retuvieron lo poco que aprendió de mandarín cuando despertó del coma.
Excélsior / Fuentes Fidedignas
Esto me lleva a pensar que el aprendizaje es solo cuestión de RECORDAR en toda su dimensión, lo que ha sido expuesto al sistema cognitivo del cerebro individual y procesarlo o no, de manera total…. a veces recordamos menos y otras mas… accesar al conocimiento de algo, es literalmente, entrar en contacto, recordarlo y traerlo al presente… traerlo al presente significa; personalizar el conocimiento almacenado en alguna parte ( Akásha )… y lo que creemos aprender como algo nuevo es una ilusión, ya que existe, en las mentes colectivas de todos los seres vivos de este Planeta.
El salto cuántico colectivo, se traduce en la unificación del conocimiento colectivo en uno… es decir, recordaremos lo que somos y sabremos de todo en todo y para todos… en UNO.
IN LAKECH.
Que el chico hubiese estudiado mandarín dá viso de credibilidad al hecho. Muchas veces me he acostado con la mente obstruida y me he levantado con claridad.
Cuánta razón Lúcido toda la memoria colectiva existe en los Registros Akashicos.
La sustancia AKASHICA es el mismo OKIDANOKH omnipresente y omnipenetrante que llena todo el espacio infinito…
Todas las concentraciones cósmicas del espacio infinito son el resultado matemático de las múltiples cristalizaciones del OKIDANOKH omnipresente.
Escrito está en viejos documentos arcaicos que cuando los seres humanos poseían todavía lo que se llama la “VISIÓN OLOOESTESKHNIANA” (el Ojo abierto de Dangma), podían percibir correctamente todas las concentraciones cósmicas del espacio estrellado.
Entonces los seres humanos sabían leer los archivos AKASHICOS de la naturaleza por aquellos tiempos nadie ignoraba las memorias de la creación.
Cualquier acontecimiento deja en el AKASHA su fotografía viviente; en esos misteriosos registros cósmicos, están todas nuestras vidas anteriores. En estos tiempos modernos la electrónica está avanzando maravillosamente y es ostensible que solo nos falta ahora un dispositivo especial para captar las ondas vibradoras del pasado.
Cuando tal dispositivo sea inventado, entonces podremos ver y oír en la pantalla televidente toda la historia de los incontables siglos. Así es como los registros AKASHICOS de la naturaleza caerán inexorablemente en manos de los científicos.
Se nos ha dicho que el F.B.I. de los Estados Unidos de Norte-América posee actualmente una cámara fotográfica muy especial mediante la cual puede registrar en placas muy sensibles, homicidios cometidos horas o días antes de ser denunciados ante las autoridades.
Se infiere de esto que si los agentes de la ley llegan al lugar de los hechos, pueden con tal cámara fotografiar el delito aunque este haya sido cometido horas o días antes. Tales cámaras tan revolucionarias trabajan con rayos infrarrojos y vacío absoluto.
Se nos ha informado que el enfriamiento de sus finísimos lentes alcanza temperaturas de 15 a 20 grados bajo cero. Esto significa que ya los registros AKASHICOS de la naturaleza comienzan a caer en manos de los sabios modernos.
Si ahora se sacan fotografías sobre sucesos pasados, un poco más tarde se podrán filmar películas de este tipo. Así es como en esta nueva edad de acuario, los hombres de ciencia tendrán que reconocer las afirmaciones esoterísticas y ocultistas.
Samael Aun Weor.