A los que niegan cualquier relación entre las vacunas cargadas de mercurio y el autismo, les será difícil desmentir el último descubrimiento de la CoalitionforMercury-FreeDrugs (CoMeD) (Coalición para los fármacos libres de mercurio). Gracias a una demanda hecha en virtud de la ley de libertad de información (FOIA), esta asociación sin fines lucrativos ha obtenido documentos que revelan el papel crucial del mentiroso y manipulador Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) en un estudio clave danés que muestra una clara relación entre las vacunas con mercurio y el autismo.
En 2003, la revista Pediatrics publicó un estudio realizado en Dinamarca, que observaba una disminución significativa en las tasas de autismo en el país después de la eliminación del timerosal, un componente mercurial de las vacunas. Sin embargo, gracias a la influencia corrupta del CDC, la versión del estudio publicado en Pediatrics, de hecho, sostenía lo contrario, y alegaba que la eliminación del timerosal había aumentado la tasa de autismo.
Según los documentos obtenidos, los responsables de los CDC suprimieron gran parte de los datos del estudio que mostraban la disminución de las tasas de autismo tras la eliminación del timerosal. El CDC distorsionó el resto de los datos con el fin de hacer suponer que el aumento de las tasas de autismo se había producido después de la eliminación del timerosal, y sugerir que no existe ninguna relación entre el timerosal y el autismo.
Después de la presentación de la versión distorsionada del estudio del CDC en la revista Pediatrics, los autores del estudio se pusieron en contacto con los responsables de los CDC para hacerles saber que la agencia había malinterpretado los datos. Intentaron decirle al CDC que las cifras y las conclusiones eran erróneas y que se debían hacer las correcciones.
El CDC habría respondido que corregiría los datos incorrectos, pero sin embargo, procedió a someterse a la versión viciada del estudio en la revista Pediatrics. Tras recomendar a los editores de Pediatrcs que hicieran una rápida revisión del estudio dañado, el CDC finalmente terminó por convencer a la revista para que publicara el falso estudio, que se llevó a cabo en 2003.
Ahora que esta información crucial ha sido oficialmente difundida para que todo el mundo la vea, la CoMeD presiona al CDC para llevar a cabo una investigación policial completa sobre el asunto y hacer una declaración oficial para saber si ha habido o no un fraude científico. La COMED exige también la retractación total del estudio corrupto de Pediatrics.
Lisa Sykes, presidenta de la CoMeD, ha declarado: “Esto no debería ser tolerado por parte de los responsables de la salud y del bienestar de nuestros hijos”.
Fuente 1 : Naturalnews
Fuente 2 : amcmh