Utilizar la meditación para mejorar la salud mental y física

Una colaboración de lipe2000

Concentración y paz interior

Los seguidores de la meditación se refieren a ella como una práctica encaminada a lograr la plena concentración. Enfocar la mente y abandonar la dispersión que la caracteriza, en la vida cotidiana, es el objetivo. Al meditar se entra en un conocimiento profundo de los pensamientos, sin distracciones y aspirando a conseguir una paz interior que permita alcanzar la calma. Se trata de tranquilidad en lugar de excitación sensorial, emocional y mental. Buscar un momento para meditar proporciona descanso y estabilidad a la mente lo que, según sus adeptos, permite conocer cuál es el auténtico yo y quién se es realmente.

Sus beneficios, ¿cómo actúa?

Existen diversos estudios científicos que avalan los beneficios que la meditación tiene para la salud.
– Estrés: se reduce ya que la meditación pone en marcha el sistema parasimpático que libera adrenalina.
– Relajación: aumenta mientras disminuye la actividad de la corteza frontal cerebral.
– Noción del tiempo: se pierde cuando el lóbulo parietal derecho –sensaciones de tacto, equilibrio y temperatura- minimiza su actividad.
– Mejora neuronal: el cerebro procesa información más rápidamente.
– Efecto analgésico: disminuye la sensibilidad dolorosa.
– Respuestas cognitivas y emocionales: mejoran al crecer la materia gris cerebral e influyen positivamente en el control cardiorespiratorio.
– Corazón saludable: los problemas asociados al estrechamiento de las arterias coronarias, el paro cardíaco y el infarto cerebral se reducen, al tiempo que la presión sanguínea disminuye y se previene la hipertensión.
– Felicidad: meditar genera más emociones positivas.
– Salud mental: menor incidencia de ansiedad y depresión.
– Agilidad mental: la mente está más despierta tras meditar.
– Contra el insomnio: calidad y cantidad de sueño mejoran.

Tipos de meditación

Hay distintas clases de meditación al ser una práctica milenaria que ha ido acompañando a las culturas orientales desde la antigüedad. Actualmente es común meditar en los países occidentales y siendo varias las opciones, estas  son las tres más comunes.
– Meditación guiada: consiste en ir siguiendo las instrucciones de un instructor para concentrarse en un objeto específico o en relajar una parte del cuerpo. Es ideal para principiantes al ser más fácil evitar distracciones.
– Meditación consciente: esta forma de meditación se centra en la respiración. Es importante practicarla con regularidad para adquirir más experiencia y aplicar lo aprendido en el día a día. El fin es encontrar un equilibrio emocional pleno.
– Meditación Trascendental: mediante esta técnica se aprenden a utilizar los mantras. Un mantra es una palabra, sonido o frase que al meditar se repite de forma continuada entrando en un estado de relajación consciente.

Quiero meditar, ¿qué hago?

Antes de ponerse a ello hay que tener en cuenta una serie de factores que afectan al resultado de la meditación.
  • El lugar: elegir un sitio tranquilo para eliminar distracciones que dificulten la concentración.
  • La postura: según la técnica de meditación se usa una postura u otra, siendo primordial que sea cómoda.
  • La atención: el foco de atención varía pero siempre hay uno –el momento presente, la respiración, una parte del cuerpo o un mantra-.
  • Mente abierta: para tener éxito al iniciarse no hay que marcarse metas preconcebidas sino dejarse llevar por la experiencia.

La última moda, el Mindfulness

La práctica más en boga de la meditación es el Mindfulness. Significa ser consciente del momento presente aceptándolo tal y como es y sin tratar de controlarlo. El presente es el único lugar donde cuerpo y alma pueden llegar a la felicidad, huyendo de recuerdos pasados o imaginándose el futuro. Mediante este estado meditativo se está tan concentrado que el que medita y la realidad se convierten en uno. A través del Mindfulness se consigue relajación y un estado de alerta en paz. La reducción de estrés hace más llevadero el dolor, combate la depresión y aumenta la aceptación de uno mismo. Es, por así decirlo, una manera de ver como espectador y con perspectiva las propias reacciones, controlando la mente. Aunque la meditación es la mejor forma de practicar Mindfulness, el fin último es que se acabe convirtiendo en algo perpetuo y que se consiga vivir permanentemente en él.
¿Qué meditación me conviene?
Cada persona tiene un carácter, unas características físicas y mentales propias, unas necesidades y unas aspiraciones diferentes. Para conocerse más a fondo y encontrar la clase de meditación más adecuada existen guías y tests que ayudan a escoger la técnica de meditación más acorde a cada uno.
Yolo-bienestar: aporta consejos e información pormenorizada de las distintas prácticas de meditación y un test de personalidad para elegir la más adecuada.
– La Meditación: libro guía sobre la historia de la meditación y las diferentes maneras de practicarla.
Para poder saber realmente si la meditación reconforta cuerpo y alma no hay nada mejor que experimentar y probar. ¿Te atreves?
Fuente:
http://www.zoomnews.es/340334/estilo-vida/agenda/utilizar-meditacion-mejorar-salud-fisica-y-mental
http://lipe2000.blogspot.com.es/2014/10/utilizar-la-meditacion-para-mejorar-la.html

3 comentarios en “Utilizar la meditación para mejorar la salud mental y física

  1. Buen artículo.

    Hay otra técnica que si bien no es propiamente meditación, si que ayuda bastante en los casos de estres, ansiedad, insomnio, etc.

    Se trata de usar la memoria consciente. Uno puede aprenderse un poema, largo, o si lo prefiere las tablas de multiplicar. Cualquier cosa que podamos recordar de manera casi » automática «. Y en los momentos de ansiedad o estrés proceder a recitarlos en voz alta o mentalmente.

    ¿Qué se consigue? Bueno, ya que el cerebro es incapaz de tener dos pensamientos simultáneos, se logra mantener alejados el estrés, la angustia, los temores y cualquier otro producto mental consciente.

    Esto resulta también muy útil en los procesos de deshabituación de sustancias adictivas, sobre todo el tabaco. Cuando se presenta el síndrome de abstinencia, se recita el poema, la tabla de multiplicar, o cualquiera que sea la cosa aprendida, y al terminar ya habrá pasado el síndrome.

    También sirve en los casos de insomnio. De hecho la costumbre de orar una vez tumbados en la cama favorece e induce el sueño, precisamente por tratarse de un acto mental repetitivo, automatizado, que » relaja » la mente y la mantiene vacia de otros pensamientos perturbadores.

    El cerebro piensa, tanto si somos conscientes de ello como si no, por tanto en los momentos angustiosos o estresantes o deprimentes, es una buena manera de » ausentarse » del proceso de pensamiento y dejar al cerebro que se ocupe de ello. Cuando » volvamos » el cerebro ya se habrá encargado del problema.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.