Una infusión para todo el año que nos ayuda a mantenernos saludables.
En la Medicina Tradicional Tibetana, la alimentación y el comportamiento son los dos factores fundamentales a considerar, y con los que hacer frente a las dolencias y los desórdenes en nuestra salud.
La siguiente receta es una infusión que puede tomar todo el año y en todo momento, caliente o frío, según la estación. Es también muy adecuado antes de cualquier terapia caliente, como un masaje con aceite, con la propuesta de preparar el organismo del paciente. Tras la misma se envió refrescado y más relajado; listo para el tratamiento.
¿Cómo se prepara la infusión?
En primer lugar, necesitamos los ingredientes. A continuación las cantidades necesarias para obtener un termo de infusión que nos puede durar medio día.
- 1 mineral de litro de agua
- 1 dedo gordo de jengibre
- 10 semillas de cardamomo verde
- 5 clavos
- 1 poco de azafrán
- 1 punta de canela
Se muelen o trituran todas las juntas juntas, después se vierten en el litro de agua. La mezcla se hierve durante 10 minutos.
Posteriormente, se filtra y se sirve en una taza al gusto de miel o azúcar.
Las técnicas que hemos utilizado en la mezcla equilibrada las actividades de las tres energías fundamentales, de forma que obtenemos una receta equilibrada para todo tipo de constitución y momento del día.
El jengibre fomenta la digestión y el metabolismo, regulando la temperatura corporal. Es un elemento que favorece la energía bilis.
El cardamomo es un elemento que ayuda en el funcionamiento del riñón, la vejiga, los ovarios, la próstata y el útero. Equilibra el exceso de actividad de flema al calentar los órganos que por naturaleza son fríos.
El clavo estabiliza la energía del viento y, con ello, los problemas relacionados con el sistema respiratorio o el corazón.
El azafrán favorece la circulación sanguínea, y ayuda en el funcionamiento del hígado, la vesícula biliar y los ojos.
La nuez moscada, al igual que el clavo, es un elemento equilibrador de la energía del viento.
La canela tiene un efecto calmante en los desequilibrios de flema y viento y mejora la digestión.
El resultado es una infusión equilibrada que se toma con un poco de miel o azúcar para equilibrar su efecto digestivo.
Una taza humeante o un refrescante vaso fresco … tu elección. ¡Qué lo disfrutes!