Campaña contra las armas nucleares Crédito: Fuerza Aérea de EEUU/Raymond Geoffroy.
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NUEVA YORK, dic (IPS) – «Las armas nucleares no pueden desinventarse, pero sí prohibirse, al igual que las químicas y las biológicas», reza la declaración que sustenta la campaña lanzada por dirigentes políticos, diplomáticos y militares de Asia Pacífico, la región donde más países poseen este arsenal destructivo.
El organizador de la iniciativa contra las armas nucleares, las más destructivas del mundo, el excanciller australiano Gareth Evans, declaró que «el intento de eliminarlas no tendrá éxito sin la decidida participación de dirigentes de Asia Pacífico».
La mayor cantidad de potencias nucleares declaradas y no declaradas son China, India, Pakistán y, posiblemente, Corea del Norte.
«Creemos que tenemos la responsabilidad particular de trabajar por un cambio en Asia Pacífico», agrega en su texto la flamante Red de Líderes de Asia Pacífico por el Desarme y la No Proliferación Nuclear (APLN).
Entre los signatarios se encuentran los ex primeros ministros James Bolger y Geoffrey Palmer, de Nueva Zelanda, Malcolm Fraser, de Australia, y Yasuo Fukuda, de Japón, además de 10 excancilleres y ex ministros de Defensa.
A medida que los centros de gravedad económico, político y de seguridad inexorablemente cambian, «nuestra participación en un orden mundial seguro, y la obligación de aportar ideas, visiones y propuestas políticas a este fin, creció de forma conmensurable», añade el documento, refiriéndose a Asia.
«Mostramos cómo avanzar con zonas libres de armas nucleares con los tratados de Raratonga y Bangkok, pero también tenemos dos de las zonas de más alta tensión del mundo, Asia meridional y la península de Corea», añade la declaración.
La iniciativa de Evans de formar la APLN coincide con un momento clave, señaló John Burroughs, director ejecutivo del Comité de Abogados sobre Política Nuclear, con sede en Nueva York.
La región plantea varios desafíos como la carrera armamentista entre India y Pakistán, así como el programa nuclear de Corea del Norte, apuntó.
«La mayor dependencia de la región en las armas nucleares es otro reto», añadió Burroughs.
Corea del Sur y Estados Unidos negocian la posibilidad de que el país asiático adquiera capacidad atómica para producir combustible para reactores nucleares, a lo que Washington se opone, precisó. Pero de llegar a concretarse pueden agravarse los problemas para desnuclearizar a Corea del Norte, añadió.
La propuesta de APLN para que haya un control internacional y multinacional sobre la producción de combustible nuclear puede ser una solución parcial.
Pero la APLN evita la solución fundamental que es abandonar la energía nuclear, apuntó Burroughs.
La declaración de la APLN también señala que el arsenal atómico existente incluye 23.000 armas con una capacidad de destrucción combinada equivalente a 150.000 bombas como la lanzada en Hiroshima en 1945.
«La paz que reina desde 1946 se debe más a la suerte que a la buena administración», indica.
Hirotsugu Terasaki, director ejecutivo de Asuntos de Paz de Soka Gakkai International, con sede en Tokio, dijo a IPS que es claro que Asia debe desempeñar un papel crítico
Es crucial compartir esfuerzos para reducir la sensación de amenaza y construir confianza, apuntó.
«Solo los esfuerzos pacientes y persistentes lograrán derribar los muros de temor y desconfianza que llevan a los gobiernos a buscar y mantener sus armas nucleares», señaló Terasaki, cuya organización realiza una intensa campaña para un mundo sin armamento atómico.
Además de Asia, Medio Oriente está dominado por una única potencia nuclear, Israel, que se niega a reconocer públicamente su condición.
Al parecer, su predominio está amenazado por Irán, que, según Occidente, está por dotarse del arma atómica, un hecho negado por Teherán.
Los países con armas atómicas declaradas en el marco del Tratado de No Proliferación Nuclear son China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia, los miembros permanentes y con poder de veto del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La creación de la APLN es también un impulso al desarme, que se tambalea desde la concreción del nuevo Start, el modesto acuerdo de reducción de armas nucleares suscrito en 2010 por Estados Unidos y Rusia, dijo Burroughs a IPS.
«La APLN no aboga por el inicio de las negociaciones para prohibir las armas atómicas, pero sí llama a crear los elementos de la Convención de Armas Nucleares, respaldada por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon», añadió.
http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=99790