La vida diaria nos inunda en un velo, que nos impide ver como funciona de verdad el mundo. Existen una serie de leyes que funcionan desde un tiempo sin principio. Estas leyes marcan nuestro destino aunque no nos demos cuenta de ellas o desconozcamos su existencia.

Al mismo tiempo el conocimiento de estas leyes y su contemplación con sabiduría, nos proporcionará un valiosa herramienta para progresar en este preciosa vida humana

Buscando en tu propio ser puedes llegar a entender el universo: así como tú funcionas, así funciona el cosmos. Cada decisión tuya es una manifestación de un momento cósmico, y cada momento cósmico se refleja en un hecho humano.

TODO ES MENTE

El primer principio universal nos indica que “todo es mente; el universo es mental”.  Nuestros cerebros están conectados  a la gran mente con un campo neuronal, que es una evolución capaz de alterar el campo origen que llamaremos cuántico.

El campo cuántico que rodea todo el universo se compone de puntos que contienen a su vez la totalidad, aunque lo veamos vacío. Es un fractal.

Nuestras percepciones visuales, táctiles, sonoras, son percepciones cuyo origen se sitúa en el campo neuronal. No vemos el árbol que se emite hasta nuestra retina e interpreta nuestro cerebro. Nuestro cerebro interpreta una señal recibida desde la interacción entre nuestro campo neuronal y el espacio cuántico y ve el árbol.

Vivimos en un espacio interior creado por nuestro cerebro.

COMO ES ARRIBA ES ABAJO

Todo lo que se produce en el universo tiene repercusiones en el resto del universo y esas repercusiones se transmiten de forma inmediata. Esto ya lo ha visto la ciencia al estudiar las partículas entrelazadas cuánticamente.

Todo lo que pensamos, decimos y hacemos cambia nuestro campo neuronal  y los campos neuronales de los otros seres.

La pequeña acción que genera el efecto mariposa, que barre en un caos la totalidad, es algo también estudiado por la ciencia.

TODO VIBRA

El tercer principio nos dice que “nada está inmóvil, todo se mueve, todo vibra”. Esta ley, expresada hace ya miles de años, ha sido comprobada hoy día por la física cuántica. Todo vibra, sólo que no todos vibramos con la misma intensidad, hay vibraciones más densas y hay más sutiles. Las más densas se manifiestan como cuerpo físico visible, y las más sutiles no las percibe la vista, pero existen, son tan reales como las del mundo visible.

La ley de vibración hace perceptibles los objetos o los vuelve invisibles según la capacidad de la consciencia del observador. Una mayor vibración almacena una información mayor, dando una capacidad más alta de interacción cuántica. La materia tiene una baja vibración y es percibida por consciencias con baja vibración. Existen objetos materiales, objetos sutiles y objetos muy sutiles sólo percibidos por seres con consciencias búdicas.

LA DUALIDAD

La vibración que nos define circula entre dos polos opuestos. Todo lo que existe en el universo fluctúa entre dos extremos. La sabiduría budista  nos dice que ninguno de los dos extremos es bueno para situarse en él. El camino del medio que intenta guardar un equilibrio entre los dos polos es el correcto.

También nos dice que no hay nada que contenga sólo un extremo. Si medimos emociones, polaridades, éticas… todo comportamiento, objeto, pensamiento… contiene un porcentaje de los dos polos opuestos.

El mundo que creemos vivir es dual y debemos intentar conseguir acceder a nuestra esencia no dual. Para llegar a esto el camino del medio es la ruta.

ACCION Y REACCION

Es una de las cosas más importantes que deberíamos aprender. Todo lo que ocurre, desde el pensamiento más sutil hasta el acto más fuerte, son acciones que generan reacciones. Esta ley se llama Karma y generalmente es mal entendida.

El karma resultante se mide en vibraciones (números) que generan reacciones y se producen constantemente generando un sesgo resultante.

Por eso es tan importante educar nuestra mente para llevar una vida virtuosa que genera un karma positivo que nos permitirá mitigar el sufrimiento constante que invade el samsara y nos conducirá a la iluminación.

CAUSA Y EFECTO

Las Causas son nuestras intenciones, nuestras, acciones y pensamientos. Todos ellos generan una reacción que puede tardar en manifestarse. No es automática. Podemos recoger los efectos de acciones de vidas pasadas o de esta vida.

Los efectos pueden ser mitigados o neutralizados cuando no han madurado totalmente. En este caso el efecto se manifestará de forma inexorable.  Pero hasta ese momento, nuestro arrepentimiento sincero y nuestro esfuerzo en un camino virtuoso puede anular o mitigar el efecto.

Se utiliza generalmente el símil de las semillas, una semilla germinará si tiene las condiciones favorables, si en algún momento de ese proceso las condiciones no son favorables la semilla, podrá desaparecer o surgir débilmente. Las condiciones son nuestras acciones e intenciones diarias.

EL SECRETO DE LA CREACIÓN

No hay un principio.

Nuestra esencia, la vida, es como el aire que se acumula en diferentes recipientes (cuerpos). Cada uno de estos dará peculiaridades al aire, esto nos confunde y nos hace pensar que somos seres individuales que separamos entre lo mío y lo de los demás.

Luchar por la inmortalidad es absurdo, nuestro verdadero ser es inmortal y eterno y canaliza el karma hasta que la vibración resultante nos permite evolucionar a una nueva existencia no dual.

Hay que luchar por vencer el aferramiento propio (creer en un yo diferenciado) y la estimación propia (situar nuestra falsa individualidad por encima de la de los demás), esto es la causa de todo nuestro sufrimiento y del ciclo eterno de reencarnaciones en los diferentes cuerpos y reinos.

Buda recorrió el camino y nos lo muestra por su amor hacia todos los seres.

maestroviejo