Un nuevo estudio publicado en Science no aporta nada nuevo, pero zanja de una vez por todas un debate; el de que es necesario beber dos litros de agua al día. La cantidad fijada en el pasado se antoja totalmente aleatoria y los autores del informe determinan que la misma depende de muchos factores.
Para empezar, el volumen corporal de la persona ya que determinará la cantidad de líquido a renovar en sus tejidos, su sistema cardiovasculares etc. Así distinguimos entre bebés, niños y adultos. En este sentido, los bebés necesitan proporcionalmente más cantidad de agua, casi el 28% del total de agua de su cuerpo
Por el otro, influye la actividad fisiológica, de modo que no tienen los mismos requerimientos los hombres que las mujeres en contra de lo que se pudiera pensar, los hombres requieren más recambio de agua, es decir beber más.
Pero luego está la actividad física de cada uno y las condiciones climáticas, etc. Esto hace que el volumen de agua diario necesario sea muy variable si hemos hecho derrote, pero también si lo practicamos a diario (requeriremos más agua), si es verano, otoño, invierno, etc.
De este modo, los autores del documento aseguran que cada persona debe beber el agua que siente que necesita y que su propio cuerpo es el mejor regulador de la sed y la necesidad de agua, existiendo un mecanismo neurológico y hormonal de sanidad cuando ya no necesitamos más agua.
En este sentido, un estudio realizado por científicos de la Universidad de Monash, en Australia, y publicado en 2016, comparó las respuestas cerebrales de dos grupos de individuos: por un lado, personas que acababan de practicar deporte; por el otro, sujetos que poco antes habían consumido mucha agua.
Con aparatos de resonancia magnética, descubrieron en el segundo grupo una gran actividad en la zona prefrontal del cerebro que hacia que tragar el líquido les costaba mucho más que al grupo que había realizado ejercicio físico.
Los autores de este trabajo determinaron que existía un mecanismo de inhibición de la deglución cuando se ha llegado a la saciedad, y que este mecanismo inhibido es el que regula la ingesta de líquidos.
¿Por qué hay personas que beben más de lo que se necesita?
Los motivos por los que se bebe demasiada agua van desde la obsesión con la depuración corporal asociada a la ortorexia a la ingesta de algunas drogas como el MDMA o éxtasis, que hacen que la persona tenga un exceso de sed, pasando por algunos desajustes como problemas renales para orinar, según el Manual Merck de diagnóstico y terapia.
En algunos casos, el problema es hormonal como ocurre en el llamado síndrome de secreción inapropiada de la hormona antidiurética. En este caso, tal hormona se segrega en cantidades tan grandes que la persona no puede orinar y, debido a ello, su organismo sufre de retención de líquidos.
Pero los casos que más proliferan son los de los deportistas que se exceden en sus obsesión por prevenir la deshidratación antes de una prueba de resistencia física como un triatlón, una maratón un Ironman o Ironwoman, etc.
El exceso de celo les impulsa a la hiperhidrataicón y la hiponatremia, dos estados derivados el segundo del primero y que son sumamente peligrosos cuando se afrontan pruebas físicas duras, llevando en ocasiones a la muerte.
El misterio resuelto de Cynthia Lucero
En abril de 2002 la maratonista ecuatoriana Cynthia Lucero se desvaneció en plena maratón de Boston y murió. En principio, los médicos se mostraron confundidos sobre la causa de la muerte, pero con el tiempo y numerosas pruebas forenses, el misterio se desveló, siendo la causa final hiponatremia por hiperhidratación.
Es decir que Lucero había corrido la prueba con un exceso de agua (hiperhidratación) en el cuerpo y esto le había causado unos niveles demasiado bajos de sodio corporal, lo que se derivó en un episodio de convulsiones, desvanecimiento y muerte por hiponatremia.
Tener poco sodio (sal) en el cuerpo es tan nocivo como tener demasiado. Así, si la concentración de sodio en sangre baja por debajo de 135 mi.iequivalentes por litro, se produce el trastorno llamado hiponatremia.
Sus síntomas son, según la Clínica Mayo confusión, somnolencia, vómitos, convulsiones y pérdida del sentido, con riesgo para la vida. Un tipo específico de hiponatremia, la que afectó a Cynthia Lucero, fue descrita ya en la década de 1980 y va asociada al ejercicio físico.
En los últimos años ha merecido numerosos estudios porque el de Lucero ha sido el último caso y los expertos destacan la creciente moda de hidratarse en exceso por parte de deportistas amateurs.
Sobre todo, porque -como destaca un metanálisis de 2017- los casos registrados en años recientes ya no se limitan a atletas de élite, sino que involucran a simples aficionados al deporte que no dimensionan los riesgos en su justa medida.
A tal punto, el antes citado Manual Merck plantea que la hidratación de los deportistas debe ser coordinada por médicos o expertos en salud, y destaca que el riesgo se dianas en personas que tengan adicionalmente problemas renales que dificulten la gestión de líquidos a través de la orina.
https://www.eldiario.es/consumoclaro/cuidarse/hiponatremia-mortal-beber-agua-deporte-intenso_1_9751419.html