Damasco, 29 dic (PL) Catar financia y arma una fuerza extremista de intervención, con base en Turquía, para introducirla en Siria con la idea de derrocar el gobierno del presidente, Bashar al-Assad, confirma el portal digital israelí DEBKAFile.
De acuerdo con esa información, de la cual se hace eco hoy la agencia de noticias Cham Press, ese contingente a sueldo, que integran mercenarios de varios países de la región, más sirios radicales de la Hermandad Musulmana, lo han nombrado Ejército Sirio de Liberación, precisa DEBKAFile.
El reporte específica que esa fuerza costeada por Doha ha sido movilizada en forma de batallones y brigadas militares en campamentos, en territorio turco, con la venia del actual gobierno de Ankara, próximos a la frontera con Siria.
Este mes la guardia fronteriza siria abortó cuatro intentos de infiltración de grupos armados, y en el último caso en la madrugada del miércoles, en Idleb, infligió muertos y heridos a los agresores, que eran apoyados por una banda ya en suelo sirio.
Un despacho de la agencia de noticias SANA, que citó a las autoridades de esa norteña provincia, ahondó que al grupo se le ocupó gran cantidad de armamento, uniformes militares y modernos dispositivos de comunicación.
La información del medio israelí agrega que Catar decidió impulsar ese plan, tras el derrocamiento y muerte del líder libio Muammar El Gaddafi.
Añade que las monarquías de Doha y Arabia Saudita aprobaron de conjunto tal conspiración, e incluso acordaron asignar al jefe del Estado Mayor de Catar, General Hamas Ali al-Attiya a sumarse al ejército anti-sirio para asegurar un rápido despliegue en la frontera turco-siria.
Según la información, hasta ahora lograron reclutar a unos dos mil 500 hombres, de los 20 mil que esperan alistar. El núcleo principal lo forman mil miembros del llamado Grupo Islámico de Combate en Libia (IFGL, en sus siglas en inglés), que enfrentó a Gaddafi con el apoyo de la OTAN, y otro millar proviene de una organización extremista iraquí.
DEBKAFile sostiene que Catar ya transportó por aire a dos mil 500 de esos efectivos desde Libia e Iraq al sureño pueblo turco de Antakya, en la provincia fronteriza de Hatay.
Como otras investigaciones ya han dado cuenta, el comandante en jefe de la llamada misión anti-siria, con base en Antakya, es Abdel Hakim Belhaj, un caporal del ejecutado Osama Bin Laden, y cuya milicia tomó el control de la capital libia, Tripoli, el pasado agosto, con respaldo de la OTAN.
Oficiales cataríes establecieron enlaces de comunicación entre el campamento donde se encuentran los mercenarios sirios con la base de los iraquíes, para coordinar las operaciones del denominado Ejército Sirio de Liberación.
BEBKAFile señala que los militares y los servicios de inteligencia turcos observan las actividades, pero no interfieren.
La fuerza mercenaria extremista de intervención anti-siria, financiada por Catar y Arabia Saudita que han canalizado sumas millonarias para costear la hostilidad contra Damasco, tiene el silencioso respaldo de Estados Unidos y otros miembros de la OTAN, con Turquía al frente de ese grupo de apoyo, afirma el medio israelí.
Por otro lado, la agencia de noticias SANA informó hoy que una banda armada asesinó a mansalva a ocho personas de una familia en el poblado de Kfar Nabouda, zona rural de la central provincia de Hama, además de secuestrar a cinco de sus parientes e incendiar sus viviendas.
Individuos armados intentaron secuestrar a un miembro de esa familia, pero otros de sus integrantes lo impidieron, y posteriormente el grupo armado completo regresó y los atacó con armas de varios calibres, relata SANA.
También en Hama, zapadores del ejército lograron desmantelar tres explosivos colocados por esos grupos de bandidos en diversas puntos de esa central ciudad.
El medio sirio también reporta que una banda armada saboteó una línea de alta tensión de 230 Kv que conecta dos estaciones de energía entre Daraa y Sweida.
Todos esos sucesos acontecen cuando en estos momentos se encuentra en Siria la misión observadora de la Liga Árabe, parte de un plan de esa organización regional, con Catar como presidente de turno, para supuestamente poner fin a la crisis en este país.
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