HACER LAS PACES CON EL MUNDO

Una colaboración de Juan Manuel Mas Candela

He estado muchos años crispado, enfadado, pensando en lo injusta que es la vida, en lo mal que estaba todo, en la podredumbre que nos rodea, siempre pensando en lo malo, en la parte negativa de la vida y de la existencia, sin pararme a pensar que cuando solo vemos una parte de esta misma vida, la parte oscura, la parte negra o negativa, estamos llenando nuestro espíritu con la esencia de aquello malo que vemos.
Cuando era más joven mis pensamientos estaban siempre enfocados en una rebeldía continua, como debe ser en la juventud, pero esa rebeldía nunca supe enfocarla en objetivos concretos, quería cambiar el mundo, quería unirme a grupos que lo hicieran, pero siempre dejé pasar el tiempo y nunca conseguí hacer nada para afiliarme a algún grupo grande que de verdad viera que defendía nuestros derechos, cosa que hoy por hoy creo que no ha hecho ninguno, pero quería formar parte de algo grande para cambiarlo todo.
Cuando ves que pasan los años y todo va a peor, que cuando miras hacia atrás ves que todo tiempo pasado parece (aunque no lo sea) mejor que el presente, te vas desilusionando y vas cayendo en una apatía hacia la sed de cambio que si dejas que se apodere de tí, te convierte en un zombi viviente y te hace ser una máquina devoradora de televisión y de productos de consumo, porque la élite que nos dirige ya emplea mecanismos para lavarnos el cerebro y que seamos así, y por desgracia el noventa por ciento de la gente son así. Ahora ya no estoy en esa crispación ni ese enfado, pues a pesar de lo malo pasado, la vida me ha dado mucho y debo agradecer todo aquello que pasé, pues me ha hecho ser la persona que soy hoy en día, aunque sigo teniendo rebeldía, pero de otra manera.
Pero me he dado cuenta que la rebeldía no es ir a destrozar mobiliario urbano, ni alzar la voz con palabras malsonantes delante de edificios oficiales, ni hacer manifestaciones, que también es lícito y necesario, pero no, la rebeldía es una actitud, una forma de pensar y de vivir, y es tener claro en nuestro interior que la realidad se puede cambiar, que no hay que tragar con la realidad que nos quieren imponer y que si nos cambiamos a nosotros mismos, adquiriendo conocimientos, contrastando informaciones, no dejando que los que lavan el cerebro nos inunden con su basura desinformadora.
Pero para cambiarnos a nosotros mismos y ser «guerreros» de la Vida, auténticos seres humanos libres de pensamiento y de conciencia, debemos centrarnos en lo que de verdad importa, las pequeñas cosas que nos rodean, cambiar nuestro universo personal, cambiar nuestra visión, tanto interior como exterior, comprender a la vida y ser conscientes que lo que se ve en los medios no es la realidad.
La realidad es tu barrio, tu familia, tus vecinos, tus amigos, lo que puedes abarcar, lo demás existe y es real, pero está fuera de tu control, fuera de tu influencia, para poder cambiar algo ahí se necesitan muchas personas, no solo tú, y eso es lo que se puede conseguir mediante el cambio personal, porque si tu no cambias, no puedes lograr cambiar a nadie ni nada.
Ver lo bueno de la Vida no es conformarse con lo que hay, no, debemos ver lo que pasa a nuestro alrededor y aprender a dar las gracias por lo que tenemos y no centrarnos en las cosas que nos faltan, yo no digo que debamos conformarnos con lo que pasa en el Mundo, no, sabemos que existe la corrupción, la injusticia, la delincuencia, la enfermedad, la miseria, la guerra y la muerte, pero todo eso forma parte de nuestra condición humana, y por mucho que queramos evitarlo siempre surge por todos lados, es parte de nosotros, por desgracia.
La humanidad debe aprender que todos somos hermanos y que todos vivimos en un mismo Mundo, pero por desgracia unos pocos dirigen ese Mundo y los demás están a expensas de lo que esta élite quiera hacer.
Todo esto es una Utopía, la humanidad no sera nunca «humana», ya que nuestro comportamiento es el mismo que el de las plagas y enfermedades, pero es bonito pensar que a lo mejor la Masa es manejable, pero el individuo puede cambiarse y por ende poco a poco cambiar a esa Masa, con el tiempo.
De todos modos de nada sirve, y esto se lo digo a todo aquel que tenga el alma sensible, que ve los horrores que nos enseñan los medios y toda la mierda que hay en el Mundo, que no se debe estar enfadado con la Vida porque haya una parte negativa, no se debe estar crispado ni sentirse mal por todo lo malo, hay que aceptarlo e intentar cambiarlo, y para ello empezar por nuestro círculo más próximo, y poco  a poco todo ese cambio se extenderá y dará lugar a una masa crítica que explotará y dará un salto cuántico a otra realidad, la que de verdad soñamos los verdaderos «humanos», entonces habremos hecho la paces con el Mundo y el Mundo con nosotros…

Un comentario en “HACER LAS PACES CON EL MUNDO

  1. En cada etapa de nuestra vida reaccionamos de forma diferente, a medida que pasan los años crecemos y nuestra conciencia nos empuja a hacer la paces con todo y todos, hasta con nosotros mismos.

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