EE. UU. y Corea del Sur firmarán un plan de operaciones contra Corea del Norte que incluirá nuevos ejercicios militares conjuntos periódicos.
Un plan bélico conjunto contra Pyongyang
Seúl y Washington reforzarán su defensa conjunta ante Corea del Norte. Ambos estados firmarán un plan de operaciones para hacer frente a «posibles provocaciones» de Pyongyang. El Ministerio de Defensa surcoreano anunció este plan en un escenario marcado por el traspaso de poder en la República Popular Democrática de Corea (RPDC) del fallecido Kim Jong-il a su hijo Kim Jong-un, que incluirá nuevos ejercicios militares conjuntos.
Estados Unidos y Corea del Sur realizarán nuevos ejercicios en adición a las importantes maniobras ‘Ulchi Freedom Guardian’ y ‘Foal Eagle’, y otras de menor entidad que ambos ya llevan a cabo anualmente.
Fracaso de la CIA en el ‘caso del presidente Kim’
Según los analistas políticos, todos los acontecimientos relacionados con la muerte de Kim Jong-il representan un influyente fracaso de la Agencia de Inteligencia Central (CIA).
Durante dos días los servicios de inteligencia no tuvieron ninguna información sobre la muerte de su principal ‘oponente socialista’, Kim Jong-il, fallecido el pasado 17 de diciembre, a pesar de que EE. UU. controla con ayuda de satélites y aviones no tripulados todo el territorio de la península coreana, junto a los agentes de inteligencia surcoreanos que interrogan a todos los tránsfugas del Norte.
La muerte de Kim sacó a la luz «un importante fracaso de inteligencia». Los servicios de inteligencia estadounidenses y surcoreanos habían recibido la información de la muerte del líder norcoreano desde los medios. «Es solo en el sentido más amplio que la muerte de Kim Jong-il contempla algún tipo de fracaso de inteligencia», consideró Paul Pillar, analista y profesor en la Universidad de Georgetown.
Posiblemente, tras el fracaso de sus servicios de inteligencia, la Casa Blanca está activando sus esfuerzos en ‘dirección norcoreana’ y marchando en una dirección militar, convocando en esta a su aliado asiático.
«Una grave acción de agresión» ante las tendencias globales de paz
Hace unos días Pyongyang declaró que EE. UU. es «completamente culpable de la situación» en la península coreana, que está al borde de la guerra debido a que Washington ha utilizado la península para hacer realidad su estrategia para dominar el este de Asia. A través de su agencia oficial KCNA, Pyongyang acusó a Washington y sus aliados militares de realizar «una grave acción de agresión muy contraria a las tendencias globales de paz».
Según el comunicado de la agencia, la Casa Blanca ha centrado sus esfuerzos en crear una alianza militar de tres países –EE. UU., Japón y Corea del Sur- para tener hegemonía en la región del océano Pacífico, «ha puesto la alianza a prueba» aumentando las tensiones en la península este año. En este caso, Corea del Sur y Japón están actuando como «brigadas de choque» para hacer realidad la estrategia de agresión de EE. UU., que han mostrado unas «acciones conjuntas sin precedentes».
«Una respuesta dura y severa»
En su discurso emitido con motivo de Año Nuevo, el presidente surcoreano, Lee Myung-bak, dijo que la puerta para el diálogo intercoreano permanece abierta. «Quiero recordar al Norte que el camino hacia la paz continúa abierto», dijo.
Sin embargo, el mandatario surcoreano subrayó que no se tolerará ninguna provocación de la RPDC. «Las armas nucleares y los riesgos militares deben ser descartados. El Norte debe trabajar a favor de la paz y la cooperación, no solo con retórica, sino con hechos», declaró.
De igual manera, señaló que «cualquier provocación (por el Norte) que represente una amenaza para nuestras vidas y propiedad no será tolerada, y tendrá una respuesta dura y severa».
«El estado técnico en guerra»
Corea del Norte y Corea del Sur están técnicamente en guerra después de que el conflicto que las enfrentó entre 1950 y 1953 terminara con un armisticio sin que hasta hoy se haya firmado un tratado de paz definitivo.
El Tratado de Defensa Mutua firmado por Corea del Sur y EE. UU. al término de la Guerra de Corea en 1953 establece un sistema de defensa combinada y compromete a Washington a defender a su aliado ante eventuales amenazas de Corea del Norte.