Por eso es tiempo de decir basta al terrorismo mediático que significa la desinformación cotidiana, convertir a las víctimas, como el pueblo sirio y su gobierno en victimarios.
No PODEMOS dejar caer a Siria ni a Irán. Detener la mano criminal contra el pueblo palestino es salvar a la humanidad, Detener los planes que se trazan contra Nuestra América es decidir por la vida contra la guerra y la muerte. El futuro de la humanidad está en grave peligro en un momento histórico en que se está decidiendo la continuidad de la especie, la continuidad de la vida.
Recordemos:
Primero fueron por Afganistán. No hicimos nada porque no sabíamos. Los medios decían que los invasores tenían razón. Hasta hoy nadie sabe la verdad sobre las Torres Gemelas, pero desde el 2001 todos los países están amenazados por el poder imperial más militarizado y mafioso de la historia.
Después fueron por Irak. Algunas voces se alzaron, pero demasiado aisladas y bajas. Los medios de comunicación las borraron y abrieron las puertas a la invasión. De las atrocidades cometidas por los invasores, sólo mostraron algunas imágenes, no se sabe si como amenaza o entretenimiento.
Luego disfrazaron de primavera Árabe lo que era un plan para abortar las verdaderas primaveras que podían venir y estaban comenzando a gestarse. Cambiar algo para que nada cambie.
Y después vino Libia. Habían descubierto de un día para el otro que su dirigente era un dictador siniestro. Como no conocíamos, no sabíamos y leímos y escuchamos sólo un discurso, una voz, imágenes previamente filtradas por el invasor, nunca los miles de muertos por bombardeos ni las masacres de los invasores: ¿nos confundimos y dejamos hacer?.
Ahora van por Siria, queda tan lejos como los otros países. En un lugar estratégico para los que intentan dominar el mundo entero. Siria no hizo nada a nadie y millones de sirios apoyan a su gobierno en las mayores manifestaciones en la historia de ese país. Pero los medios nos cuentan la historia al revés. Centenares de atentados terroristas y matanzas de los mercenarios y las tropas especiales de las potencias no exsiten para esos medios.
Y cuando el ejército defiende a su país, los medios nos dicen que todos los muertos son consecuencia de la represión del gobierno contra el pueblo. Asi le llaman para que la invasión extranjera se vea como salvación humanitaria.
Más perversidad fascista que ésta imposible ¿Hasta donde es tolerable la mentira criminal sin castigo alguno?. Y detrás o antes o ahora mismo viene Irán. La campaña contra Irán es tan desmedida y brutal que tiene escasos parangones.
Con semejante desinformación, con mentiras repetidas cada día por millones de aparatos de TV en el mundo, por radios, diarios, que sepultan toda voz disonante, que sepultan la verdad, no podemos pensar con nuestra propia cabeza ni sentir con nuestro corazón.
Desde aquella primera vez fuimos cómplices de más de un millón de muertos, en condiciones atroces, de miles de desaparecidos, de la destrucción de culturas e historias de la humanidad, de la creación de cárceles secretas, de torturas inenarrables, del regreso del nazismo con mayor tecnología y todo ésto en nombre del humanitarismo y la democracia.
Pero preferimos no saber, no recordar, no preguntar.
Parodiando lejanamente al eterno Bertold Brecht Cuándo vengan por nosotros será tarde. Lo que dejamos hacer a nuestros hermanos nos lo harán a nosotros. Todos los gobiernos que no obedecen al pie de la letra al imperio y sus potencias deben ser borrados de la faz de la tierra. Todos los países donde los pueblos tengan conciencia son peligrosos y pasibles de ser invadidos y recolonizados. Si no hacemos nada hoy ¿A quien clamaremos cuando vengan por nosotros?.