La atención de los especialistas de todo el mundo está hoy centrada en el descubrimiento en la península de Taman (Rusia), al norte del Mar Negro, de un templo dedicado a la diosa Deméter.
A su juicio, un análogo de este monumento arqueológico excepcional podría ser, quizás, el mundialmente famoso Stonehenge, en Inglaterra. En el único santuario antiguo del territorio de Rusia y de los países de la CEI, que ha resultado ser medio siglo más viejo que el Partenón mismo, se realizaba uno de los ritos más enigmáticos e importantes de la antigüedad, el de los misterios de Eleusis.
El sensacional descubrimiento, realizado junto a la localidad de Taman de Vestnik, ha interesado a científicos de muchos países. El candidato a doctor en Historia, Nikolai Sudariev, director de la expedición de Bosporus oriental del Instituto de Arqueología de la Academia de Ciencias, descubridor del templo, está hoy muy solicitado: ya estuvo en Alemania donde sus colegas, y ahora se dispone a viajar a Italia. El arqueólogo está convencido de que las próximas excavaciones confirmarán que el edificio descubierto no es más que una parte de un enorme conjunto del templo. Construido según los cánones griegos clásicos, la obra grandiosa para su tiempo solo pudo haber sido erigida con la participación del poder superior del Reino del Bósforo, indica el investigador:
−Inmediatamente quedó claro que se trata de un edificio público, excepcional. Es decir, se construyó con dinero del Estado o de una comunidad, por buenos arquitectos y canteros, y con un meticuloso ajuste de las piedras. Incluso ahora es difícil hacer pasar una hoja entre ellas. Todo se hacía no con la ayuda de sierras, que entonces no existían, sino de pequeños cinceles. La labor era muy pulcra y de gran calidad.
Los hallazgos posteriores, entre otros un altar y una estatuilla en la que se reproduce a la diosa Deméter que sostiene en sus hombros a su hija Perséfone, confirman que el templo estuvo dedicado a la antigua diosa griega de la fertilidad y de la agricultura. De acuerdo con los mitos, después del secuestro de su hija por el dios del mundo subterráneo, Deméter se apartó hasta la pequeña ciudad de Eleusis, a veintidós kilómetros de Atenas, y juró que ni un solo brote nacería de la tierra mientras no le devolvieran a Perséfone. Le devolvieron a su hija, y Deméter permitió que la tierra diera frutos. Los misterios de Eleusis nacieron en el siglo XI antes de nuestra era y simbolizaban el regreso de Perséfone, continúa su relato Nikolai Sudariev:
−Los misterios de Eleusis son una suerte de pase al paraíso del mundo subterráneo. Antes de ellos, los griegos tomaban la vida de ultratumba como un triste deambular por siniestros lugares. Mientras que los misterios daban la posibilidad de ir a dar al Eliseo, una suerte de paraíso para los griegos muertos, donde las almas se alegran eternamente, danzan. Para ello era necesario pasar la iniciación.
Lo original del templo de Taman consiste además en que está ubicado en el territorio de una necrópolis excepcional, que data del período pre griego. Entonces, la península de Taman estaba poblada por la poco conocida tribu bárbara de los sindos.
Es muy poco lo que se conoce de los ritos mismos. Los investigadores discuten aún hoy acerca de cómo transcurrían, y ello porque el procedimiento se mantenía en el más estricto secreto: los participantes juraban que no los difundirían so pena de muerte, y los testigos ocasionales eran asesinados implacablemente. Muchos historiadores aseguran que, durante los misterios, los participantes estaban bajo el efecto de medios psicotrópicos, en particular, del kykeon, una poción de cebada y de menta que ayudaba a sumir en un profundo estado místico.
Fuente: María Dominitskaya y Grigori Shabanov | La Voz de Rusia 09/03/2012
Procedencia de la imagen: Greek Reporter