Suelen ser jóvenes ultraortodoxos, ultranacionalistas, que viven en colonias judías consideradas ilegales, establecidas más allá de los ya polémicos asentamientos en territorio palestino.
Su radicalización extrema sigue los ideales religiosos sionistas, que abogan por la eliminación del estado moderno de Israel para reemplazarlo por un «Reino de Israel» guiado por las leyes del Torá.
Y no es una filosofía pasiva: frecuentemente se les ve resistiendo violentamente el desalojo y destrucción de sus asentamientos ilegales por soldados bajo orden del gobierno.
Su militancia los lleva además a realizar lo que llaman «ataques a precio de cobro», actos de vandalismo y violencia en represalia contra quienes ellos ven contrarios a sus aspiraciones.
Sus víctimas incluyen bienes y personas palestinas, cristianos, árabes, israelíes de izquierda y la policía y el ejército.
«Terrorismo judío»
La muerte y destrucción que han dejado ha llevado al propio gobierno de Israel a tildar los hechos de «terrorismo judío».
Y el ejemplo más reciente, el ataque incendiario del 31 de julio pasado contra palestinos en Duma, Cisjordania, obligó la reacción de las autoridades israelíes.
Lea: Israel: arrestan a varios colonos en conexión con quema de familia palestina
En esa aldea, supuestos extremistas judíos incendiaron dos casas de palestinos y escribieron en las paredes consignas en hebreo, incluyendo la palabra «venganza».
En una de las casas, el menor Ali Saad Dawabsha murió quemado. Su padre, de 32 años, murió más tarde en un hospital israelí donde estaba siendo tratado por quemaduras de segundo grado en la mayor parte de su cuerpo.
Entretanto, la madre de Ali y su hermano de cuatro años se encuentran en estado crítico.
Ante la conmoción nacional e internacional, el gabinete de seguridad aprobó el uso de fuertes medidas para combatir el creciente problema de los ataques por militantes judíos.
Por una parte, la policía detuvo para interrogación a varios judíos sospechosos, durante una redada a asentamientos en los territorios ocupados, pero luego fueron puestos en libertad.
Y se firmaron decretos ordenando la «detención administrativa» de ciertos miembros de las organizaciones judías extremistas.
La detención administrativa, una fórmula que principalmente afecta a los palestinos, es polémica porque permite el arresto hasta por seis meses de los sospechosos sin que sean procesados.
Bajo esta orden se arrestó a dos judíos radicales de extrema derecha, Meir Ettinger y Evyatar Slonim, sospechosos de estar vinculados a mortales actos de violencia en los territorios ocupados de Cisjordania.
La cara del extremismo
Los dos son vistos por la agencia de inteligencia Shin Bet como ultranacionalistas de alto perfil, pero Ettinger en particular tiene todas las credenciales para ser la cara visible del extremismo judío.
Meir Ettinger, de 23 o 24 años, ha sido descrito en informes de prensa israelí comoel hombre más buscado por la división interna de la agencia de inteligencia Shin Bet.
Es nieto del asesinado rabino estadounidense Meir Kahane, considerado el padre de la militancia judía de extrema derecha.
Su padre, Mordechai, es un rabino afiliado a varias yeshivas, una de las cuales adquiere propiedades en zonas árabes para crear asentamientos judíos.
Y Ettinger es miembro del grupo radical de colonos israelíes conocidos como «Juventud de la cima» que se ha enfrentado tanto a los palestinos como a las fuerzas israelíes.
La semana pasada, Shin Bet lo sindicó de ser el líder de una nueva red oscura que viene operando desde 2013 y que se le tenía prohibida la entrada a Cisjordania y Jerusalén desde marzo «por el peligro que representa».
También ha publicado varios blogs, tipo manifiesto, en el que llama al «desahucio de los gentiles» (es decir, los no judíos) que habitan en la Tierra Santa y alreemplazo del moderno estado de Israel por un nuevo «Reino de Israel» que siga las leyes del Torá.
Activismo violento
El sociólogo de la Universidad Hebrea, Shlomo Fischer, fue citado en el diario The New York Times tildando a a Ettinger como representante de un grupo de «activistas violentos» que se perciben a sí mismos como poseedores de «algún tipo de carisma y autoridad profética».
«Estos radicales no aceptan la validez de las leyes israelíes ni la validez de la moralidad cívica», expresó el académico en una entrevista con el diario.
«Cuando alguno de sus ideales religiosos o políticos es violado, ellos creen que si actúan para responder a esto o corregirlo, están validados religiosamente. Se sienten con el deber de actuar. De corregir la situación como sea», añadió Fischer.
La Shin Bet los considera como un grupo que promueve una ideología extremista que aspira a cambiar el gobierno y a lograr la redención mediante la serie de acciones que toman.
La red a la cual pertenecen Meir Ettinger y Evyatar Slonim está acusada de quemar una iglesia católica en la región de Galilea, el 18 de junio, venerada como el lugar del milagro de la multiplicación de los peces y los panes de Jesús.
Según informes en la prensa israelí, en 2011, Ettinger entró sin autorización y a la fuerza en la tumba de José, en la ciudad cisjordana de Naplusa.
También vivía en un asentamiento ilegal que fue desalojado en 2012 por orden judicial, y pagó varios meses de cárcel por obstaculizar al ejército israelí cuando realizaba el desalojo.
Polémica detención
Aun así, la aplicación de la detención administrativa contra los dos jóvenes radicales ha sido criticada, tanto por activistas de los derechos humanos que abogan por los palestinos como por los representantes legales de los sospechosos israelíes.
La organización humanitaria B’Tselem declaró que la orden se ejecuta «sin acusación ni juicio, y el detenido no puede defenderse contra las acusaciones porque la evidencia es clasificada».
Por su parte, el abogado de Ettinger y Slonim catalogó la medida de «peligrosa… tanto para todo el sistema legal como para la democracia».
No obstante, el gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu ve con preocupación la escalada de los ataques contra palestinos como el ocurrido en Duma, que fue condenado por él mismo así como por la comunidad internacional.
Lea: Israel asegura que tratará a los «terroristas judíos» como a los sospechosos palestinos
El terreno es caldo de cultivo para más violencia dados los asentamientos judíos en territorios palestinos que acentúan las tensiones entre ambas comunidades.
Unos 500.000 judíos viven en más de 100 asentamientos construidos desde la ocupación israelí de Cisjordania y Jerusalén Oriental, en 1967.
Los asentamientos son considerados ilegales bajo el derecho internacional aunque Israel disputa este concepto.
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/08/150810_finde_israel_judios_extremistas_derecha_decreto_arresto_wbm